¡VÁNDALO! ¿ANDALUZ?





"La sal y el mal fario es una preocupación de los andaluces".

Pío Baroja


"El drama del antiguo pueblo andaluz, no terminaría hasta varios siglos más tarde en que su diáspora culminaría con la expulsión de los moriscos. Sin embargo, los nuevos pobladores que en el siglo XIII ocuparon la bella tierra andaluza, en el transcurso de los siglos, por influencia del medio: sol, clima y geografía, acabaron por adquirir el genio de los primitivos andaluces".

Párrafos finales del libro: "Andalucía musulmana. Estructura político-económica", de Antonio Arjona Castro, publicado en Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1980.

En 1980, por lo que parece, se publicaban pasajes como este que reproduzco arriba. Analicemos:

Todo indica que el pueblo andaluz del que este señor habla no tiene nada que ver conmigo: ni esos "andaluces" ni sus rezagados "moriscos" tienen nada que ver conmigo, ni con la gente que conozco y que se dicen a sí mismos andaluces y así son llamados.

¿Drama? No veo por ninguna parte el drama, fueron devueltos al continente desde el que vinieron aquí, y no llegaron -precisamente- en son de paz, sino arrasando, esclavizando, torturando, degollando y prohibiendo... Destruyendo la civilización, para imponer costumbres bárbaras que someten a la mujer a la posición más abyecta.

"Nuevos pobladores" del siglo XIII (claro, se refiere a los cristianos: ¿de verdad eran nuevos pobladores?).

Se apela a la "influencia del medio: sol, clima y geografía" como factores que modelan a los "nuevos pobladores", convirtiéndolos por arte de birlibirloque en felices (?) receptáculos del "genio de los primitivos andaluces"... ¿de qué andaluces hablamos cuando decimos "primitivos"? Es obvio que el autor piensa en los musulmanes expulsados. Ni por las mientes del autor pasa la figura de un romano, o la de un tartésico: los andaluces son, como manda la versión oficial, los musulmanes (que -¿quién se atreverá?- ya no son vistos como invasores, ni siquiera como una "cultura" de las tres del "trío mitico".) Ahora, los "primitivos andaluces", víctimas vencidas y expulsadas, se convierten en autores originarios y legítimos poseedores del "genio andaluz" (eso es: toda la gracia de Sevilla, todo el ángel de Córdoba, toda la sobriedad de Jaén, toda la "mala follá" de Granada... Vamos a tener que agradecérselo a ellos); pero aunque los expulsaron nuestros ancestros, gracias sean dadas a Alá, nuestros mismos ancestros heredaron el genio de los "primitivos pobladores".

Y me rasco la cabeza: esa herencia, ni por genes ni por convivencia, me parece posible de aceptar científicamente bajo ningún punto. Esas cosas solo pasan en las novelas lúbricas de Antonio Gala que, por cierto, no es andaluz.

Menuda colección de ficciones... Menuda antología de disparates.

Si esos "andaluces" (antiguos andaluces, dizque los romanos ni los visigodos no pisaron esta tierra: las legiones romanas -nos lo dijo Evo Morales- estaban por esos entonces en Bolivia -es broma)... Digo que: si esos "moriscos" fueron los conformadores de Andalucía: yo reniego del nombre "andaluz", se lo regalo a ellos y, a partir de ahora, me llamaré lo que soy: español. Todo lo más: vándalo, que para eso me llamo Gelimer. Y asunto solucionado.

Después de todo: sepan cuantos que siempre preferí los huevos sin sal -por singracia- y tengo claro que no hay "mal fario" que, encendiendo un "Farias", no desaparezca. Ni la sal ni el fario fueron, para mí, maldito motivo alguno de maldita preocupación alguna.