La vacua idolatría hacia la ciencia y la técnica

La vacua idolatría hacia la ciencia y la técnica. Manifestaciones de la soberbia egolátrica del hombre prometeico


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Comprender es remitir cada fenomenología a su arquetipo celestial. Es este un proceso que nada tiene que ver con el saber de la ciencia moderna, que no es más que mera acumulación de información sobre el aspecto accidental de los fenómenos. Es aquí donde reside principalmente la diferencia entre el sabio y el intelectual.
La ciencia moderna ignora todo cuanto trasciende el orden físico. Lo que equivale a decir que ignora todo lo que no es accidental. Lo conocido no es más que un aspecto aparente de lo desconocido, y para colmo de males no es fácil rasgar el denso tapiz de lo físico y material.
Nuestra ciencia moderna es muy capaz de explicar las razones materiales, pero es absolutamente incapaz de profundizar más allá de lo físico. Este plano lo deja a la filosofía, para ser más exacto a la metafísica de la materia. Yo mismo he leído un par de obras al respecto, más adelante os escribiré a acerca de lo contenido en una de ellas a la que tengo un gran aprecio: “Metafísica de la Materia. Núcleos temáticos de la filosofía de la naturaleza materia no viviente”. Manuel Carreira Vérez. Publicaciones de la Universidad Pontificia de Comillas”. Sita en la Villa de Madrid.
A diferencia de las ciencias modernas, las tradicionales no buscan la exactitud cuantitativa, sino la Verdad cualitativa.
Hay dos verdades fundamentales para el conocimiento de los fenómenos. La primera es que el ser humano está hecho para lo Absoluto y todo conocimiento fragmentario, esforzarse en lo superficial no deja de ser una absoluta y estúpida pérdida de tiempo… incluso peligrosa, desde el punto de vista escatológico. La segunda verdad es que el ser humano no tiene derecho a conocer cuanto quiera o pueda en el dominio de la naturaleza. Cosa que ha comenzado a hacer desde que decidió ignorara su Creador y convertirse a sí mismo en Dios. El conocimiento de lo relativo ha de estar en función de la madurez espiritual y mental, y de la recta voluntad de hacer siempre un correcto uso de esos conocimientos.
Nadie enseñaría a un niño el funcionamiento de un arma… y sin embargo se hace.
El hombre de mentalidad científica ha tenido a bien sustituir la verdad cualitativa por la exactitud cuantitativa, es decir, ha despreciado la sabiduría por el cálculo, y calcular es propio de mercenarios, decía San Juan Crisóstomo). El hombre moderno ha trocado lo multidimensional del símbolo que a abre a lo universal, por la unidimensional de la cifra que se encierra en lo particular. Ha sustituido el antiguo universo polivalente de las antiguas imágenes cosmológicas por un mundo de discursos, de cifras, y de signos. El hombre moderno confunde las esencias con las contingencias, los seres con sus sombras: la mentalidad científica vive rodeada de fantasmas, su mundo es el mundo de los espectros.
Un mundo que no puede ser percibido ni imaginado, que sólo puede ser expresado en formulaciones matemáticas, no pasa de ser una fantasía inerte que el hombre no habita, monstruosa e inoperante proyección de la patología hipertrófica de su mente analítica y soberbia.
El misterio nos envuelve y es nuestro destino, éste nos aguarda ineluctablemente tras cada interrogante radical de la existencia, y nos impulsa hacia la trascendencia, allí donde la ciencia no podrá acceder jamás. Revolverse obnubilado por el poder de la materia, bajo la influencia satánica y prometeica sólo traerá dolor al hombre… y tras su muerte quizás algo peor… allá, en la Eternidad.
La técnica nos seduce a todos, yo mismo no pude resistirme a la atractiva oferta de Orange con su Nokia N95 8G. Sí, la técnica hechiza con la inmediatez asequible de sus prestigiditaciones, la magia natural de la que hablaban los renacentistas. El hombre moderno identificado con la creencia en la necesidad de un progreso técnico indefinido parece incapaz de contemplar esta idea como lo que realmente es: un prejuicio único en la Historia, fraguado en la ansiedad generada por la soberbia del género humano (muy posiblemente alentada por oscuras fuerzas sobrenaturales), y alimentada por una supina soberbia egolátrica. El hombre moderno es incapaz de diferenciar entre medios y fines.
Tras la llegada de la civilización de las máquinas la posibilidad de multiplicar manufacturas en masa fue una tentación insuperable para un corrupto modelo civilizatorio, que no pudiendo ser como los dioses aspiró a ser como los titanes… Olvidando que los titanes perdieron la guerra contra los Olímpicos. Olvidando que éstos no podrán jamás ganar la guerra. Las máquinas… toda maquina “maquiniza”, imponiendo al hombre un ambiente inhumano. Manipulaciones tan grotescas como monótonas, gestos y conductas inentiligibles para la inmensa mayoría de los mortales, sin belleza, ni alma, sustituyendo la fecunda complejidad de los ritmos cósmicos por la uniformidad plana y lineal de la muerte. El maquinismo es causa y efecto de un mundo en el que la astucia ha sustituido a la inteligencia, y el mezquino utilitarismo ha usurpado el lenguaje de la Verdad.
Desgraciadamente el hombre contemporáneo se ha vuelto radicalmente impotente para superar la intangible distancia que le separa de sí mismo.
El hombre moderno podrá quizás dominar las fuerzas de la naturaleza física, pero parece incapaz de controlar su mente y, víctima del espejismo de la cantidad, avanza a velocidad vertiginosa a estrellarse de bruces con la Nada.
Como Fausto, el hombre moderno ha comprado el poder que la técnica le ofrece al precio de su alma, pues la posesión de nuevos avances técnicos no hace sino estimular la necesidad de los mismos, y acrecentar indefinidamente sus carencias: el lugar de eliminar dependencias, la técnica los multiplica; de cada capricho que satisface, surgen diez urgencias nuevas que le acosan y le atan.
Para nuestra tristeza la técnica con la ilusión de poder, como la ciencia como ilusión de conocer generan ineluctable, y fatídicamente el olvido radical del Misterio. Donde no hay dioses, imperan los demonios.


