¿Gandhi y Martin Luther King católicos?
Ostia no es realmente un centro alejado. Por lo tanto, parece extraño que no se hayan levantado protestas por lo que se muestra claramente en la iglesia parroquial de Santa María Regina Pacis, un enorme edificio neo-barroco, consagrada en 1928 y durante algunos años remodelada con nuevas ventanas y nuevos (horribles) pinturas en el interior.
Ahora, sobre la ausencia de cualquier elemento de belleza y de catolicidad en la gran mayoría de las obras de arte "sacro” contemporáneo es inútil hablar, porque es algo notorio. Y por supuesto no hay que tomarlo solo con los artistas, sino más bien con los que comisionan determinados trabajos y los aprueban sin pestañear. Pero en este caso hay un hecho inquietante y gravísimo, que no dudamos en definir de blasfemia. Fuera de la iglesia, en el lado lateral que da al patio de la parroquia local, cualquiera puede ver (como se documenta en las fotos adjuntas), tres mosaicos. En el centro, está la Madre Teresa de Calcuta, una beata de la Iglesia Católica, mientras que a su derecha se encuentra el retrato de Gandhi y a su lado izquierdo, el de Martin Luther King. Parece una broma, pero por desgracia no lo es.
¿Cuál es el punto en común entre estos tres personajes? ¿Por qué representar en un lugar de culto católico dos figuras que pertenecen a diferentes religiones? ¿Por qué juntarlos con una religiosa, consagrada a Dios, cuya vida y espiritualidad han hecho de ella merecedora de ser venerada por los católicos? Aquí estamos más allá del cualquier ecumenismo forzado y del irenismo más dañino.
La asociación de estos tres personajes es una blasfemia en contra de la Beata Teresa de Calcuta y en especial en contra de Cristo. Permitir este tipo de operaciones "artístico-espirituales" significa no haber entendido nada de la religión católica. Significa vaciarla de lo esencial y reducirla a una opción puramente cultural. Significa deshacerse de Dios y poner en su lugar al hombre. La Madre Teresa no hacía filantropía, sino verdadera caridad cristiana y de hecho ayudaba a los pobres procurándoles de horas y horas de adoración eucarística hecha de rodillas, adorando a Aquel que es el único Camino , la única Verdad y la única Vida: Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, el Salvador y Redentor del mundo. Gandhi y Martin Luther King, cuyas vidas privadas, sin embargo, fueron todo menos ejemplares, también habrán hecho justas batallas, pero parciales y carentes, porque no había en ellas la plena Verdad.
El drama de la Iglesia de hoy es el siguiente: en el nombre del buenismo, de lo políticamente correcto, de los aplausos, de las batallas civiles, se ha perdido lo que le da fundamento, a saber, Cristo. La confusión doctrinal es tan grande que ni siquiera nos damos cuenta de estos errores que son tan escandalosos. Y lo que es más sorprendente y doloroso es que ninguna autoridad eclesiástica ha actuado para eliminar el constructo blasfemo. ¿Para cuando una intervención pública y decisiva? (F.C.)
Artículo original en: Gandhi e Martin Luther King cattolici? | Corrispondenza romana
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