PENDÓN DE SAN FERNANDO. PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIII
El Pendón de San Fernando es una excepcional pieza de tejido de gran connotación simbólica e importantes valores artísticos. Vinculada con corrientes estéticas francesas, se fecha en la primera mitad del siglo XIII, por lo que se trata de uno de los textiles más antiguos e importantes del patrimonio histórico de Andalucía. Como emblema de la ciudad de Sevilla, formaba parte del ajuar simbólico que era exhibido en público en la fecha de la conquista de la ciudad junto a la espada y el propio cuerpo del rey.

En su origen el Pendón estuvo formado por cuatro cuarteles en los que bordaron por técnica de encajado de figuras, castillos y leones, dispuestos dos a dos y en diagonal, siendo el fragmento más antiguo el perteneciente a uno de los leones rampantes en púrpura en fondo blanco o campo de plata, que es el que en la actualidad se conserva, desapareciendo el otro. Los cuarteles de los castillos han sufrido a lo largo de su historia varias mutilaciones que no se ajustan al esquema primitivo de la obra.

El Pendón de San Fernando corresponde a un tejido de ligamento tafetán en fibra de seda, sobre el que se realiza una decoración bordada localizada en el león y la parte inferior de las almenas y merlones de los castillos, en los que predomina la técnica de falsa cadeneta y cordoncillo.

Tras un exhaustivo estudio técnico y analítico de todas las piezas textiles que componen la obra, éstas se han podido agrupar por características comunes pudiéndose constatar por el gran número de intervenciones y la imposibilidad de reconstruir el Pendón según su morfología original, debido a que las piezas eran casi todas ellas diferentes entre sí, de forma que no se podían recrear los tres cuarteles que se han perdido.

El estado de conservación de la obra a su llegada a las instalaciones del taller de textiles del Centro de Intervención, se podía considerar muy deficiente presentando alteraciones importantes que ponían en grave peligro su integridad física.

El gran número de intervenciones detectadas ocasionaban graves daños además de un cambio considerable en la forma original de la obra.

El tejido se encontraba en general muy frágil debido a la pérdida de la resistencia mecánica y falta de elasticidad de las fibras, las cuales en algunas zonas aparecían tan quebradizas que habían producido roturas considerables en el tejido.

Las deformaciones se producían fundamentalmente mediante la formación de marcados y peligrosos pliegues, provocados por unas inadecuadas condiciones de almacenamiento y las numerosas intervenciones realizadas con hilos muy fuertes y no apropiados para este tipo de tratamiento, los cuales habían originado desequilibrios y tensiones en los tejidos originales.

Las alteraciones restantes detectadas en la obra, tales como lagunas, roturas, desgarros, desgastes, fragilidad, manchas y suciedad, se acentuaban con un porcentaje más alto en el cuartel del león, concretamente en el fondo blanco o campo de plata.

Las operaciones de tratamiento se llevaron a cabo en base al resultado de los estudios analíticos, los cuales comprendían tanto la tipología, características técnicas y grado de alteración de los colorantes, así como del tejido base de soporte y los bordados.

De acuerdo con los resultados analíticos, se constató, como una primera medida del tratamiento, la imposibilidad de reconstruir la obra como se presentaba en origen debido a que la mayoría de los tejidos eran independientes y no se acoplaban a las características de las piezas originales, salvo el cuartel del león que había mantenido casi inalterable.

El tratamiento realizado ha sido fundamentalmente conservativo, sin reposición de materiales ni cambios de los mismos, empleando procedimientos reversibles y utilizando materiales que garanticen su estabilidad dentro de la obra.

De modo bastante similar al tratamiento realizado en otras banderas intervenidas en el taller, como el Pendón cristiano de las Navas de Tolosa de Vilches, la obra fue desprovista en primer lugar de todas aquellas intervenciones anteriores perjudiciales para la misma. A continuación se desmontaron todas sus partes constitutivas para poder aplicar los distintos tratamientos de limpieza, como el lavado en húmedo con agua desmineralizada y detergente neutro, con disolvente en seco o tamponación . Tras la limpieza, se aplicó vapor frío puntual en algunas zonas para la corrección de deformaciones. El siguiente tratamiento consistió en la consolidación, en primer lugar de forma local para cada pieza y después general, utilizando soportes de algodón que le dieron consistencia y protección a la obra. Estos soportes estaban teñidos del mismo color que las piezas a las que consolidaban de forma que en las lagunas que pudieran presentar se fueron reintegrando paulatinamente. Tras esta fase de tratamiento se realizó un montaje de la obra de la misma forma en que se encontraba previamente a la restauración. Todas aquellas zonas más frágiles y originales fueron protegidas superficialmente con tejidos de seda crepelinas y tul de seda. Por último y aunque hasta el momento es una de las pocas obras que se ha intervenido en el taller que presentaba bordado con hilos de seda, la fijación del mismo se realizó siguiendo la posición del bordado original del mismo modo que se han fijado todos las obras con bordados en hilo metálico intervenidas en el taller, tales como el Estandarte de la Virgen de la Cabeza (Antequera), Simpecado del Rocío (Hermandad de Villamanrique), Casulla del terno donado por Fernando el Católico y Frontal de Altar del siglo XVIII de la Capilla Real de Granada.






Vista general antes de la intervención

Detalle en proceso de tratamiento

Detalle en proceso de tratamiento



Vista general después de la intervención

Gráfico con la reconstrucción original de la obra



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