Publicado por Arcana Mundi

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El día 11 de este mes, el próximo lunes, entra en funcionamiento de modo práctico el Gran Colisionador de Hadrones, en inglés Large Hadron Collider (LHC) que el CONSEJO EUROPEO DE INVESTIGACIÓN NUCLEAR (CERN),
tiene instalado a más de 100 metros de profundidad y localizado en Suiza. Es el acelerador de partículas más grande jamás construído, (no es el primero) denominado Large Electron Positron. Dicha instalación es un anillo cilíndrico de 27 kilómetros de longitud. España participa en el presupuesto para este año de semejante monstruo con un 8'3%, que se traduce en la cantidad de 53.929.422 euros que, en dólares americanos son 85.747.000 aproximadamente y que, en pesetas, serían 8.973.100.809, vamos una bagatela que nos podemos permitir en esta frívola fruslería, ya que en nuestro país no hay problemas.

El día 11, como digo, se efectuará un experimento en el que el hombre va a jugar a ser Dios: intentará generar un nanoagujero negro durante un nanosegundo, así como intentará encontrar los rastros de la Partícula de Higgs, o Bosson de Higgs, también llamada Partícula de Dios. De la cual se supone primero su existencia (no hay prueba física alguna) y, segundo, caso de encontrar sus indicios supondrá un paso adelante para comprender cómo esta supuesta partícula es la única cuántica que tiene masa y la transmite a todas las demás, las cuales no tienen.

El próximo día 11, si todo va bien, lanzarán un chorro de protones y antiprotones a velocidad-luz ( 299.792'5 km/segundo o redondeando, 300.000 km/s) hasta que alcance una energía de 7 TeV (teraelectrovoltios). Así cada hadrón (partícula fundamental pesada presente en las interacciones nucleares fuertes. Los hadrones pueden ser "bariones" que incluyen protones y neutrones, y "mesones", que incorporan "piones", que son otras partículas elementales más inestables con tres tipos posibles de cargas (+, -, o neutra), y que se desintegran en "muones" y "neutrinos". Los piones de carga neutra se desintegran en dos fotones de rayos gamma, los más peligrosos del Universo), llegará a desarrollar una potencia similar a la de un tren de 400 toneladas lanzado a 200 km/H. Dicha potencia podría fundir unos 500 k de plomo en un instante.

Lo preocupante de este tema es que este superconductor que tiene una potencia de 10 Gigajulios almacenada en sus imanes y de 725 megajulios en el haz, si perdiese sólo un 10 elevado a menos 7 (es decir, nada) sólo en el haz, sería más que suficiente para iniciar un quench (fenómeno cuántico por el cuál el superconductor perdería su capacidad de conductividad). Si el haz se disipa en ese punto, provocaría una explosión que "ríete tú de Hiroshima". Lo peor es que hasta la propia WIKIPEDIA, tan leal al sistema, califica este artefacto como una enorme y potencialmente peligrosa tarea de ingeniería.

