No quiero imaginarme lo que, a estas alturas, habrá sido de esos sagrarios del Pardo, de Meirás, de Ayete y de Pedralbes...el Sagrario del oratorio particular, recóndito, íntimo, sereno y tranquilo, del Palacio de El Pardo, donde la lámpara arde amorosa y esmeradamente cuidada y vigilada noche y día; el Sagrario del Pazo de Meirás; de Ayete, en San Sebastián; del Palacio de Pedralbes, en Barcelona...;
Esos cálices y patenas se supone que, desde hace bastante tiempo, estarán refundidos como lingotes o algo así. El recuerdo de Franco en ellos lo tendrá solo Dios (por supuesto, con ése, sobran todos los demás).hizo construir más de dos centenares de cálices y patenas de plata y oro como donativo particular suyo a las iglesias pobres y devastadas a los que hizo poner esa inscripción: «A Cristo Rey el Caudillo de España -1944». ¡Cuántas custodias y viriles con rica pedrería, recordarán la devoción eucarística del Generalísimo!
Marcadores