Fuente: FATIMA.ORG
Socci habla acerca de la última prueba acerca de un texto escondido del Tercer Secreto
Por Christopher A. Ferrara
27 de Agosto de 2014
Una vez más Antonio Socci se encuentra en medio del misterio del Tercer Secreto de Fátima. Su columna del 17 de Agosto acerca de una biografía de la Hermana Lucía recientemente publicada, producida por las Hermanas del Convento de Coímbra, comenta una asombrosa nueva revelación contenida en ese libro en relación a lo que debe ser la perdida explicación de la Virgen acerca del significado de la enigmática visión del “Obispo vestido de blanco” publicada en el 2000.
El silencio de las Hermanas en respuesta a las preguntas puntuales acerca de esta nueva revelación, dice bien mucho. Como dice Socci, otra pequeña pieza de la verdad que ha venido a la luz, añadiéndose a la montaña de pruebas que hay acerca de un encubrimiento. Adjunto mi traducción del artículo explosivo de Socci (con una ligera edición en la puntuación) [1].
* * *
NOVEDAD APOCALÍPTICA DE FÁTIMA (EL ÚLTIMO MISTERIO: EL SILENCIO DE LAS HERMANAS, PERO QUIEN CALLA…)
Por Antonio Socci
17 de Agosto de 2014
Hay una novedad en la cuestión del “Tercer Secreto de Fátima”, una profecía que se desarrolla durante todo el siglo XX y que parece llegar a su realización final.
La novedad está contenida en una publicación oficial del Carmelo de Coímbra, donde vivió y murió (en 2005) Sor Lucía dos Santos, la última vidente. Se titula “Un caminho sob o olhar de Maria”, y es una biografía de Sor Lucía, escrita por las hermanas, con los valiosos documentos inéditos de la misma vidente.
Antes de ver esto, conviene recordar cuál es la Historia de Fátima.
La Historia de un siglo
En el incendio de la Gran Guerra, el 13 de Mayo de 1917 la Virgen se aparece en un pueblo portugués a tres pastorcillos.
Los periódicos laicos se burlan de los “ingenuos” y desafían a la Virgen a que dé una señal pública de su presencia. Ella promete a los tres niños que les dará el signo, y, en la última aparición, del 13 de Octubre, 70 mil personas que fueron a la Cova de Iría asisten aterrorizados a los zigzag del Sol en el cielo. Un fenómeno que, al día siguiente, será informado por los periódicos (incluso anticlericales).
En la aparición del 13 de Julio, Nuestra Señora había confiado a los niños un mensaje para el mundo entero. Era la gran profecía acerca de las siguientes décadas, si la humanidad no volvía a Dios.
En efecto, todo se realizó: la Revolución bolchevique en Rusia, la difusión del Comunismo en el mundo, las sangrientas persecuciones contra la Iglesia, y, finalmente, la Segunda trágica Guerra Mundial.
Había, sin embargo, una tercera parte del Secreto que se debía revelar –dijo Nuestra Señora– en 1960. Llegada esa fecha, Juan XXIII lo ocultó todo porque era terrible su contenido.
Esto provocó un mar de hipótesis. En 2000, Juan Pablo II dio a conocer el texto del Tercer Secreto, que contiene la famosa visión del “Obispo vestido de blanco”, con el Papa que atraviesa una ciudad destruida, con muchos cadáveres, y luego el martirio del Santo Padre, de los Obispos, de los Sacerdotes y fieles.
Por muchos elementos se podía intuir que no era todo. Yo, al igual que otros autores, en 2006 publiqué un libro, “El Cuarto Secreto de Fátima”, donde mostré que faltaba la parte, escrita y enviada más tarde, con las palabras de Nuestra Señora, que explicaban la propia visión.
El mismo secretario de Juan XXIII, Monseñor Capovilla, que había vivido todo en primera persona, en una conversación con Solideo Paolini, mencionó la existencia de un “agregado” misterioso.
De parte eclesiástica, se ha desmentido oficialmente que exista y que sean profecías concernientes a nuestros tiempos.
Ratzinger en 2010
Pero una confirmación clamorosa, aunque implícita, vino del mismo Benedicto XVI durante un viaje de improviso a Fátima el 13 de Mayo de 2010, en el que afirmó: «Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada» [2].
Y agregó: «Se indican realidades del futuro de la Iglesia, que se desarrollan y se muestran paulatinamente… y, por tanto, son sufrimientos de la Iglesia los que se anuncian» [3].
Pero, ¿qué profecías podrían encontrarse en ese texto?
Hacen reflexionar estas dos frases del Papa pronunciadas en aquel discurso en Fátima: «El hombre ha sido capaz de desencadenar una corriente de muerte y de terror, que no logra interrumpirla» [4]. Y agrega: «la Fe, en vastas regiones de la Tierra, corre el peligro de apagarse como una llama que ya no es alimentada» [5].
