Tema: Los malos augurios del presente

Hay una actividad profética unas veces teológica, otras filosófica, algunas veces más sociológica que podríamos calificar como género literario, pues el profetismo tiende a estar escrito y se procura transmitir de cualquier manera aunque sea oralmente. Para los católicos todo el profetismo termina en el Nuevo Testamento, siendo cualquier manifestación profética posterior simples apreciaciones debidas a ciertas sensibilidades. Parece ser verdad que algunas personas están dotadas de alguna capacidad especial que les permite intuir, o entrever, sucesos futuros. Hay casos muy famosos, como el de Nostradamus o, más recientemente, el de Edgar Cayce entre otros muchos que afirman poseer unas especiales cualidades. Pero lo cierto es que nada de lo que comunican es más que una especulación a través de la cual parecen acertar a veces o, literalmente, copian lo que siendo mucho más antiguo y certero les sirve de inspiración según el momento o la ocasión haciéndolo pasar por propio. Pero también, hay otro tipo de profetismo asociado a los santos, o a personas que confiesan haber tenido visiones a través de un estado arrebatado de naturaleza religiosa o mística. Un ejemplo de ello son las famosas y extensísimas visiones de Ana Catalina Emmerich. En otros casos, los avisos proféticos están asociados a las apariciones, generalmente marianas, como las de Fátima de las que en este 2017 se cumple el centenario. O las hoy casi olvidadas de Garabandal.

Es un tema complicado y delicado. La creencia en ello está determinada por muchos factores, siendo presentadas como superchería e ignorancia la mayor parte de las veces. En ello han influido ciertas condiciones: la mayor parte del profetismo está asentado sobre épocas antiguas en las que las supersticiones eran creencias comunes (hoy también, y algunas a peor); por supuesto, los ambientes en los que se dieron más casos eran los más desfavorecidos, aunque en Roma los arúspices fuesen consultados por los propios emperadores. Naturalmente, el profetismo está indisolublemente unido a las religiones. No hay gran religión que no contenga profecías de algún tipo. Y como hoy la religión está considerada como una forma más de superstición, pues el profetismo también. Peculiarmente en el ámbito de las ciencias y entre ateos y materialistas, también hay un profetismo supersticioso cuando anuncian la vida inmortal, la curación de las enfermedades, el final del hambre en el mundo, la conquista del Universo y su poblamiento por nuestra especie, y la transformación del ser humano en un ente irreconocible, y todo ello gracias al uso (y abuso permanente) de la idea de la ciencia como panacea que, en realidad, no asegura nada de nada.

De todo ello hay abundante documentación en Internet, desde webs y blogs, a artículos enciclopedistas y, como no, a la tremenda exhibición de vídeos en You Tube, la mayoría de los cuales no son sino basura de conspiranoicos o de individuos que creen que los demás se chupan el dedo y a quienes se les puede encasquetar toda clase de entelequias de bajo coste, en particular porque muchos conllevan publicidad y cada conexión es dinerito en la cuenta corriente en algún Banco. Pero dentro de esa actividad escandalosa, a veces es posible encontrar contenidos de utilidad. Para eso hay que gastar tiempo, o perderlo miserablemente, pero cuando uno se encuentra un pequeño premio a la paciencia, acaba por dar por bueno el tiempo pasado urgando aquí y allá.

Dentro de ese poco que puede ser de interés, o cuando menos hacer pensar, encontré casualmente, todo he de decirlo pues no buscaba nada relacionado con el tema, pero creo que todo el mundo sabe que cuando busca coches le salen fiestas en la piscina de un crucero por el Mediterráneo, o si se buscan casas de alquiler para el verano, pueden aparecer vídeos sobre la hipotética IIIGM. Pues algo así me sucedió y por pura casualidad me encontré con uno de los vídeos proféticos que nada tienen que ver con calendario maya alguno, ni con los pronósticos de la Bruja Lola.

El texto leído es de Juan de Jerusalén. Contiene imágenes duras, pero sólo duran unos instantes y en todo momento están referidas a diferentes pasajes tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. Todo el contenido se refiere al mundo de hoy, aunque no se den más indicaciones que las del propio profeta con la expresión: "Cuando empiece el año mil que sigue al año mil."

https://www.youtube.com/watch?v=eCa39t87z5M

El texto escrito completo lo pondré en el siguiente mensaje.