Tema: Diez mentiras del nacionalismo catalán

Diez mentiras del nacionalismo catalán

MARÍA JESÚS CAÑIZARES


Javier Barraycoa (Barcelona, 1963) vuelve a desmontar los mitos nacionalistas en su libro «Cataluña Hispana» (LibrosLibres) del que ABC publica un extracto







1- Existe un sustrato étnico catalán
Catalanistas como Prat de la Riba o el historiador Ferran Soldevila, insistían en un sustrato ibérico que compondría el fundamento étnico del pueblo catalán. Pero el historiador Vicens Vives afirma en su «Noticia de Catalunya», publicado en catalán durante el franquismo: «Somos fruto de diversas levaduras y una buena parte del país pertenece a una biología y a una cultura de mestizaje. No remontándonos más allá de la época carolingia sabemos que el núcleo de nuestra población campesina la formaban los «homines undenque vinientes», es decir, «los hombres que venían de cualquier parte».
2-El mal de Cataluña es el centralismo madrileño
Barcelona fue una de las sedes de la Corte de los Reyes Católicos o la ciudad de España donde más cómodo se sintió Carlos I. En ella recibió el título de Emperador. El Arzobispado de Tarragona obtuvo el título de Primado de las Españas y aún lo mantiene compartido con el Primado de Toledo. La construcción de un Estado jacobino en el siglo XIX impidió que el Estado español se forjara al estilo francés. La ausencia de una administración fuerte permitió que Cataluña dedicara sus esfuerzos a enriquecerse e intentar liderar el Gobierno español.
3- Cataluña fue una «nación» gracias a la negativa de Borrell II de rendir pleitesía al rey franco Hugo Capeto
El imperio Carolingio se desmoronaba y le costaba mantener su influencia sobre los Condes de Barcelona. Sin embargo, el Conde Borrell II no proclamó la independencia sino que se sometió en vasallaje al Califato de Córdoba, regido por Alhaquem. Su sucesor, Almanzor, arrasó media Península y de paso Barcelona. Borrell II, atemorizado, pidió ayuda a Hugo Capeto. Debían encontrarse ambos personajes para que Borrell II le rindiera vasallaje, pero ese encuentro nunca se produjo. Los nacionalistas interpretan que aquello fue un acto de independencia. Pero nadie sabe lo que pasó. Los Condes catalanes no tuvieron reparo en casar su descendencia con la aristocracia y la realeza castellana.
4- La Generalitat es originalmente catalana
La Generalitat fue una institución provisional de la Corona de Aragón, instituida en las Cortes de Monzón en 1289. En el Palacio de la Generalitat se puede ver una placa que anuncia que se fundó en Cervera en 1359. Este desfase en el tiempo se refiere a unos acuerdos sobre la composición (provisional) de la Generalitat, concebida como mero órgano recaudador de impuestos. La constitución política de la Generalitat se debe al primer Trastámara que ocupó la Corona de Aragón: Fernando I. Los Trastámara llegaron a ser algo en el Reino de Castilla gracias a los apoyos de Pedro IV de Aragón.
5- Cataluña ha tenido una espiritualidad diferente
El centro espiritual de Cataluña rara vez fue independiente. Gracias a los Reyes Católicos, Montserrat pasó a depender del Monasterio de San Benito el Real de Valladolid, llegando a florecer como nunca. Durante cuatro siglos, hasta las persecuciones del siglo XIX, Montserrat estuvo llevada por mayoritariamente por monjes castellanos. El más famoso fue García Ximénez de Cisneros (hermano del famoso Cardenal) que ahí redactó «El exercitatorio de la vida espiritual».