De las palabras del Papa Benedicto se intuye, por lo tanto, que realmente lo que hay en el Tercer Secreto es dramático para la Iglesia y para el mundo. Probablemente a aquella visita del Papa se debe la edición de este libro que filtra otro pedazo de la verdad.
Este volumen se basa en las cartas de la Hermana Lucía y en el Diario inédito titulado “Mi Camino”. Impresiona, en medio de lo inédito, la narración de cómo la Hermana Lucía superó el terror que le impedía escribir el Tercer Secreto [6].
Lo inédito
Hacia las 4 de la tarde del día 3 de Enero de 1944, en la Capilla del Convento, ante el Tabernáculo, Lucía pide a Jesús que le haga saber su voluntad: «Sentí entonces que una mano amiga, cariñosa y maternal, me toca en el hombro».
Es “la Madre del Cielo” que le dice: “estate en paz y escribe lo que te mandan, pero no lo que te he dado a entender de su significado”, aludiendo al significado de la visión que la misma Virgen le había revelado [7].
Inmediatamente después –dice la Hermana Lucía – «sentí el espíritu inundado por un misterio de luz que es Dios y en Él vi y oí, – La punta de la lanza como llama que se desprende, toca el eje de la Tierra, – Ella tiembla, montañas, ciudades, villas y aldeas con sus moradores son sepultados. – El mar, los ríos y las nubes se salen de sus límites, se desbordan, inundan y arrastran consigo en un remolino, viviendas y gente en número que no se puede contar, es la purificación del mundo por el pecado en el que se sumerge. – ¡El odio, la ambición provocan la guerra destructora! – Después sentí en el palpitar acelerado del corazón y en mi espíritu el eco de una voz suave que decía: – En el tiempo, una sola Fe, un solo Bautismo, una sola Iglesia, Santa, Católica, Apostólica: – En la Eternidad, ¡el Cielo!
»Esta palabra “Cielo” llenaba mi alma de paz y felicidad, de tal forma que, casi sin darme cuenta, quedé repitiendo por mucho tiempo, – ¡El Cielo! ¡El Cielo!».
Así le es dada la fuerza para escribir el Tercer Secreto.
Lo inédito que acabo de mencionar es un documento muy interesante, en el cual los adeptos al trabajo encuentran fácilmente confirmación a la reconstrucción histórica por la cual el Tercer Secreto está compuesto de dos partes: una, la visión, que fue escrita y enviada en primer lugar; mientras que la otra –la de las palabras de la Virgen María y del “significado” de la propia visión– fue escrita y enviada más tarde [8].
Es el famoso y misterioso “agregado” al que se refirió Capovilla. Es el texto, aún no publicado, donde presumiblemente está la parte que más asustaba a Sor Lucía. La misma parte que asustó a Juan XXIII (pero también, antes que a él, al Papa Pío XII), y que Roncalli decidió no revelar porque –a su juicio– podría ser sólo un pensamiento de la Hermana Lucía, sin origen sobrenatural.
Es una parte tan explosiva que aún ahora se continúa negando oficialmente su existencia. Y la apertura de Benedicto XVI en 2010, que llevó a la publicación de este volumen, hoy se ha vuelto a cerrar.
Quien calla…
Lo demuestra lo que le ocurrió a Solideo Paolini, el mayor estudioso italiano de Fátima, que, vistas las páginas de este libro que le envié, escribió al Carmelo de Coímbra pidiendo consultar las dos obras inéditas mencionadas en el volumen, pensando que existen ulteriores detalles sobre la parte mantenida en secreto.
La carta llegó a destino (autenticado por el recibo), pero no tuvo respuesta. Paolini escribió de nuevo entrando en el fondo y preguntando si Sor Lucía puso negro sobre blanco el “significado de la visión” que le había sido dado a comprender de lo Alto y que aquel 3 de Enero evitó anotar por sugerencia de la Virgen: «¿En las obras que yo le había pedido consultar, no hay ninguna referencia a “cualquier cosa más” en relación al Secreto de Fátima, que no haya sido textualmente publicada hasta hoy?».
La carta fue recibida el 6 de Junio. Pero también ésta no tuvo respuesta. Sin embargo, habría sido fácil decir que no. Evidentemente la respuesta era “sí”, pero no se puede dar, porque sería explosiva. Así que, silencio.
Sin embargo, la visión que acabo de mencionar se refiere a los dos elementos que se supone están contenidos en el texto inédito del Secreto: la profecía de una inmensa tragedia para el mundo, y una gran apostasía y crisis en la Iglesia. Una prueba apocalíptica al final de la cual –dijo Nuestra Señora en Fátima ella misma– «Mi Inmaculado Corazón triunfara».
