He sufrido la intolerancia progre en mis carnes.

Hola hispanistas:
He sufrido la intolerancia, la escabechina y el ensañamiento de los podemitas militantes por hablar públicamente en contra de su pensamiento único lineal. Resulta que hice un vídeo sobre la bandera en YouTube. Un vídeo bastante histórico y no exactamente radical, (para ellos sí). El ejercicio de esta libertad de expresión ha llevado a casi una ruptura de pareja, llantos, juicios de valor, insultos, rupturas de amistad por redes sociales, odio, celos.

SÓLO por hacer un vídeo público hablando de la bandera española. Quién esté interesado lo paso por privado. No sé si podré seguir haciéndo los vídeos pues la persona con la que los hacía se ha tenido que ir a otra provincia huyendo del infierno generado por el vídeo. Y luego hablan de Franco, de represión, y dicen que SOMOS radicales???

La intransigencia de la izquierda me ha podido callar por el momento, tenía un vídeo preparado en español y en inglés contando lo de Cataluña, pero por ahora se queda en la incubadora, hasta restablecimiento emocional y físico. En fin, tenía ilusión de aportar mi granito de arena en nuestra lucha. Basta de chantaje, vivimos bajo dictadura, hispanos de mi corazón. Así es.

Última edición por Christabel; 17/02/2018 a las 11:18

“La verdadera fe es incolora, por decirlo así, como el aire y el agua; medio transparente a través del cual el alma ve a Cristo. Nuestros ojos no ven el aire y de la misma manera nuestra alma no se detiene a contemplar su propia fe. Cuando, por consiguiente, los hombres toman esta fe como si dijéramos en las manos, la inspeccionan curiosamente, la analizan, se absorben en ella, se ven forzados a materializarla, a darle color para que pueda ser tocada y vista. En otros términos, sustituyen a ella, colocan sobre ella, cierto sentimiento, cierta impresión, cierta idea, cierta convicción, algo en fin en que la atención pueda prenderse. Cristo les interesa menos que lo que llaman ellos sus experiencias. Los vemos trabajando para seguir en sí mismos los signos de la conversión, la variación de sus sentimientos aspiraciones y deseos: los vemos ponerse a conversar con los demás sobre todo esto. ”. John Henry Newman