Terrible augurio del P. Félix Sardá y Salvany, al final de su obra 'El liberalismo es pecado' (1884); se comprueba y demuestra magistralmente que todos los pasos de las autoridades civiles y finalmente, hasta de las religiosas, han ido encaminados a este siniestro plan de endemoniar a la Cristiandad y a España. ¿Para qué más cábalas sobre el Apocalipsis?
Al fin, el diablo y sus compinches en la tierra se han salido con la suya. Esto está escrito en 1884, pero la realidad actual aun es más terrorifica que lo que el P. Sardá pudo prever jamás; su España era de ensueño pese a todo (nadie imaginaba aun nada sobre las plagas satánicas y legalizadas de divorcio, abortos, gays, pornografía, teorías de 'género', mujeres masculinizadas, misas blasfemas, apostasía de la Santa Sede, mundialismo masónico, lavados de cerebro masivos, etc etc.)
“CAP XLIV: - Sobre la ‘tesis’ y la ‘hipótesis’ en la cuestión del liberalismo de que tanto se ha hablado en nuestros tiempos.
...¿Qué es la ‘tesis’? Es el deber sencillo y absoluto en que está toda sociedad o Estado de vivir conforme a la ley de Dios según la revelación de su Hijo Jesucristo, confiada al ministerio de su Iglesia.
¿Qué es la ‘hipótesis’? Es el caso hipotético de una nación o Estado donde, por razones de imposibilidad moral o material, no puede plantearse francamente la ‘tesis’ o reinado exclusivo de Dios, siendo preciso que entonces se contenten los católicos con lo que aquella situación hipotética pueda dar de sí...
... ¿El Liberalismo es aquí un mal menor que tengamos que aguantar los católicos, como remedio para precaver mayores males; o es, al revés, un gravísimo mal que no nos ha librado de ninguno y que amenaza, en cambio, con traernos muy más pavoroso y desdichadísimo porvenir?
Recórranse una a una todas las reformas (de Religión hablamos) que de sesenta años acá (1820 -1880) han ido transformando la organización católica de nuestra patria en organización atea; ¿cuál de estas reformas ha sido imperiosamente demandada por una verdadera necesidad social? ¿Cuál de ellas no ha sido introducida violentamente como una cuña en el corazón católico de nuestro pueblo, para que en él fuese penetrando poco a poco a fuerza de martillar sobre ella con decretos y más decretos la maza feroz del liberalismo?
Creación oficial han sido aquí todas las llamadas exigencias de la época; oficialmente se ha implantado aquí la Revolución; oficialmente y con el presupuesto se ha mantenido; acampada como un ejército invasor vive sobre nuestro suelo, y a costa de su burocracia, que es la única que explota sus beneficios...
Dígasenos ahora; para contentar a esos grupos y grupitos a alguno de los cuales costaría gran trabajo definir (se refiere a protestantes, librepensadores, indiferentes, espiritistas, racionalistas, deístas, ateos, positivistas, mahometanos... que, en 1880, oficialmente no sumaban ni 15.000 individuos en toda España), ¿está puesto en razón que se sacrifique el modo de ser religioso de 18.000.000 de españoles, que por ser católicos tienen derecho a vivir católicamente y a que católicamente les trate el Estado, al que sirven con su sangre y con su dinero? ¿No hay aquí la más irritante opresión de la mayoría por una minoría audaz y de todo punto indigna de influir tan decisivamente en los destinos de la patria? ¿Qué razones de ‘hipótesis’ se pueden, pues, invocar aquí para la implantación del Liberalismo, o sea, del ateísmo legal en nuestra sociedad?
Resumamos. La ‘tesis’ católica es derecho que tiene Dios y el Evangelio a reinar exclusivamente en la esfera social y el deber que tienen todos los órdenes de la esfera social de estar sujetos a Dios y al Evangelio-
La ‘tesis’ revolucionaria es el falso derecho que pretende tener la sociedad a vivir por sí sola y sin sujeción alguna a Dios, a su fe, y en completa emancipación de todo poder que no proceda de ella misma.
Y la ‘hipótesis’ que entre estas dos tesis nos vienen predicando los católico-liberales, no es más que una mutilación de aquellos absolutos derechos de Dios en aras de una falsa concordia entre Él y su enemigo. Para lo cual ¡repárese cuán artera es la Revolución! se procura de todos modos dar a entender y persuadirse que se halla ya la Nación española en condiciones tales, que no le permiten buscar para sus desgarros otro género de remiendo y compostura que esa especie de conciliación o transacción entre los pretendidos derechos del Estado rebelde y los verdaderos derechos de Dios, su único Rey y Señor.
Y mientras se predica que España se halla ya en esta desdichada 'hipótesis', lo cual es falso y no pasa de un mal deseo, lo que se procura por todos medios es que pase esta ‘hipótesis’ deseada a ser efectiva realidad, y que un día u otro llegue a ser verdaderamente imposible la ‘tesis’ católica, y llegue a ser inevitable abismo, donde a una naufraguen nuestra nacionalidad y nuestra fe, la ‘tesis’ francamente revolucionaria.
¡Gran responsabilidad alcanzará ante Dios y ante la patria a los que de palabra o de hecho, por directa comisión o por simple omisión, se hayan hecho cómplices de esta horrible celada, por la cual con falsas excusas de mal menor y de hipotéticas circunstancias, no se logra otra cosa que anular los esfuerzos de los que sostienen ser aún posible para España la íntegra soberanía social de Dios, y ayudar a los que pretenden llegue a ser un día absoluta en ella la soberanía social del demonio!” (1884)
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