LA IDEA IMPERIAL LEONESA :

En este foro y en sucesivos de acá y allá, no es raro ver distintas posiciones con respecto al regionalismo que, en sanidad y criterio, encarna los valores políticos de nuestra española tradición. No es raro ver quejarse-con mayor o menor razón-a catalanes y/o castellanos. Realmente, son asuntos espinosos que hay que medir con mesura; la importancia correcta de que Cataluña fue un Principado de la Corona de Aragón y que Castilla nace de la Casa Leonesa de Lara; sin desmerecer sus méritos, como la Gran Cruzada de la Gran Compañía de los Almogávares, acudiendo al socorro de la Hélade Cristiana, plantando la cruz potenzada en su reconquistado Reino de Jerusalén; o el avance reconquistador que Castilla-con sus hidalgos y bravos caballeros; empezando por la misma nobleza Trastamara-aportó; tras el inicio definidor del Reino de León.


Pero, señor@s, ¿ qué pasa con León y los leoneses ?

La Religión Católica y su consiguiente Espíritu de Cruzada iluminan a una buena parte de la aguerrida sociedad hispánica, que se reclama como heredera de la gesta de Don Pelayo, y del pasado hispanogodo. El Papado así lo vio; organizando expediciones de Cruzados en Barbastro-1604-, concedióle Dignidad Real a la Monarquía Aragonesa; medió en las distintas rivalidades entre los Reyes Cristianos y estimuló las alianzas contra la bárbara morisma.

Es en este contexto cuando cobra de nuevo vida la Vieja Idea del HISPANICVM IMPERIVM, de abrigo astur-leonés, que presentaba a su Reinado como la viva herencia destinada a restaurar la autenticidad de Las Españas, plasmada en la Unidad Católica, siempre teniendo como referente a los Concilios de Toledo. En tiempos de Alfonso III ( 866-910 ) se fue madurando la premisa; así lo entienden historiadores como Barbero, Vigil, Domínguez Ortiz o Salrach Marés : El astur-leonés pujante como heredero y transmisor del Toledo Imperial Visigodo; restaurador de un Nuevo Orden basado en esas viejas e innegociables tradiciones.

En el 1032, el Infante Fernando, que estaba destinado a suceder a su padre Sancho III el Mayor-Aquel que se proclamaba Rex Ibericvs; y que, curiosa y falsamente es reivindicado por los separatistas antiespañoles, como pasa con el Gran Rey Español Jaime I el Conquistador, de la Corona Aragonesa….-en el gobierno del Condado de Castilla, contrajo matrimonio con la Infanta Sancha, hermana del Monarca Leonés Vermudo III, la cual aportó en dote las tierras entre el Pisuerga y el Cea ( Carrión, Saldaña ), ya ocupadas militarmente por el Gran Rey Navarro Sancho III tres años antes. Era una solución de compromiso para los problemas de frontera que desde tiempo atrás enfrentaría a castellanos y leoneses. En el 1035, Fernando heredó Castilla, ampliada en el Oeste hasta el Cea, pero disminuida en el este en tierras alavesas, santanderinas y burgalesas, en provecho de Navarra.

Esta herencia sería una causa de conflictos con navarros y leoneses. Efectivamente, al reivindicar Vermudo III las comarcas palentinas fue derrotado y muerto en Tamarón ( 1037 ) Fernando, a quien auxilió en la contienda de su hermano García de Navarra, se proclamó entonces Rey de León y Galicia, y fue ungido como tal en León.

Pronto surgieron litigios fronterizos con Navarra y, a pesar de los intentos mediadores de la Iglesia, se llegó a un enfrentamiento en Atapuerca en el 1054; donde García fue derrotado y muerto. Fernando I al principio se limitó a ocupar el Noroeste de La Bureba y recibir el vasallaje de su sobrino Sancho IV; pero, años más tarde avanzó la frontera castellana hasta Castro Urdiales, Valpuesta, Lantarón, Cellorigo y Pazuengos-1064-; política hegemónica que, unida a la expansión castellana hacia el este por zaragozanos pagos, anulaba las posibilidades expansivas de Navarra.

Respecto a los muslimes, Fernando I alternó la Reconquista Militar con la imposición de exacciones ( Más nos hubiera valido que se hubiera ocupado sólo de lo primero….) Ya en el 1043, ayudó a Al Ma´mun de Toledo contra Sulayman Ben Hud de Zaragoza, a cambio de tributos. En la frontera galaico-portuguesa ( Origen de esta común filología, que por intereses políticos, hoy se subdivide en gallego y en portugués ) ocupan sus huestes Lamego, Viseo ( 1057 ) y Coimbra ( 1064 ), obligando a los islamistas a retirarse al sur del Montego; en la frontera oriental de Castilla se reconquista San Esteban de Gormaz y Berlanga ( Hacia el 1060 ), obligando a Motarikh de Zaragoza a pagar parias; en el sur se produjo el sitio de Salamanca y de Alcalá ( Hacia el 1062 ) y el saqueo de los Valles del Jarama y del Henares, con lo cual Fernando I pudo exigir nuevos tributos a Al Ma´mun de Toledo. En el 1063, al servicio de Motarikh de Zaragoza, las mesnadas de Castilla derrotan al Rey Ramiro I de los Aragoneses cuando éste intentaba reconquistar Graus. En el mismo año, Fernando I envió una expedición leonesa por tierras de Badajoz y Sevilla, a cuyos reyes sometió a tributación. Poco después, Motarikh de Zaragoza rehusaría satisfacer las parias y Fernando saqueó su reino.