6- Los catalanes no participaron en la Conquista y el «genocidio» americano
Algunos nacionalistas se empeñan en que sólo gracias a los catalanes se pudo iniciar la conquista de América; otros se quejan de que no se dejó participar a los catalanes. Cataluña participó, a su ritmo, en la conquista de América. Desde el batallón de voluntarios catalanes que participaron en el descubrimiento de California, al Tercio de Miñones catalanes que defendió Buenos Aires del intento de invasión inglesa, hay miles de ejemplos.
7- «Nación» catalana nada tiene que ver con «nación» española
En los dietarios de la ciudad de Barcelona, se recogía en 1492 las celebraciones «más grandes jamás vistas» con motivo de la toma de Granada, en la que participaron numerosos catalanes. En la sublevación de las Alpujarras miles de catalanes participaron en su sofoco. De ellos Don Juan de Austria dijo que eran «los súbditos más leales del Rey de España». La participación catalana fue clave en la Batalla de Lepanto o en el dominio hispano del Mediterráneo. De los 400 primeros legionarios de Millán Astray, 200 provenían de Barcelona; en 1909, Alfonso XIII pidió varias letras para el himno de España al catalán Eduardo Marquina; durante la Guerra de Melilla en 1893, en la que participaron muchos voluntarios catalanes, hubo en Cataluña fervor españolista.
8- Castilla oprimió la lengua catalana y el nacionalismo la salvó
La mayoría de disposiciones legales contra el catalán emanaron de miembros de la masonería. Para ellos el castellano debía ser la lengua modernizadora a imagen del francés que había liquidado buena parte las lenguas que se hablaban en Francia. La lista es inequívoca: el Conde de Aranda, el Conde de Floridablanca, Manuel Godoy, Manuel José Quintana, Mendizábal, Claudio Moyano, OŽDonell, Sagasta o Romanones. No fue Castilla, sino una elite ilustrada, liberal y de izquierdas la que fue generando leyes y decretos para minimizar las otras lenguas españolas. Por el contrario, el falso «renacimiento» del catalán, se logró con la práctica «invención» de una gramática a manos de Pompeyo Fabra.
9- Companys fue un modelo para todos los catalanistas
La memoria histórica de Companys se ha salvado por su trágica muerte que le convirtió en un mártir para los catalanistas. Sin embargo, fue uno de los personajes (en vida) más odiado por los catalanistas más radicales. Un diputado de ERC, durante la II República, Puig y Ferreter, lo define así: «Companys era pequeño, voluble, caprichoso, inseguro y fluctuante, sin ningún pensamiento político, intrigante y sobornador, con pequeños egoísmos de vanidoso y sin escrúpulos para ascender». Otro diputado de ERC, Joan Solé Pla, lo describía así: «Es un enfermo mental, un anormal excitable y con depresiones cíclicas; tiene fobias violentas de envidia y de grandeza violenta». En 1917, al ser elegido concejal por Barcelona, del Partido Radical, Companys obligó al catalanista Carrasco y Formiguera, también elegido concejal a gritar un «Viva España».
10- El fin del catalanismo radical ha sido siempre la independencia
En el primer número de «Alerta», órgano del grupo terrorista Terra Lliure, se dejaba claro que la independencia no era un fin en sí misma, sino un instrumento para construir un Estado socialista. La caída del muro de Berlín borró de un plumazo este hito socialista y la independencia dejó de ser un medio para convertirse en un fin.


