
Iniciado por
tautalo
Donoso Cortés fue, a la postre, un "buen abogado para una Mala Causa" -siendo la pésima causa que le tocó defender la de la descendencia de Fernando VII, esa casta degradada moral y fisiológicamente, de cuyas debilidades y pusilanimidad se aprovecharon los enemigos interiores de España -los liberales y los masones-, para desmantelar el Orden Tradicional (lo que ellos llaman Antiguo Régimen), y así -desfigurado y minado el orden tradicional- fue como esos chalaneros liberales sentaron las bases del desorden moderno, que tan trágicamente afectó y afecta todavía hoy a las conciencias, a la sociedad, a la nación y a sus regiones y, por ende, al ser mismo de España.
Pero, pese a las apariencias y a su pesar, permanece todavía intangible e invulnerable un orden tradicional, por más invisible que sea -como esa "armonía oculta" a la que aludía Heráclito- en las almas de los españoles puros, católicos y tradicionalistas netos, que no claudicamos ante las sofisterías de los tiempos. Este blog, como otros muchos que seguimos, son muestra de ello. Y están llamados a constituir una galaxia de focos que irradien su luz para espantar tantas tinieblas como se han propagado.
Donoso Cortés nos lo agradecería. Pues, en su fuero interno, siempre fue un hombre perteneciente al orden tradicional. Claro que nos hubiera gustado que Donoso Cortés dejara en la cuneta a María Cristina y a su hija Isabel, que de tal palo tal astilla y, por lo menos, hubiera pasado al campo del Rey Legítimo D. Carlos María Isidro -uno de los exponentes más sobrios y sanos de la Casa de Borbón de todas las épocas-, pero Dios quiso que Donoso Cortés pudiera ser, para nosotros tradicionalistas netos, "un buen abogado para una mala causa"... Sí; pero para la historia fue un "valiente fiscal para una mala época".
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