¿Cual sería la contrapartida? De todas formas la Iglesia Católica apenas estaba presente en la URSS (salvo Lituania)
Giacomo Galeazzi analiza para La Stampa la nueva biografía de Pablo VI escrita por Andrea Tornielli, y menciona que lo que muchos consideraron como una teoría de la conspiración era real: había un acuerdo secreto, llevado a cabo por el Cardenal Tisserant, entre la unión soviética y la Santa Sede (bajo Juan XXIII) en 1962 - un acuerdo que Pablo VI respeto. Galeazzi dice:
Y esto explicaría por qué el Concilio Vaticano Segundo, que lidió con toda clase de asuntos, relevantes e irrelevantes a la vez, ignoró la más importante amenaza de su tiempo: el comunismo.En una nota del 15 de noviembre de 1965, de hecho, Montini explícitamente menciona entre los "compromisos del Concilio" que "no se mencionaría el Comunisno (1962)". La indicación de la fecha al final de la frase escrita por Pablo VI se refiere al acuerdo secreto, el de Tisserant, entre Roma y Moscú.
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Traducido desde:
RORATE CÆLI: The secret agreement
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
¿Cual sería la contrapartida? De todas formas la Iglesia Católica apenas estaba presente en la URSS (salvo Lituania)
Los más jóvenes es lógico que ignoren que, hasta finales de los años 80, la influencia de la antigua URSS se extendía a todos los países del Este, del llamadoTelón de Acero, países muchos de ellos católicos como Polonia, Checoslovaquia y Hungría.
Que la URSS aliviara las condiciones de los católicos de aquellos países, oprimidos por el sistema comunista (caso del cardenal Mindszenty en Hungria) fue lo que se intentó a cambio de no condenar el comunismo.
Que a los católicos de detrás del Telón de Acero se les tolerara por el comunismo practicar libremente el culto católico ...exigía que la Iglesia hiciera la vista gorda con el comunismo.
Lo cual iba en consonancia con el ecumenismo y la (falsa) libertad religiosa que el Concilio iba a implantar universalmente:
¡¡cómo la Iglesia Católica iba a hacer apostolado y pedir abrir nuevas iglesias p. e. en Hungría o Checoslovaquia si, a cambio de ello y en reciprocidad, no permitía, a su vez, que en la España o Italia confesionalmente católicas de entonces, empezaran a hacer proselitismo los amadísimos "hermanos separados" (o sea, protestantes , Testigos de Jehová) ... o incluso políticamente, a los comunistas!!
Así pues, según los obispos conciliares, Dios pasaba a (quizás...)tener "derechos" en ciertos países ...pero a cambio de reconocer urbi et orbi, mediante la (falsamente llamada) "libertad religiosa", escandalosos "derechos" al proselitismo para el error y la mentira en todos los países tradicionalmente católicos hasta entonces.
Última edición por Gothico; 10/06/2009 a las 01:23
Pienso que CVII ha dividido en parte a los catolicos, y pienso que tendriamos que unirnos, pues creo que lo que se nos viene encima es un mal peor que el de principios d sigloXX, aunque eso sí, mas disimulado, y por supuesto menos agresivo en principio.
Si por salvar vidas de catolicos dentro del telon de acero, se tuvieron que tragar sapos, olé por los que salvaron a cristianos catolicos, pero ya es hora de escupir lo que nos tragamos.
Aunque no niego que la ignorancia es muy atrevida, dentro de mi ignorancia es lo que pienso.
Y siempre dispuesto a aprender.
saludos
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