Las Iglesias cristianas que creen en la perpetua virginidad de María, para eludir el hecho de que Jesús tenía hermanos, nos dicen que el término “hermano” desde antiguo se usaba en el sentido de “pariente cercano” o “primo”. En eso tienen razón, en el antiguo testamento hay numerosos ejemplos de ello. Pero en este caso no es así pues los evangelios no fueron escritos en lengua semítica, fueron escritos en griego y en esta lengua existen dos palabras que hacen la diferencia entre hermano carnal “adelphos” hijo del mismo padre y misma madre, y “anepsios” primo.
Ya había escuchado la tesis, por cierto nada seria, de que los hermanos de Jesús eran en realidad medios hermanos, hijos de José de un matrimonio anterior. El que fueran primos, hijos de una hermana de María, podría parecer más creíble pero la cosa tiene sus bemoles.
La Iglesia Católica no ha dudado en incorporar al depósito de la fe los elementos que le son útiles aunque procedan de aquellos evangelios que ha rechazado como apócrifos.
La Biblia no nos habla absolutamente nada de la parentela de María, ni siquiera nos informa quienes fueron sus padres. En el Libro de la Natividad de María, que data del siglo IX, que a su vez se basa en el Evangelio Apócrifo de Mateo (siglos V-VI) se dice que los padres de María fueron Joaquín y Ana, y que ésta, no habiendo engendrado descendencia, ya entrada en años y a punto de llegar al climaterio, elevaba sus oraciones al Creador para que le concediera la gracia de engendrar un hijo que consagraría al servicio del Dios. Así fue que nació María.
Para sustentar la tesis de que los hermanos del Salvador eran sus primos TUVIERON QUE HACER ENVIUDAR A ANA DOS VECES Y CASARLA TRES.
Según la “tradición”, después que Joaquín murió, Ana se casó con un hombre llamado Cleofás con el que engendró una hija a la que puso el nombre de María - ¿no os parece raro que en una familia dos hermanas lleven el mismo nombre? – Según dicen esta María fue la madre de Santiago el Menor, José Barsabá, Judas Tadeo, y Simón el Zelote, de quienes Mateo dice que eran hermanos de Jesús (Mt. 14: 54-56)
Para que Ana siguiera engendrando hijas que dieran primos a Jesús era necesario hacerla enviudar una vez más. Una vez viuda, Ana contrae terceras nupcias con un tal Salomás con quien tuvo una tercera hija a la que - para variar - le puso el nombre de María, que casó con Sabedeo, ambos engendraron a los apóstoles Santiago el Mayor y Juan el evangelista.
Todos estos matrimonios de Ana fueron arreglados por los apologistas para “explicar” ciertos versículos de los evangelios que resultan incómodos.
Hay otro detalle que no podemos pasar por alto: Después de ser engendrada María ¿cómo pudo una mujer a punto de entrar a la menopausia darse tiempo para enviudar dos veces y seguir teniendo hijas?
Sólo puede explicarse si recurrimos a la magia bíblica: ¿Acaso Sara no fue madre a la tierna edad de 90 abriles?
El que mujeres estériles a causa de la edad puedan tener hijos, es un tema recurrente en la Biblia.
Galeno Zalán
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