Granada: La construcción de un aparcamiento acaba con una villa romana

Diversas asociaciones han interpuesto una denuncia contra la Junta de Andalucía por un delito contra el patrimonio

Arqueólogos trabajando durante la construcción del aparcamiento en el solar de Los Mondragones
Andalucía. Existen ciudades, con gran peso en el pasado, en las que realizar una obra trae consigo la más que alta posibilidad de encontrar restos de historia. Aún así, en Granada, se sorprendieron ante el descubrimiento de lo que calificaron como piezas “extremadamentes importantes” en el solar conocido como ‘Los Mondragones‘.
Fueron las obras de un aparcamiento lo que sacaron a la luz los restos de una gran villa romana datada entre los siglos I y VII de nuestra era y que contendría una zona residencial con habitaciones con pavimentos de mosaicos en buen estado de conservación, un molino dedicado a la producción de aceite, una necrópolis visigoda y un edificio de planta cuadrada que se cree que era una ermita.
Los restos abarcaban unos 4.000 metros de superficie de los 1.700 metros cuadrados que tenía la parcela en la que se inició la construcción de un aparcamiento, un gimnasio y un supermercado, alrededor del 23% del terreno.
“Fue toda una sorpresa el hallazgo”, cuenta Francisco Mata, presidente y representante legal de la Asociación Española para la Defensa de la Detección Metálica y uno de los propulsores de la denuncia que han interpuesto ante la Fiscalía de Medio Ambiente contra la Junta de Andalucía a quien acusa de un delito contra el patrimonio. “Se creía que no había nada en la zona y se encontraron con toda un conjunto arqueológico del siglo I”.
Un hecho del que la asociación que preside ya alertó a la Junta de Andalucía en enero de 2013, antes de comenzar la obra. “Ya advertimos de que podía haber restos puesto que antes había un cuartel militar y algunos miembros de la asociación que habían hecho allí la mili nos contaron que durante una excavaciones para construir una galería de tiro ya habían dado con algunos restos pero desconocíamos la envergadura de lo que encontraron”, explica.
“Actuamos a las 24 horas de enterarnos del descubrimiento de los primeros hallazgos”, cuenta, “y se siguió el procedimiento habitual”. La Administración encargó a un arqueólogo que hiciera sondeos y excavaciones “para lo que fueron levantando cuarteladas”, pero todo “eso sin parar la obra”, denuncia.
Destrucción del 80% de los restos
El problema, según explica Mata, es que parte de los restos “se fueron destruyendo bajo el argumento de que carecían de valor pese a que aparecieron restos visigodos de distintas épocas que establecían una secuencia habitacional desde el siglo I hasta el VII de nuestra era y un templo que se cree que puede ser de los primeros cristianos y que puede estar relacionado con el Concilio de Elvira”.
Todo ello contó, según se recoge en la denuncia presentada, “con el visto bueno de la Delegación de Cultura y del Ayuntamiento”.
“Se destruyó el 80%” afirma Mata, “se conserva sólo la parte del molino de aceite, parte de la vivienda y algunos mosaicos que no sabemos en qué estado se encuentra”.
Esta destrucción provocó que varias organizaciones, entre ellas la Escuela de Bellas Artes de Granada, se pronunciaran a favor de la conservación de los restos. Desde la escuela granaína emitieron un duro comunicado en el que además de ensalzar el valor de la villa romana encontrada, pedían que “no se perdiera la oportunidad de conservar los restos y mostrarlos a la ciudadanía” pues se trataban de unas ruinas “de incalculable valor que quizás estén llamadas a subsanar, en parte, la falta de testimonios visibles de la Granada romana, una época que no ha sido tenida muy en cuenta para calibrar nuestra historia a pesar de su extraordinario valor”.
Sin retrasos en la obra
Sin embargo, las obras no sólo no se pararon sino que el aparcamiento ya está terminado. Teorías sobre los motivos de la falta de protección hay muchos aunque para Francisco Mata guarda una estrecha relación “con la que la obra se hiciera con fondos FEDER finalistas y, o acababan la obra a tiempo o tenían que devolver la inversión” además de indemnizar a los promotores de la construcción del aparcamiento, una cifra que rondaría los 17 millones de euros.
Por eso, en abril de 2014 presentaron una denuncia ante la Fiscalía para que investigaran si desde la Delegación de Cultura de Granada “se podría haber incurrido en algún delito contra el patrimonio al consentir la destrucción de la mayor parte del yacimiento de Los Mondragones, en contra de la opinión pública y los manifiestos de Bellas Artes o el Colegio de Arqueólogos de Granada”.
La Fiscalía ha llamado a declarar como testigos para aclarar lo sucedido al arqueólogo del Ayuntamiento de Granada, el jefe de servicio de la Delegación de Cultura y el responsable de la constructora del aparcamiento.
Desde la Asociación Española para la Defensa de la Detección Metálica se resignan ante lo ocurrido “porque lo que se ha destruido ya no tiene marcha atrás, no hay posibilidad de recuperación” pero sí aspiran a que “haya una sanción ya que Cultura no actuó de acuerdo a la ley de patrimonio”. “Puede ser una utopía pero una sentencia favorable podría sentar un precedente para que esto no vuelva a pasar”.

La túnica de Neso | Departamento de Latín IES La Senda Quart de Poblet