No he leído en detalle estas últimas disputas, pero quisiera terciar en el debate, con la esperanza de que se calmen los ánimos y retorne a su objeto inicial: las leyes de aborto en el mundo.
(1) No creo que exista una conspiración para acabar con la raza blanca. La conspiración tiene por objeto reducir la población global de todas las razas. En Europa se aplican políticas que, efectivamente, tienden a acabar con la raza blanca: aborto, contracepción, feminismo, pornografía, filosofía antinatalista, desnaturalización de la familia. Pero, si lo estudiamos con seriedad, veremos que estas mismas políticas se intentan aplicar igualmente en los países del Tercer Mundo, en incluso allí de manera más agresiva, pues en el lote van también esterilizaciones forzosas o incentivadas de gentes completamente sanas, cosa que no se da en Occidente.
Y, sin embargo, es evidente la pujanza demográfica de negros y árabes con respecto a los blancos. Esto es debido a que las políticas antinatalistas que la ONU intenta imponer encuentran en esos países una mayor resistencia que en Occidente, bien porque allí la sociedad no está tan secularizada --y en general las religiones son natalistas--, bien porque están más apegados a sus tradiciones y no conceden tanta importancia al bienestar material inmediato. En Occidente estas políticas no encuentran apenas resistencia y por eso decrece la población autóctona, que al final acaba siendo sustituida por inmigrantes. Sin embargo, está perfectamente documentado que los inmigrantes que vienen a Europa, al cabo de un tiempo, adoptan nuestros mismos hábitos antinatalistas, con lo que al final no resulta tan clara esa sustitución, ni en todo caso es algo que se busque de manera deliberada.
En conclusión, no existe una política para acabar con la raza blanca, sino una política global de CONTROL DE POBLACIÓN que encuentra menos eco en los países no occidentales. Para evitar que nuestra raza desaparezca --aspiración legítima siempre que no se busque exterminar a otras razas-- lo que tenemos que hacer es combatir esa filosofía antinatalista de la que estamos impregnados hasta las cachas. Eso pasa por recuperar la religión en nuestras vidas, entre otras muchas cosas. Si no se combate esa filosofía de fondo, ya puedes cerrar las fronteras o expulsar a todos los inmigrantes, que no conseguirás nada.
(2) David Duke, independientemente de su pertenencia al KKK, es basura; como lo es todo el movimiento del "white power" y en general todo el nacionalismo que proviene de Estados Unidos. Los patriotas hispánicos deberían vetar concienzudamente toda fuente ideológica de esa nación maldita. Dicho esto, creo que Nicus no es nazi ni obra de mala fe. Parece una persona joven que, por la edad, tiende a aceptar sin demasiado rigor cualquier testimonio. (No me parecen, en cambio, de buena fe otros que administran portales católicos y supuestamente tradicionalistas que luego ponen esos mismos vídeos de David Duke, pero de eso hablaré más adelante.) Por ello, pido que ambas partes rebajen el tono y se muestren más comprensivas.
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