Pues aún no hace ni tres días yo era calificado en cierta web ( en la que llevo colgados ya más de 1.300 post) como una especie de enemigo de la ciencia por un acólito de esta nueva religión cientificista. Un individuo que en el momento del ataque contaba con 6 mensajes, se preguntaba que hacía alguien como yo en aquella web científica empleando términos como estos: "me estraña", "joé, digo yo"... y otros similares, y todo porque yo argumentaba sobre la conveniencia y utilidad de este tipo peligrosísimo de experimentos sin las debidas precauciones. Naturalmente le dí la oportuna respuesta, hasta el punto en que hubo después varios mensajes de otros foristas y míos, pero ninguna réplica del fulano. El tipo, dando muestras de su preclara inteligencia, en otro hilo anunciaba que se iba a comprar un libro de un cosmólogo, Lee Smolin, sólo porque lo mencionaba un forista (profesor universitario de Química ya jubilado)

Hay muchos problemas en España, pero uno de ellos es la creencia de muchos de que el reconocimiento de sus derechos ya los autoriza a decir toda clase de disparates y barbaridades. No conozco un país en el que haya más árbitros, toreros, abogados, médicos, entrenadores, arquitectos, historiadores, futbolistas, fontaneros, enólogos, chispas, conductores de automóvil bus o tanque, etnógrafos, curas, banderilleros...etc.,etc., etc., etc., etc., por metro cuadrado y juntos en uno sólo. Es posible que en otros también pasen cosas similares, pero yo los tengo que sufrir y soportar aquí.

A esta gente, esta masa, no hay forma de hacerle entender que lo que tienen es derecho a educarse previamente antes de hablar de algo. Y que, mientras, lo que deben hacer es callar y mirar. Pues bien, de esta masa se nutre esa nueva religión que es la divulgación científica, fomentada y jaleada por el ateísmo de ciertos sectores de las llamadas Ciencias Naturales, las cuales se circunscriben a la Física, en alguno de sus campos de actividad y de la Biología en algunas de sus actividades. Por supuesto, el terreno abonado para las mentes taradas que siguen tal pseudorreligión no es otro que INTERNET, sólo con los libros editados sería imposible.

Recomiendo encarecidamente la lectura de los artículos contenidos en el siguiente sitio: www.unav.es/cryf Puedo garantizar que no supondrá ninguna pérdida de tiempo y sí una excelente oportunidad de formarse una sólida opinión. Por cierto, es una web católica.

DEl ABC de ayer:

¿El fin del mundo llegará mañana?



Mañana se pone en marcha el LHC, cuya función es encontrar «la partícula de Dios»


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REDACCIÓN



Actualizado Jueves, 07-08-08 a las 14:01


El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es un acelerador y colisionador de partículas capaz de hacer que los protones corran más rápido que la velocidad de la luz.

Está situado entre Francia y Suiza y puesta en marcha está prevista para mañana, día 8 del 08 de 2008. Su función es econtrar la llamada "partícula de Dios". y desvelar así los secretos de la creación del Universo.

Pero ¿Qué pasaría si algo saliera mal en el experiemento? Existen algunos agoreros en la red que afirman que mañana podría acabarse el mundo, ya que sostienen que el LHC podría provocar una especie de antimateria que acabara con el planeta, tal y como muestra el video.

http://www.abcdesevilla.es/20080807/...808071305.html

Añado el enlace del video, que creo que no se podrá ver desde el post

http://www.youtube.com/watch?v=BXzugu39pKM

Este acelerador de partículas ¿Es parecido al famoso sincrotrón español ALBA? ¿O se trata de otro ciclotrón de proporciones gigantescas?

Es otro, y demos gracias a Dios de que el estadio de la tecnología, que no de la Ciencia lo cual no es lo mismo, se encuentre en la situación actual. Para generar un agujero negro real, de dimensiones apocalípticas, sería necesario constuir un acelerador de partículas del diámetro del Sistema Solar.

