Re: Los arios, un cuento del XIX
Aunque suele ocurrir en estos casos, que tales berzas no son tratadas por sitios que llamaríamos serios, tal vez porque no quieren mojarse, tal vez porque consideran que desde la Antropología Social, la genética de poblaciones, la Historia o la Arqueología, todo eso de los arios no es más que una de tantas estupideces que abundan entre grupúsculos nazis, adolescentes rebeldes y entre individuos frikis que buscan algo. Así que dada la abundancia de "fuentes"
al respecto, reproduzco una que, al menos para este caso, parece tener un autor más sensato. Tal vez sería conveniente recurrir a Iker Jiménez de Cuarto Milenio para que nos saque de dudas (??????????????????????????????????????????????)
Los arios: La historia que todos creyeron, pero era mentira.
Publicado: 7 de agosto de 2013 | Autor: qqtavern |
A principios del siglo 19 los británicos tenían un imperio,
los austríacos tenían un imperio,
los españoles tenían un imperio,
los portugueses tenían un imperio,
los franceses, un conjunto de colonias y una cultura envidiable
los italianos, un recuerdo glorioso del imperio romano
los griegos, un recuerdo glorioso del imperio helénico,
pero los alemanes, solamente tenían una historia deshonrosa.
Fue entonces, en 1848, que el académico alemán Max Muller inventó una leyenda que tuvo el poder de cambiar la historia.
A partir de su estudio de las semejanzas entre el sánscrito y el alemán, propuso que una supuesta raza aria sería la creadora de la antigua civilización de la India. Los arios de piel blanca habrían conquistado y “civilizado” a los dravidianos de piel más oscura.
La idea fue recibida con beneplácito en medios académicos y políticos alemanes, deseosos de limpiar su vergonzoso pasado.
La idea fue adoptada con beneplácito por los ingleses, porque era funcional a su estrategia de colonización en la India.
La idea fue aceptada por ciertos sectores de la aristocracia en India porque era funcional a sus intereses y privilegios.
De tanto repetirla, la idea se convirtió en verdad, el mundo entero la creyó. No solamente devolvió la autoestima a la nación germánica y fue un aglutinante de su unidad dispersa, sino que fue más allá. Los alemanes se sintieron protagonistas de la historia y se sintieron llamados a ejercer un rol civilizador en el mundo.
Aquella idea terminó alimentando varias guerras civiles y un par de guerras mundiales produciendo millones de muertos.
Pero “la idea” era una mentira. Un burdo embuste que el propio Max Muller intentó desmentir al advertir con horror las consecuencias que iba a traer.
Max Muller no pudo matar al monstruo que había creado. La leyenda de una raza “indoeuropea” siguió viva aun cuando jamás hubo una evidencia que la sustentara.
Aun cuando los descubrimientos arqueológicos nos mostraron una historia bastante distinta.
Hoy sabemos que sí existieron invasiones hace 5 mil años, pero que no partieron de la India, sino del Cáucaso, en todas direcciones.
Que no eran arios nobles sino pastores kurganes. Que no eran altos sino más bien pequeños. Y que no eran “civilizados” sino extremadamente violentos.
Hordas de nómades que impusieron el hierro y la cultura patriarcal.
Y que terminaron aniquilando la cultura milenaria, pacífica y matriarcal de la Europa Neolítica.
https://itahisa.info/2013/08/07/la-h...o-era-mentira/
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"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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