PRIMER VIAJE OFICIAL FUERA DE ITALIA

El Papa condena con dureza el nazismo en una visita histórica a una sinagoga de Colonia

ROMA.- Benedicto XVI ha iniciado una visita a la sinagoga de Colonia, la segunda vez en la historia que un Papa visita un templo judío. Desde allí ha querido lanzar un mensaje contra el nazismo, al que calificó de "demencial ideología racista de matriz neopagana". Esta sinagoga es un lugar cargado de significado, ya que en 1938 fue quemada y destruida por el Ejército nazi.

"En el siglo XX, en el tiempo más oscuro de la historia alemana y europea, una demencial ideología racista, de matriz neopagana, dio origen al intento, planeado y realizado sistemáticamente por el régimen, de exterminar el judaísmo europeo. Se produjo así lo que ha pasado a la historia como la Shoa, el holocausto", afirmó Benedicto XVI en el discurso que pronunció ante los líderes religiosos judíos de Colonia.

"Desafortunadamente están resurgiendo nuevos signos de antisemitismo y aparecen diversas formas de hostilidad generalizada hacia los extranjeros. Es un motivo de preocupación. La Iglesia se compromete en favor de la tolerancia, el respeto, la amistad y la paz entre todos los pueblos, las culturas y las religiones", dijo el Papa tras condenar el nazismo.

El Pontífice dijo que las generaciones actuales no conocieron los terribles acontecimientos ocurridos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, en referencia al nazismo y el holocausto, y señaló que la Iglesia tiene la obligación de transmitir los valores para que no vuelvan a ocurrir hechos similares.

El rabino jefe, Netanel Teitelbaum, expresó su agradecimiento al Papa por la visita, que calificó de "señal de esperanza". También dijo que los judíos tienden la mano a los deseos de paz y concluyó su discurso afirmando que "todo Israel espera la paz y dice paz".

El Pontífice se ha desplazado en automóvil hasta Bonn, distante una media hora. Allí tuvo un encuentro de cortesía con el presidente alemán, Horst Koehler, en la Villa Hammerschmidt, antigua sede presidencial. Benedicto XVI vivió en Bonn entre 1959 y 1963 y fue profesor de Teología en su Universidad.
Esta sinagoga es un lugar cargado de significado, ya que en 1938 fue quemada y destruida por el Ejército nazi durante la llamada 'Noche de los cristales rotos', cuando en toda Alemania se realizó una campaña de destrucción contra los edificios y tiendas judías, y más de 200 personas fueron asesinadas.

Por la tarde, el Papa almorzará en el Arzobispado con una representación de jóvenes llegados de todos los países y después tendrá un encuentro con los seminaristas y finalizará la jornada con un encuentro ecuménico.

Acercamiento a la comunidad musulmana

El sábado, tras oficiar una misa en el Arzobispado, recibirá en audiencia al canciller alemán, Gerhard Schröder; al presidente del Parlamento, Wolfgang Thierse; la presidenta del partido democristiano (CDU) y jefa de la oposición, Angela Merkel, y el presidente de Renania del Norte-Westfalia, Jurgen Ruttgers.

Por la tarde tendrá un encuentro con representantes de las comunidades musulmanas y a las 19:30 será la vigilia prevista en la explanada de Marienfeld, donde se espera se reúnan cientos de miles de jóvenes. Benedicto XVI efectuará una vuelta con el 'Papamóvil' para bendecir a los jóvenes presentes antes de comenzar la ceremonia.

Una gran estructura de 2.500 metros cuadrados y de 60 toneladas de peso cubrirá el altar, puesto a 12 metros de altura, en la explanada de Marienfeld, y desde la cual, Benedicto XVI presidirá la vigilia y la misa final del domingo. Durante los dos eventos, la estructura será iluminada con 1.600 fluorescentes, que permanecerán encendidos toda la noche.

El domingo, último día de la Jornada, el Pontífice presidirá el rezo del Angelus a mediodía y regresará a Roma por la tarde.

Mi comentario:

No entiendo a qué viene hablar constantemente del nazismo cuando se trata con los judíos, o esas condenas al antisemitismo actual (¿de verdad hay antisemitismo en la actualidad o, al contrario, los judíos son los reyes del mambo?). Quizás lo que se busca es victimizar constantemente al pueblo judío para que así tengan excusa para cometer sus tropelías. En cambio de estas tropelías -que son actuales, no de hace 60 años- no oímos ni mú, no sea que los señores rabinos se enfaden. Había visto algunos gestos de Benedicto XVI que me habían ilusionado, pero veo que sigue en la misma tónica que su predecesor, por lo menos en lo tocante a este tema. Nadie pretenda ver en mis palabras una defensa del nazismo o una pretensión de que Benedicto XVI defienda el nazismo. En absoluto. Pero esta actuación no es correcta a todas luces.

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