Saludos
Tal vez una vez más sea mi intervención acorde a la frase "De la abundancia del corazón, habla la boca", tal vez en lugar de hablar debiera escuchar y pedir sus oraciones para un pobre servidor; pero tal vez en esta era donde todo mundo habla sin tener algo que exponer y solo por el hecho de hablar, repito tal vez debiera de hablar un ser que cada día busca la salvación de su alma y desespera por encontrar la verdad.
En mi búsqueda por la verdad hice muchas cosas y solo debido a la gracia de Dios y al sello del que habla San Agustín llegué ante el altar y de rodillas pedí perdón, luego inicie una vida totalmente diferente y en eso estaba hasta que caí aparatosamente, puede que las acciones en esta vida se paguen caro, solo fue muy escandaloso el precio. El punto no es el error, si no la causa.
No rehuyo las responsabilidades de mi vida delegando mis responsabilidades y mis errores a otras personas, pero si quiero salvar mi alma debo de ser objetivo en cuanto a mi búsqueda; y he encontrado una verdad como catedral.
La verdad que he encontrado después de mi fracaso es la siguiente "Somos, soy un ser drogado", la televisión, la música, la vida han servido de enervante espiritual, si me quisiera recordar mi infancia estoy seguro que habían miles de cosas que nunca pasaron por mi cabeza y que ahora son el pan de cada día de los niños.
Siempre dudé de mi capacidad para transmitir ideas, y es que es difícil en cuanto tienes el subconsciente revuelto; hablo del subconsciente por aquella frase de mi padre "el hecho de que no sea consciente lo vuelve mucho más peligroso, pues pasa sin que te des cuenta" y es a ese subconsciente a donde han atacado,al que han envenenado y es el causante de que ahora se pretenda vagabundear por el mundo sin bandera ni doctrina a fin de ser ciudadanos del mundo y hermanos sin fronteras, sin comprometerse, ni responsabilizarse, ni lucha, ni dolor, ni fracaso, ni triunfo...
Estoy seguro de que cualquiera de ustedes encontrarán las palabras exactas para definir el estado de ánimo que hoy en día acosa a los jóvenes, seguro también de que al igual que yo ahora pienso verán en el cambio, algo sutil y monstruoso que lamentablemente se ha introducido en la Iglesia, y que lleva a los sacerdotes a ser obreros, a ser animadores de fiestas, a ser ejecutivos que cobran tarifa por sus servicios y solo trabajan 8 horas diarias con descanso entre semana. A ser todo menos aquellos guías espirituales que la juventud drogada busca. Pobre de San Juan Bosco al que ningunean dándole el título de "Ilusionista" y omiten la gran labor que hizo por los jóvenes, el nunca fue un titiritero... nunca dejó de ser guía de jóvenes.
"El show" en eso se ha convertido la cosa muy seria que es la vida

Que Dios tenga piedad de nosotros