Re: La Isla del Meridiano
El faro de Orchilla
Hasta el descubrimiento de América en 1.492, la isla de El Hierro se consideraba el límite del mundo conocido. De esta manera, utilizando los criterios cartográficos aportados por Marino de Tiro y Claudio Tolomeo en sus ocho libros que forman su obra "Geografía", desde el siglo II se aceptó, que la línea que une los dos polos o Meridiano 0º pasaba por el El Hierro en su punto más occidental, Orchilla. Así aparece en los primeros mapas de las tierras exploradas hechos por la Escuela Alejandrina y Tolomeo.
Toda la cartografía y conocimientos geográficos dieron un vuelco con el descubrimiento del Nuevo Mundo. En esos momentos comenzó el declive de nuestro meridiano. Varios países se disputaban tener en su territorio ese punto de partida en la cartografía moderna.
Sin embargo, toda la cartografía histórica referida a Canarias menciona el Meridiano de El Hierro. Torriani realiza el mapa astrológico de Canarias formando un gigantesco cangrejo, al relacionarlo con Cáncer, sobre una doble línea que llama "il primo Meridiano".
Una contundente defensa del Meridiano de El Hierro la hizo en 1.724 la Academia de Ciencias de Francia, habiendo realizado una expedición el científico Lovis Fevilée para determinar la diferencia de longitud entre Orchilla y el Observatorio de París.
Quizás el gobierno español no consideró de interés esta circunstancia histórica, dejando que Society of London aportara a la cartografía moderna unas medidas de longitud, latitud y tiempo respecto del Observatorio de Greenwich, siendo así el centro del GMT (Greenwich Mean Time), por el que se rigen las variaciones horarias de nuestro planeta.
De esta manera, El Hierro perdió el meridiano, sin embargo, seguía siendo un enclave estratégico para la navegación, así que la Comisión Nacional de Faros aprobó instalar un fanal en Orchilla, aunque por circunstancias políticas y burocráticas el proyecto no se realizó hasta1.924, fecha en la que comenzaron las obras gracias a José Herbella, Jefe del Servicio Central de Señales Marítimas.
El proyecto fue ejecutado por el técnico herreño Antonio Montesdeoca, ayudado por el ingeniero Eloy Campiña para montar la iluminaria. La obra fue entregada en 1.930 después de numerosas dificultades, sobre todo por el inhóspito y lejano enclave.
Con piedra llevada de Arucas, en la isla de Gran Canaria, el faro de Orchilla, desde un punto de vista arquitectónico, sigue los cánones tipo lógicos del momento. Lo constituye un complejo formado por tres obras: linterna, casa del farero y aljibe.
El 25 de septiembre de 1.933 fue encendida por primera vez la luz roja con destellos de luz blanca cada cinco segundos perceptibles a setenta y cinco millas marinas, por los torreros fundadores, Carmelo Heredia y Rafael Medina.
En la actualidad el faro no está en uso, a la espera de que se pueda enmarcar dentro de algún proyecto turístico o cultural. Se ha hablado de local de hospedería, museo cartográfico o espacio de exposiciones y conferencias, etc. Hasta su recuperación se mantiene erguido y ajeno al paso del tiempo, siendo punto obligado para quienes visitan El Hierro
http://www.elhierro.com
Re: La Isla del Meridiano
En efecto, ya desde el siglo II Ptolomeo había fijado el meridiano 0 en donde está la isla de Hierro. Cuatro siglos antes, Hiparco de Rodas, astrónomo, matemático y autor de un catálogo de estrellas, había intentado fijar un meridiano cero con vistas a calcular con exactitud la posición de cualquier lugar de la Tierra, y lo hizo pasar por su isla natal. A pesar de ser un gran científico (le debemos la trigonometría, el astrolabio --no, no lo inventaron los árabes; si acaso lo perfeccionaron-- y el descubrimiento de la precesión de los equinoccios), no tuvo éxito con lo del meridiano, y desde Ptolomeo le cupo ese honor a Canarias durante bastantes siglos. Ya en tiempos más recientes, cuando se generalizó la navegación transoceánica y diversas potencias se disputaron los mares, cada país intentó arrimar el ascua a su sardina y hubo meridianos cero que pasaban por Greenwich, Cádiz, Lisboa, París, Roma, Berlín, Copenhague, San Petersburgo, Río de Janeiro y Tokio. Esto obligó al presidente Chester Arthur de los Estados Unidos a convocar una conferencia internacional en 1884 a fin de que todos acordaran un mismo meridiano y tuvieran una referencia horaria común. Y como en ese momento Inglaterra era el gran imperio y dueña de los mares, tenía más influencia y producía mejores cartas de navegación, no fue difícil que se aceptara el de Greenwich.
Qué pesados, siempre repitiendo la misma tontería, que si antes de Colón pensaban que la Tierra era plana y los barcos se caerían, donde temibles monstruos esperaban a los infortunados marineros para merendárselos (me pregunto cómo es que no se vaciaba el mar). Todo por culpa de Washington Irving y su novela sobre Colón. Siempre se había sabido que la Tierra era redonda, desde Erastóstenes, que calculó la circunferencia terrestre con un error casi insignificante, y la iconografía medieval está llena de representaciones de Cristo y de reyes y emperadores con la bola del mundo en la mano. La Biblia, y también la Summa Teológica, dicen que la Tierra es redonda. Pero no, están empeñados en hacernos creer que aquellos grandes siglos de la Cristiandad fueron una época de tinieblas, superstición e ignorancia, hasta que de la noche a la mañana, con la llegada del Renacimiento, de pronto los hombres despertaron a la civilización y lo descubrieron todo de golpe, sin deber nada a sus predecesores.