A este esperado “triunfo” hizo referencia Benedicto XVI en 2010: «Que estos siete años que nos separan del centenario de las Apariciones (2017) impulsen el anunciado triunfo del Inmaculado Corazón de María, para gloria de la Santísima Trinidad» [9].
Esto significa que hoy, en 2014, ¿hemos entrado en la espantosa prueba? De hecho, si nos fijamos en las noticias…
[1] Nota mía. El texto original en italiano se puede ver en ANTONIOSOCCI.COM.
Para la traducción al castellano del artículo del periodista neoconservador Antonio Socci, me he servido fundamentalmente del texto que aparece en el sitio ACCIONFAMILIA.ORG, con algunas correcciones en el texto; para las citas de Benedicto XVI, he utilizado principalmente los textos oficiales del Vaticano; y para las citas del libro del Carmelo de Coímbra, me he servido directamente de la edición castellana publicada también por las Religiosas del referido Convento.
[2] Nota mía. Homilía de Benedicto XVI en la Santa Misa celebrada en la explanada del Santuario de Fátima, 13 de Mayo de 2010.
[3] Nota mía. Palabras de Benedicto XVI a los periodistas durante el vuelo hacia Portugal, 11 de Mayo de 2010.
[4] Nota mía. Homilía de Benedicto XVI en la Santa Misa celebrada en la explanada del Santuario de Fátima, 13 de Mayo de 2010.
[5] Nota mía. Discurso de Benedicto XVI, con ocasión de la bendición de las antorchas, en la explanada del Santuario de Fátima, 12 de Mayo de 2010.
[6] Nota mía. Esto es un error por parte del periodista neoconservador Antonio Socci. Sor Lucía nunca tuvo ningún terror a escribir la tercera parte del Secreto, desde que el Obispo de Leiría se lo ordenara en Septiembre de 1943.
Como ella misma cuenta clarísimamente en las citas de su diario O meu caminho que aparecen en el libro publicado por el Carmelo de Coímbra, la lucha interior que sostuvo Sor Lucía en los meses siguientes que corrieron hasta la fecha del 3 de Enero de 1944, tenía más bien que ver con un conflicto entre la obediencia al Obispo y la falta de consentimiento expreso por parte del Cielo para la redacción del citado tercer Secreto. Fue precisamente en ese día de 3 de Enero de 1944 cuando la Santa Virgen se le apareció, le tranquilizó y le exhortó a cumplir el mandato del Obispo.
[7] Nota mía. Esta interpretación de Antonio Socci me parece forzada. Más bien el contexto de las palabras de la Santa Virgen hacen referencia al texto en sí del tercer Secreto que todavía permanece oculto, y no al texto de la visión desvelado en el año 2000.
Voy a transcribir todo el contexto tal y como es citado en el libro a partir del diario de Sor Lucía:
«Sentí entonces que una mano amiga, cariñosa y maternal, me toca en el hombro, levanto la mirada, y veo a mi querida Madre del Cielo. “No temas, quiso Dios probar tu obediencia, Fe y humildad; estate en paz y escribe lo que te mandan, pero no lo que te he dado a entender de su significado. Después de escrito, mételo en un sobre, ciérralo y séllalo, y escribe por fuera que sólo podrá ser abierto en 1960 por el Sr. Cardenal Patriarca de Lisboa o por el Sr. Obispo de Leiría”».
Queda claro, pues, que la Santa Virgen no se refería al texto de la visión publicado en el año 2000, ya que todos los investigadores sobre Fátima están de acuerdo en que el contenido del sobre lacrado es el que todavía no se ha publicado y se mantiene en secreto hasta el día de hoy, y, por tanto, es a este texto al que se refería la Santa Virgen en el extracto recién citado, ya que ese texto es el único que gozaba de esa característica peculiar de estar encerrado en un sobre lacrado, habiendo sido redactado en una sola hoja de papel (el texto de la visión publicado en el año 2000, aunque tiene la propia fecha de 3 de Enero de 1944, aparece redactado, sin embargo, en cuatro hojas típicas de cuaderno).
[8] Nota mía. Como hemos dicho en la nota anterior, del contexto de las palabras de la Santa Virgen que recoge Sor Lucía en su diario, es evidente que es el propio texto del Tercer Secreto lo que ella escribe ese mismo día 3 de Enero de 1944, lo cual no es óbice para que también escribiera aparte, en esa misma fecha, el texto de la visión desvelada en el año 2000 en uno de sus cuadernos.
En Junio de 1944, el Obispo titular de Gurza, D. Manuel María Ferreira da Silva, llevó en mano los cuadernos de Sor Lucía al Obispo de Leiría. Dentro de uno de esos cuadernos, se encontraba el sobre sellado con el texto del Tercer Secreto.
[9] Nota mía. Homilía de Benedicto XVI en la Santa Misa celebrada en la explanada del Santuario de Fátima, 13 de Mayo de 2010.
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