De esa mafia llamada FSA no me sorprende nada; su única patria es la FSA. Lamentablemente, ahora que el camarada Areces se retira (o lo desactivan y lo guardan en un armario; siempre he sospechado que no es humano) nos toca aguantar a Javierito Fernández, el Pepiño asturiano.
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