La basílica de Gerena bautizó a los primeros cristianos de Sevilla desde el siglo IV






JUAN CARLOS ROMERO - Gerena


En pleno casco urbano de Gerena, en la comarca del Corredor de la Plata, un agricultor se topó en los años ochenta del pasado siglo con unas ruinas que escondían un espacio sacro reservado al culto, cuna de las primitivas comunidades cristianas de Andalucía. Cuando en 2002 el departamento de Arqueología de la Universidad de Sevilla puso en valor el yacimiento arqueológico, el conjunto resultó ser una basílica paleo-cristiana, que data de los siglos IV-V después de Cristo.

El consistorio ha anunciado que durante la Ruta de la Tapa, que arranca este viernes y culmina el domingo, los restos de esta basílica estarán a la vista de todos con acceso libre al encuentro con esta parte de la historia sevillana.

Las administraciones han tratado de extremar su conservación con la declaración de las ruinas de la basílica como Bien de Interés Cultural de Andalucía, y la Archidiócesis de Sevilla la ha reconocido organizando una misa anual junto a la pila que hace siglos bautizó a los primeros cristianos andaluces. «Debió tener mucha importancia en su época por ser el primer templo cristiano levantado en esta zona, y sin duda fue clave para la propagación de esta religión y la conformación de las primeras comunidades de creyentes», explica María Tenorio, concejal de Medio Ambiente, Juventud y Turismo a ABC Provincia.

Ubicación estratégica

«Su importancia también estriba en su ubicación estratégica, ya que nuestro pueblo es una encrucijada de caminos en la que confluyen varias comarcas», abunda la edil, atendiendo a la proximidad de la Ruta de la Plata que da nombre a la comarca y que ha marcado históricamente el desarrollo de sus habitantes.

Tan importante como desconocido para la opinión pública, este yacimiento arqueológico se puso en valor hace 15 años con fondos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y del propio Ayuntamiento.

Sobre la planta del edificio que ha llegado a nuestros días, los expertos identifican tres fases de construcción del enclave sacro: la primera es la basílica, la segunda contempla un baptisterio donde se bautizaba a los nuevos cristianos que pasaban a formar parte de la comunidad religiosa con una pila que ocupaba un lugar central con forma de cruz griega, y la tercera parte presenta un cambio en la distribución de los espacios por el que la pila bautismal pasa a ser circular y a estar elevada respecto al suelo.

El cardenal Carlos Amigo Vallejo ofició en alguna ocasión celebraciones religiosas sobre las ruinas de esta basílica en recuerdo a los primeros cristianos de Sevilla, una tradición que se ha seguido celebrando monseñor Asenjo, arzobispo de Sevilla.


En los exteriores e interiores del templo, que tuvo su etapa de máximo explendor en el siglo V después de cristo y se desarrolla hasta el siglo VI, han aparecido necrópolis, hallándose el mayor número de tumbas excavadas en el interior de la nave mayor. El Museo Arqueológico de Sevilla atesora los ajuares encontrados en los enterramientos, que se extienden en el tiempo hasta la llegada de los árabes, cuando la religión cristiana pasó a ser menos relevante en las zonas ocupadas.

De la mano del turismo, el templo que vio rezar a los cristianos de Sevilla busca una nueva etapa de esplendor y ofrece la visita al conjunto en una ruta por la localidad concertada en el teléfono 955782002 o en el correo electrónico gerena@dipusevilla.es que siguen diversos grupos a través de los programas de fomento del turismo de la Diputación.

La basílica de Gerena bautizó a los primeros cristianos de Sevilla desde el siglo IV