Diez mentiras del nacionalismo cataln - abcdesevilla.es

Entrevista a Javier Barraycoa en exclusiva para Lealtad Digital y Cruz de San Andrés


Algunos ya tenemos el placer de conocerle, pero para los que aún no tengan el gusto, dígame, ¿quién es Javier Barraycoa?
Un catalán, de origen vasco, enamorado de España. Profesionalmente soy sociólogo y profesor universitario. Pero la deriva que ha tomado el nacionalismo en Cataluña me obligaba moralmente a escribir un libro que desmitificara tanta mentira (Historias ocultadas del nacionalismo catalán). Sin quererlo, ni sospecharlo, el libro se convirtió en un éxito.

Después del éxito de ventas y de crítica, cosechado por su primer libro, “Historias ocultadas del nacionalismo catalán”, ahora se anima con este segundo título tan sugerente como “Cataluña Hispana”. ¿Qué diferencias encontraremos entre ambos libros?
El libro anterior consistía en desvelar los errores del nacionalismo, contrastando sus tesis con la realidad histórica. En cierta medida era un libro que pretendía desnudar el nacionalismo. Por el contrario este nuevo libro pretende, a base de pequeñas historias, reconstruir la historia de Cataluña, inequívocamente unida a la de España desde siempre. Casi desde que en el siglo II a.C., llegaran los romanos a Ampuria Brava.

El título tiene un matiz interesante. No se llama “Cataluña española”, sino “Cataluña hispana”. Cuéntenos porqué.
Sí, ciertamente el matiz es muy importante. La idea de fondo no es que Cataluña existiera y luego se “españolizara” a través de la “imposición” castellana (como mantienen los nacionalistas). Más bien al contrario. La primera realidad existente fue Hispania, que tras muchos avatares, derivó en Las Españas. Cataluña es una concreción de la Hispanidad, así como han existido otras en la Península y más allá de los mares. Por eso, yo prefiero hablar de “catalanidad”. La catalanidad es hispanidad. El nacionalismo sólo ha llevado a la descatalanización de Cataluña, pues ha vaciado de contenido su tradición e historia.

Adelántenos algo acerca del contenido de este libro, por favor.
Bien, lo intentaré muy someramente. La primera capital de Hispania, teniendo en cuenta que ésta se concretó tras la romanización en el Reino Visigodo, fue Barcelona; el arzobispado de Tarragona siempre ostentó el título de Primado de Las Españas; La única letra oficial del Himno de España, fue aprobada en 1909 y compuesta por un catalán; Felipe V formó su guardia personal, tras la Guerra de sucesión, con la nobleza catalana, los catalanes participaron en todas las gestas hispanas. Los dietarios de la Diputació de Barcelona, nos hablan que cuando se tomó Granada se organizó la mayor fiesta jamás presenciada en la ciudad; de los cuatrocientos primeros legionarios, doscientos provenían de Barcelona, … no pararía.

Según nos cuenta, el libro está estructurado por pequeñas historias y anécdotas, ¿nos podría adelantar alguna de ellas?
A voz de pronto se me ocurren dos.

Una es que en Cataluña, excepto una aristocracia militar, hasta el siglo XIX por influencia del catalanismo, nadie tenía devoción a Sant Jordi y nadie bautizaba a sus hijos con ese nombre. La devoción al patrono de España, Sant Jaume estuvo mucho más extendida, prueba de ello son nuestros reyes Jaume I y II.

La segunda anécdota tiene relación. La sardana, hasta la llegada del nacionalismo, era prácticamente desconocida para la mayoría de catalanes. En Cambio en toda la plana de Barcelona se tenía muchísima devoción a un santo madrileño Sant Isidre Llaurador, patrono de los campesinos catalanes. Lo que se bailaba en la actual provincia de Barcelona era especialmente la Dansa de Sant Isidre. Ah!, aprovecho. Los famosos “castellets” catalanes, tienen su origen en valencia (las muixerangas o moixarangas).


Por lo que parece, no creo que los políticos nacionalistas catalanes actuales lo tengan como “libro de cabecera”. ¿Cuál cree que es el origen de este desencuentro entre la historia de la Cataluña hispana de los últimos 1500 años y la historia de Cataluña que se empieza a escribir en el S. XIX?
El desencuentro se produce cuando la élite burguesa catalana considera que el Estado español ha fracasado (por la pérdida de las últimas provincias de ultramar y la pérdida de sus negocios allí). Entonces aprovechan los desvaríos de Prat de la Riba y “montan” una ideología que ni ellos creían. El catalanismo político era una excusa para defender sus intereses ante los gobiernos de Madrid. Pero esta mentira fue posible porque a Cataluña llegó con mucha fuerza la influencia del romanticismo europeo. Cataluña dejó de buscar su esencia en su tradición hispana, sino en las mitologías artúricas o wagnerianas. Esta mística cultural derivó en mística política, y eso es el nacionalismo. El exceso de fantasía no es bueno para los pueblos.

