Estimado Don Francisco:
Ya que me honra considerándome amigo, no puedo menos que considerarlo también como tal. Gracias por su interés y sus oraciones. Con la ayuda de Dios, confío en que saldrá adelante. La salida ya se vislumbra, aunque no de forma inmediata. Y también, si usted tiene alguna intención o necesidad, no dude en dármela a conocer para que yo también lo recuerde en mis plegarias.
Un saludo en Cristo.