El primer monarca de Castilla y León de la dinastía navarra edificó la Basílica de San Isidoro de León, consagrada en el 1063, ocasión en la que se celebró una Curia Regia, donde, siguiendo concepciones patrimoniales ya aplicadas por Sancho III, proyectó una futura distribución de territorios y derechos monárquicos entre sus hijos : El primogénito, Sancho, recibiría el Reino Castellano y las parias zaragozanas; el segundo, Alfonso, León y las parias de Toledo, y García, el Reino Gallego-Portugués y las parias de Híspalis y Badajoz. No obstante, cabe destacarse que, en la política de Fernando I siempre figuró el engrandecimiento de Castilla, aun a expensas del Reino Navarro.

En estas condiciones, la división de la herencia de Fernando I no podía satisfacer a los castellanos y a su Rey Sancho ( 1066-1072 ), que casi de inmediato intentaron ampliar las fronteras del Reino. Antes de proceder contra León, Sancho dirigió sus tropas contra el Monarca Navarro ( 1067 ). La ofensiva, aunque concretada a una zona del Noroeste Burgalés, desencadenó un conflicto de mayor alcance, denominado Guerra de los Tres Sanchos, que enfrentó a Sancho II de Castilla con sus homónimos de Navarra y Aragón-aliados- El Monarca Aragonés, Sancho Ramírez, derrotó a los castellanos en Viana ( 1067 ); pero acto seguido se retiró de la lucha hostilizada por los islámicos de Huesca, que obraban de común acuerdo con el castellano. La defección del aragonés, con la consiguiente debilitación del frente enemigo, permitió a Sancho II negociar una paz favorable con Sancho IV de Navarra e incorporar Pancorbo y Oña.

Sancho II dirigió sus miras hacia el Oeste, donde intentó hacerse con la Corona Leonesa de su hermano Alfonso, a quien derrotó en Llantada ( 1068 ), aunque sin graves consecuencias. Años más tarde, despojó-1071-a García de la Corona Galaica y, decidido a reunir bajo su soberanía todas las tierras que anteriormente había regido su padre, atacó y venció a Alfonso en Golpejera ( 1072 )

Con todo, muerto Sancho II, Alfonso VI abandonó su toledano refugio para convertirse en Rey de Castilla, León, Portugal y Galicia; consciente de su innovadora misión, proclamóse Imperator Totivs Hispaniae.


Estos breves apuntes historiográficos se realizan en base a los primeros siglos de la Reconquista. ¿ Qué es la Historia, sino la mejor herramienta para aprender de virtudes y defectos ? No podemos caer ni en centralismos ni en separatismos, pues al fin y al cabo, es el mismo cainismo. No volvamos a los errores de la masónica I República y seamos los hispanistas capaces de refrendar nuestro legado y de trabajar por la Reunificación Hispánica.

A León se le acusa ( Y desde supuestas posturas “ castellanistas “ ) de latifundista, caudillista, y no sé cuántas estupideces más; cuando es el empuje leonés el inspirador de la misma España; heredando a los primigenios astures; Castilla fue una fundación bastante posterior; y por obra y gracia de leoneses. No es de extrañar que más de un leonesista hispánico y consciente reclame lo suyo. Que reclame su extensión política y cultural, a través de León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia, Cáceres, la lengua que penetró por Tras-os-Montes ( Que ahora llaman mirandés; reconocido oficialmente por la República Portuguesa ) y llegó hasta el Reino de Sevilla ( Queda en Extremadura el castúo )…León es Patriarcado de Castilla, Portugal y del Reino de Sevilla, y su antecesor, el viejo Reino Astur, el cetro imperial hispano, herencia del Toledo Gótico.

La historiografía, sobre todo a raíz de la invasión borbónica, tiende a asimilar León a Castilla ( Y no al revés ), despojándole de su mérito y territorialidad. La teoría jacobina de “ Castilla médula de España “ lleva siglos taladrando con su falsedad, de ello no tiene culpa el noble pueblo castellano, sino la falsedad de tantos años; negando a favor de Castilla la diversidad de los Reinos Españoles.

Todas las Coronas Hispánicas estuvieron en determinados momentos unidas. Unos se encierran en patrimonialismos dinásticos; otros, idealizan determinados sistemas político-administrativos del pasado; sea como fuere, dos ejemplos de materialismos, incomprensibles para con el ser hispánico. Por encima de las divergencias está ESPAÑA; y el regionalismo como tal no tiene por qué caer en estas posturas. Por ello me enorgullezco leyendo a Ramón Menéndez Pidal, Julio Caro Baroja, Marcelino Menéndez Pelayo, António Sardinha, Ramiro de Maeztu, José Antonio Primo de Rivera o Juan Vázquez de Mella.


León Rampante, León Hispánico, que se reconozcan tu Legado y se respeten tus Hazañas

Que sigas coronando el Alcázar de Sevilla

León, Empuje Militar Visigodo, Tradición Católica, Profundo Legado Hispanorromano, Visión Imperial


PUXA LLIÖN ¡

RESTAVRATIO HISPANICA