Para quienes no sepan qué es un agujero negro, diré que se trata de un cuerpo estelar, es decir, de dimensiones similares a las de las estrellas, cuyo campo gravitacional es tan fuerte que su velocidad de escape supera incluso la velocidad de la luz. La velocidad de escape es la mínima necesaria para escapar o superar el campo gravitacional o fuerza de gravedad de un cuerpo, y a este respecto recordemos que dicha velocidad para salir o escapar de la Tierra es de 11'2 km/s. Por tanto la atracción gravitacional de un agujero negro es en cifras redondas casi 28.000 veces superior a la terrestre. Si un individuo de 90 kilos pudiera estar en uno de esos objetos, pesaría unos 2 millones y medio de kilos aproximadamente.

El problema es que estos objetos con semejantes masas, tienen la costumbre de alimentarse y crecer. Se alimentan de toda la energía y materia que se encuentre dentro de un diámetro determinado cuyos límites se corresponden a la distancia a la cual otros cuerpos no son atraídos ya por la fuerza gravitacional del monstruo. Ese límite se llama horizonte de sucesos, a partir del cual hacia el agujero negro nada escapa, tampoco la energía no sólo la materia, mientras que hacia el exterior de dicho horizonte, no hay riesgo aunque se pueda estar cerca. El peligro es que, dados los movimientos espaciales de los objetos, las trayectorias de esos cuerpos cercanos puedan cruzar el horizonte de sucesos.

Al aborber todo lo que cae dentro de su campo gravitacional, aumenta su tamaño progresivamente. Estos objetos resultan invisibles en el rango óptico, pero no así sus efectos. Se han venido observando desde hace tiempo lo que se llama discos de acreción, o discos de materia formados alrededor de los horizontes de sucesos, y se ha llegado a la conclusión de que casi todas las galaxias tienen uno en su centro, incluída nuestra Vía Láctea. En estos casos se trata de agujeros negros de proporciones colosales que se van alimentando de miles de estrellas, pero los hay pequeñísimos y cuya existencia es brevísima. Eso es uno de los experimentos que quieren hacer con ese LHC y empezar a conocer sus secretos.

¿Por qué el ciudadano medio de hoy está convirtiendo la Ciencia en una religión? La primera y fácil respuesta es porque en el fondo el ser humano siempre necesita creer en algo. Pero esto no explica en realidad porqué ha de "creer en la Ciencia". El fondo del problema, pues en eso se ha convertido esta falsa idolatría, es que ese ciudadano medio no sabe, no entiende, pero necesita algo en lo que apoyarse.

Si analizamos sin apasionamientos los mensajes que se pueden leer por aquí y por allá en los diferentes foros de la Red, notaremos enseguida el enorme guirigay o griterío confuso, basado en un lenguaje imperfecto y oscuro que denota escasa inteligencia y que impera en la mayor parte de los temas.

Ahora centrémonos en lo que nos interesa: el oscuro deseo de esa masa. Aunque no se les cae de la boca la palabra Ciencia, lo cierto es que confunden ésta con Tecnología. Se podrá objetar que ambas están interrelacionadas, algo que siendo cierto no implica necesariamente que la gente entienda en qué se basan tales interrelacionesy mucho menos, la ética que ha de presidir los dos ámbitos.

Para empezar la tecnología precisa de la ciencia, pero la ciencia no precisa necesariamente de la tecnología. Si recordamos el artefacto monstruoso que hemos mencionado en los mensajes anteriores, estamos ante una obra de ingeniería que es pura tecnología, pero para elaborar su Teoría General de la Relatividad, Einstein sólo necesitó de una pizarra, unos paquetes de tizas, unos bocadillos y la vida útil de algunas bombillas.

Para la gente lo que llama la atención, lo que le fascina, es el acelerador de partículas, sus monstruosas dimensiones, lo que intuyen que se puede hacer dentro y acerca de lo que se han informado en media docena de páginas de periódicos en las secciones de... ¿Ciencia? En cambio, les trae al pairo, no se enteran, no entienden, no les llama la atención, no les gusta, ver una pizarra llena hasta rebosar de fórmulas raras y diagramas.

Entonces identifican como Ciencia, lo que no son más que experimentos intentando encontrar alguna posible verdad. Pero si tales experimentos también se realizan en un pequeño laboratorio con unos cuantos tubos y pipetas, tampoco interesan. Lo que importa es la Tecnología, el producto final, la cara visible de esa supuesta actividad científica: El Ídolo.

