Caput perdere

24 octubre 2011 La cabeza de Enrique IV de Francia, en las manos equivocadas. Pero puede ser una buena oportunidad...

¡Nadie dude de la lealtad de este CeTáCeo a la augusta Casa de Borbón! (O a lo que de ella quede). Pero el paterfamilias primigenio, Enrique IV de la Francia, tenía sus cosas. Era navarro (transpirenaico), pero un poco hereje. Para hacerse con el reino de París, recuperó el seso y (más o menos) la ortodoxia. Húbolos que no se fiaron, y uno terminó dándole matarile en 1610. Matrimonio a matrimonio -con Infantas de España- los Borbones fueron perfeccionándose, y cuando Felipe V llegó a Madrid, ya era más Austria que los Habsburgo. Y así hasta nuestro Don Sixto.
Pero lo de los Usurpadores es otro cantar. Después de la Isabelona -descontado el Amadeillo, el Serranillo, los presidentes de las Republiquillas y el Caudillo- son de la ilustre Casa de
... ¿una buena oportunidad para la prueba del ADN?

Cuando la Revolución Francesa, los de la Liberté, Egalité, Fraternité -aquellos adelantados del V2- saquearon las tumbas reales. La cabeza de Enrique IV fue separada de su cuerpo, y anduvo hasta hoy entre esos seres siniestros que llaman coleccionistas. Uno de ellos, de tanto leer el “Hello!”, parece haberse creído lo de que Luis Alfonso Puig-Moltó Martínez Dampierre Franco es “el Duque de Anjou”, y le ha entregado la cabeza, en un ataque de conciencia.
Y maquina este CeTáCeo: ¿no será cosa de aprovechar y comparar ADNs? La idea la tomo del fallecido Juan Balansó, juanista desengañado. En su curioso libro “La familia rival” (1994) proponía una de esas pruebas para despejar la duda sobre la descendencia de la Isabelona (II). Pero a lo mejor con Juanito (alias Juan Carlos) no se despejan: su madre era Borbón. De Borbones traidores y bobos, pero genéticamente Borbones. En cambio, Luis Alfonso lo último Borbón que pilla es la madre de uno de sus dieciséis tatarabuelos.
Ahora, en plena novena a las Ánimas del Purgatorio, y cerca ya del VII aniversario del matrimonio de Luis Alfonso con la hija del banquero de Chávez, ¿no sería bonito que el banquerillo “Duc” le regalase a la voluptuosa venezolana un árbol genealógico actualizado? Siempre puede celebrarlo con una superhortera mega-actuación como las de su bodorrio dominicano, que papi paga:
"Los Del Río", autores del nuevo himno legitimaux français: "¡Heyy, Macarena! ¡Aá!". Actuación estelar de la boda en 2004 de Luis Alfonso "le Duc" y Margarita Vargas. Junto con David Bisbal, Juan Luis Guerra... Pura elegancia "Ancien Régime"

Bueno, ahora en serio. (Antes también, pero sólo casi). Parece que Luis Alfonso quiere que la cabeza de Enrique IV vuelva a la tumba de la que fue robada y se reúna con el cuerpo. Aunque el susodicho Luis Alfonso sea un impostor a tiempo parcial, eso es digno y sensato. Lo que no es digno es escribir para proponérselo al indigno Sarkozy, sucesor de los ladrones asaltatumbas de 1793. Ni firmar con los títulos que se atribuye, a los que tiene tanto derecho como tiene este CeTáCeo al título de octópodo. De eso se trata, nos tememos: la pretensión Puig-Moltó en Francia es una contribución más para consolidar la sanguinaria République, confundiendo y desprestigiando a los legitimistas.
Y sí, mis queridos seguidores: este CeTáCeo sabe, o supone, que la prueba de ADN habría que hacerla con los restos de Francisco de Asís de Borbón, marido de la Isabelona, pero no padre de sus hijos. La guasa es la guasa.

Caput perdere « el CeTáCeo