Re: El Abanderado de la Tradición ante la situación en Cataluña
El problema del votante es otro, no es tanto la tontuna como la supina ignorancia y la malévola intencionalidad. Y todo ello sin contar con que en Cataluña, y a pesar de las maldades de los rupturistas y los separadores, los que siguen siendo españoles son más de la mitad. La pregunta es obvia: ¿tienen algún derecho sobre su propia tierra esos que no quieren separarse de España?
Le sugiero que en vez de hacer demagogias de saldo, siga con atención lo que dice al respecto su respetado Antonio Escohotado, enlace que ya puse en otro hilo en el que usted volvió a hacer gala de su oportunidad, por decirlo con respeto y educación, cualidades ambas de las que usted no conoce ni en rudimentos creyendo que por usar un lenguaje melifluo ya pasa por lo que no es. Yo prefiero el castellano recio.
https://www.lasexta.com/programas/se...ded663d37.html
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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