Si seguimos prestando atención, podremos comprobar como esos mismos que tienen la palabra Ciencia en la boca de modo permanente, pese a que en una aplastante proporción sus estudios apenas rebasan lo elemental, lo justo para cada día, comprobaremos decía que, además, son los mismos para quienes es esencial tener la posesión del último "grito" en teléfono móvil, la última versión de MP3, el más potente ordenador para llenar su disco duro de películas "bajadas por la geta", la mejor y más potente cadena con sonido envolvente, el coche que tiene más revolucionado el motor (y la más corta vida)... En definitiva una especie de maná que les llueve desde el cielo tecnológico.

¿Cómo van a admitir que les pongan límites a sus ansias de tener bienes materiales? porque los espirituales nada tienen que ver con todo esto. Y cuando empleo el término "espirituales" no me estoy refiriendo sólo a cuestiones relacionadas con el alma humana y con la Fé en Dios. Hablo de esforzarse, estudiar, aprender, razonar, interiorizar, solidarizarse con los que no tienen, concienciarse de los terribles problemas que hay en el mundo..., y no de limitarse a echar mano de la cartera y el crédito.

Pero decía antes que no saben, no entienden. Y eso es algo que podremos comprobar pronto también en cuanto observemos que identifican Ciencia con Física y, graciosamente, con Biología. Más aún, la Ciencia, así con mayúscula, a sus ojos es la Física. Las demás ciencias (con minúscula), son algo que... bueno están ahí, pero es hasta dudoso que se trate de verdaderas ciencias, es más, tienen toda la pinta de ser pseudociencias. ¿Alguien ha visto semejante actitud fanática hacia la Medicina, por ejemplo? Es fácil ver el fanatismo auténticamente anticientífico que subyace en estas actitudes ( es porque la masa no puede controlar el proceso científico y necesita domeñarlo poniéndolo a su servicio). Y es por eso que la Física, la ciencia de la materia, todo lo abarca, todo lo comprende, y así se afirma que lo que no esté dentro del ámbito de la Física no existe. Por supuesto , no entienden una palabra de los procesos, como decía, pero ¿qué más da? No se les pregunte por la diferencias entre movimiento rectilíneo o movimiento uniformemente acelerado, pero qué cosas se nos pueden ocurrir, vamos. Lo importante es que esté a su servicio.

Desde luego, la Física no puede tener peores enemigos y la Ciencia ya puede echarse a temblar. No saben, no entienden que la Ciencia es Metafísica, que dentro de ella están la Teoría de la Ciencia, la Ontología o Ciencia del Ser, la Teología, la Filosofía...; no saben , no entienden, que las Ciencias son particulares pues se ocupan de los diferentes campos del saber con los lógicos límites circunscritos a lo que les compete a cada una y la Física es una de ellas. Y eso les parece que no puede ser porque la Ciencia (según ellos) no puede tener límites y todo está justificado en nombre de la misma, por eso la Teoría de la Ciencia es inadmisible, pone límites éticos, tanto internos como externos, a cualquier actividad empírica. Creen intuir que cuánto más se desarrolle, más beneficios van a tener ellos al alcance de sus bolsillos. No saben, no entienden, que si la Ciencia Política ya dió su Leviatán o Estado totalizante, las Ciencias Naturales, entendiendo por tales ciertas partes de la Física y de la Biología, van a acabar por generar la peor tiranía de la Humanidad, si es que no acaba convirtiéndose en su apocalipsis. Y así tenemos todos los elementos del neopaganismo ateo de nuestro tiempo:
- El dios: la Ciencia, o concepto difuso ambiguo y equívoco.
- El dogma: materialismo ateo y el "todo vale" en cualquier campo tecnológico, y actividad política, económica y social.
- El templo: el mundo moderno y un difuso universo material.
- Los sacerdotes: los científicos divulgativos ateos y cierta prensa.
- El ídolo: los bienes materiales de consumo.
- El texto: la tecnología.
- La ética: todo vale para disfrutar de esta vida pues después no hay nada.
- El enemigo: Cristo y la Fé católica representados por la Iglesia.

Este es el credo de estas masas, contra esto es contra lo que hay que luchar. Por eso, en mi primer mensaje respuesta en este hilo, hice hincapié en que se conecte con la web que cité, y que vuelvo a colgar pues la lucha es diaria, continua, sin descanso y al Enemigo sólo se le puede derrotar con la Palabra, con el Verbo, y con la razón. Pero, además, hay que conocer sus puntos débiles.

www.unav.es/cryf

Desconozco los aspectos técnicos de esta ciencia avanzada.