Porque los fundamentos de la Hispanidad de Cataluña son …..
Los fundamentos de la Hispanidad ya los encontramos en el bando del 11 de septiembre de 1714, la lucha por la monarquía hispánica (Rey), las libertades de España (Patria y fueros) y la Religión (Dios). Es más que curioso que las claves de ese bando, en 1714, ya contuvieran los lemas que se repetirían en la Guerra gran (1793-95), o a lo largo del siglo XIX en la guerra realista, la dels malcontents, o las guerras carlistas: “Déu, Pàtria, furs i Rei).

¿Y cuál cree que podría ser el nuevo punto de encuentro entre ambas Cataluñas, la tradicionalmente hispana y la que quieren construir desde el odio hacia el resto de Las Españas?
Hoy por hoy el punto de encuentro es muy difícil. El nacionalismo radical ha tensado tanto la cuerda que ha conseguido que muchos catalanistas que no eran separatistas, ahora lo sean. Mi propuesta es muy atrevida. Hemos te recuperar el concepto de “catalanista”, pero en el buen sentido, esto es, como sinónimo de “catalanidad”. En la segunda parte del siglo XIX mucha gente tomaba como sinónimos los términos de catalanismo, regionalismo, foralismo o tradicionalismo.
De hecho todos los primeros catalanistas (no políticos) eran católicos y muy tradicionales (aunque no carlistas). El catalanismo derivó en nacionalismo y lógicamente en separatismo. Tenemos que demostrar a todos los viejos catalanistas, que nosotros los somos más que ellos, pues la esencia verdadera del catalanismo es la catalanidad y de ésta la hispanidad. Sin la referencia hispana, Cataluña morirá. Ya sé que esta tesis es muy arriesgada pues alguno pensará que defiendo el “catalanismo” (en su vertiente nacionalista). No, lo que quiero exponer es que el nacionalismo ha jugado con las palabras y las ha llevado a su terreno. Ya es hora de recuperar un lenguaje e ideales que nos han robado y malformado.

Para los que no conocen tan de cerca la manipulada fecha del 11 de septiembre, “Diada de Cataluña”, usted en el libro habla de esto.. ¿qué se conmemora?.
Primero decir que el nacionalismo catalán es el único en el mundo que propone como fiesta “nacional” una derrota. Siempre se celebran las victorias (pensemos en el 4 de julio para los Norteamericanos). Ello demuestra el carácter enfermizo y melancólico del nacionalismo catalán. Además que unos republicanos, independentistas, agnósticos y revolucionarios estén celebrando una efeméride monárquica, profundamente católica e hispana, ya es de locos. Por tanto, sólo podemos darle la razón al historiador Rovira i Virgili, que era republicano nacionalista, pero listo. Sabía que no tenía sentido celebrar el 11 de septiembre. Por eso en su “Historia de las nacionalidades” dice, en referencia a Cataluña”, que los herederos de 1714 no son los catalanistas, sino “els carlins de les Montanyes”.

¿Entonces Rafael Casanova no luchó por la independencia de Cataluña del resto de Las Españas, como nos quieren hacer creer?
Por supuesto. Además tras la Guerra fue perdonado por Felipe V. De Casanova, el nacionalismo ha hecho un mito. Incluso los escolares catalanes creen que murió en la defensa de la ciudad. Terrible pero cierto, hay encuestas. Lo más terrible es el olvido del verdadero héroe de 1714, Antonio de Villarrroel. Los nacionalistas ocultan su figura porque, aunque nacido accidentalmente en Barcelona, era gallego. Murió encarcelado por Felipe V en condiciones terribles. Su celda estaba siempre inundada de agua. Ningún nacionalista le ha hecho un homenaje. Tampoco nos dicen que en la defensa de la ciudad de Barcelona había un Tercio de castellanos, otro de aragoneses y otro de navarros. Sorprendente, hubo castellanos defendiendo Barcelona … y nadie lo dice.