Si el experimento sirve para desmitificar este falso credo materialista y acercar a la gente a una cosmovisión del universo. Bienvenido sea el LHC. Y si mañana se termina el mundo, bueno. Al menos sabremos quienes habrán sido los culpables.

Yo no creo que ese experimento vaya a acarrear el fin del mundo. De todos modos, es cierto que el hombre cuando juega a ser Dios o quiere usurpar el lugar de Dios no puede ocasionar otra cosa que desastres. Tampoco creo que el LHC vaya a servir para desmitificar el falso credo materialista. Ojalá. Pero en fin, tanto las apreciaciones del autor del artículo como las de Valmadian me parecen muy acertadas.

Lo cierto es que los experimentos del LHC lo más probable es que no nos acarreen el fin del mundo, pero son lo suficientemente peligrosos como para promover que se generase una corriente de opinión, al menos en Europa, que sí obligara a la transparencia de tales actividades y a la elaboración de un código ético. No deja de ser sorprendente el silencio de los verdes, ecologistas y corrientes afines al respecto.

En cuanto a que tales experimentos puedan ser acercados al conocimiento divulgativo, que no otro conocimiento por su extrema complejidad, me plantea serias dudas, además, son precisamente estos "juegos" los que están alejando a la gente de Dios. Estos experimentos se hacen para intentar comprender las más elementales condiciones de la materia primordial justo unos "microsegundos" después de la Gran Explosión o "Big Bang".

Los cosmólogos han llegado a la conclusión de que resulta imposible, desde cualquiera de las bandas del espectro electromagnético ( radio, microondas, infrarrojo, luz visible, ultra violeta, rayos X , y rayos gamma) llegar más lejos de los límites de lo que se conoce como era radiactiva, que se le estima una duración de 1 millón de años. Y menos aún observar la denominada Era o tiempo de Planck (subdividida en era hadrónica y era leptónica), también llamado tiempo de gran unificación y en expresión más simpática era de los dragones, cuya duración se estima en 10 elevado a menos cuarenta y tres segundos, o sea 1/ septilloneava parte de un segundo, concepto que entre los submúltiplos de 10 ni siquiera tiene nombre.

Existe la difusa idea de que ver lo que había antes, sería contemplar el mismísimo acto de la Creación. Si esto fuese posible ¿esperarían ver a Dios trabajando?. Dado que, si fuese posible contemplar tan extraordinario hecho, no implicaría la visión material del Creador, concluirían que Dios no existe y lo afirmarían con pretendidas pruebas.

Otra opción posible que se busca es la posibilidad de ver, a partir de ese instante, otros universos posibles con cuya existencia se viene especulando hace tiempo en base a la elaboración de algunos modelos cosmológicos: son los llamados multiversos o pluriversos.

Entonces, como decía, ya que han llegado a la conclusión de que resulta imposible rebasar semejante barrera, qué mejor que intentar reproducir las condiciones primigenias aquí en la Tierra. Lo preocupante es que nuestro mundo tiene unas condiciones materiales muy diferentes de las que se daban en aquél lejanísimo tiempo y lo que es peor, es que las leyes de la Física son totalmente distintas de las de entonces, es más, se trata de una física absolutamente desconocida y eso es algo que se les puede ir de las manos.

Recuerdo que en una de mis primeras clases como alumno universitario, uno de los profesores nos dijo textualmente estas palabras: "No pretendo que en un año y en una sola asignatura aprendais lo que a mí me ha costado 10 años de carrera" Sé que es textual porque la anoté en uno de los libros que teníamos que manejar. Pero aunque no lo fuera, es una realidad que se repite en cada actividad que realizamos cotidianamente cuando hemos de explicar en qué consiste. Yo me expreso como un interesado por estos temas, -detesto el término aficionado-, y llegar a un mínimo conocimiento superficial, aunque coherente, me ha llevado demasiado tiempo y esfuerzo y eso en base a leer con detenimiento libros y artículos semi-divulgativos, los cuales se suponen elaborados para personas con un nivel formativo medio-alto aunque no especializadas. Ahora, démosle a esa otra gente algo que no entienden ni siquiera desde la primera palabra. Gente que si tienen libros en su casa se cuentan con una mano o, en el mejor de los casos, con dos. Pero que se manifiestan como aficionados a la ciencia, y a mí, cada vez que escucho o veo escrita tal expresión, me sale un sarpullido.

Por último, si mañana se acabase el mundo, no podríamos saber cuáles han sido los responsables, no quedaría nadie que pudiese acusarlos y procesarlos por genocidio.