Ni solamente lucharon los catalanes del lado austracista ni los castellanos del lado Borbón.
Claro. Ahí está la trampa del nacionalismo, hacernos creer que fue una guerra entre Cataluña y España. Semejante despropósito no aguanta la más mínima revisión histórica. Hubo muchos batallones felipistas compuestos por catalanes, como los Regimientos de Dragones de Camprodón, el de Grimau, el de Picaltés, … no pararíamos. Como una curiosidad, el triunfo felipista fue gracias a unos catalanes. Precisamente los Dragones de Camprodón, que defendieron a Felipe V e impidieron que fuera capturado por las tropas austracistas en la batalla de Almenar. La historia tiene sus ironías.

La historia fue como fue. No se puede reescribir. Según lo que nos cuenta, el nacionalismo separatista catalán tendrá que buscar otras fuentes de inspiración porque históricamente sus pretensiones no tienen base real. ¿Cuándo habla con algún nacionalista sobre estos temas, a qué se acogen para rebatir sus argumentos?, ¿o simplemente cambian de tema?.
Normalmente cambian de tema y no quieren que la discusión sea en términos históricos. Prefieren apelar a un “sentimiento” y un odio “genérico” y difuso a todo lo que suene a España. Estoy convencido que en el fondo es un auto-odio. En los dos últimos años la deriva ha sido peor. El argumento más eficaz en los dos últimos años ha sido “Espanya ens roba”. Se está apelando, y engañando a la masa de inmigrantes latinos y musulmanes, para que acepten la independencia. Les hacen creer que con ella habrá más cobertura social. Artur Mas llegó a decir que con la independencia, la esperanza de vida de los catalanes aumentaría cinco años. Es duro admitirlo, pero estamos gobernados por descerebrados o dementes.

¿Alguna “carga de profundidad” más para terminar?
La traición de la elites en Cataluña a la Tradición catalana es de tal calibre que han preferido movilizar una inmigración musulmana antes que la hispana. Estaban convencidos que los ecuatorianos, peruanos, etc … no serían tan fáciles de catalanizar como los musulmanes. Desde hace muchísimos años, la Generalitat ya enseña catalán en Marruecos a los que vendrán. Torras i Bages decía: “Cataluña será cristiana o no será”. Ahora parece que nuestras elites han decidido que “Cataluña será musulmana”. Y no es un mero juego de palabras. Hace unos días el gobierno catalán reunió en el Parlament a doscientos imanes de Cataluña y les animó a predicar el Islam en Cataluña. ¡Y Pensar que en Cataluña se fundó la orden de los Mercedarios, para rescatar cautivos de los musulmanes.

¿Tiene pensado presentarlo en el conjunto de Las Españas? Si es así, adelántenos las ciudades en las que tiene prevista su presentación.
Estaré encantado de presentarlo ahí donde se me pida. De hecho todavía sigo realizando presentaciones del anterior libro, algo insólito en el mundo editorial. Ello significa que este tipo de libros hacen mucha falta. Por cierto, una de las citas que introduce el libro es de Mao Tse tung y dice así: “leer muchos libros es peligroso”. Y eso es lo que quiere el nacionalismo, que nadie lea libros sobre la Cataluña real.

¿Dónde se puede adquirir el libro?.
Especialmente en el Corte inglés, FNAC, Casa del libro. Aunque sabemos que muchas librerías boicotean su distribución. Por ello también se puede pedir por correo electrónico o teléfono. Ahí van unos datos: CATALUÑA HISPANA está disponible en “Ociohispano”, se puede adquirir llamando al 915940922 o entrando en Librera Ocio Hispano. También hay versión electrónica en Amazon. y próximamente a través de la propia Cruz de San Andrés.

Bueno, pues le agradecemos su tiempo al conceder esta entrevista a Lealtad Digital / Asociación Cruz de San Andrés, y le deseamos que se repita y se mejore el éxito alcanzado por “Historias ocultadas del nacionalismo catalán”.
Gracias a vosotros por vuestro trabajo.

Asociación Cruz de San Andrés por la vida y la familia