Tema: "Nostra aetate"... ejemplo de aberración conciliar

Iniciado por Rodericus

Entiendo que hay que ser un poco más prudentes en las apreciaciones. Sobre todo cuando se trata de Sumos Pontífices.

El texto es lamentable, y no creo que nadie ignore que la herejía modernista ha entrado en la Iglesia.

Son tiempos difíciles, pero las valoraciones de Papa y obispos tiene que ser más cautas: el diablo atac en todos los campos.

Suscribo.

Pongo por ejemplo las apariciones de la Virgen en Garabandal.

Las fechas son muy significativas: comienzan en 1961 y terminan en 1965, exactamente coinciden con el Concilio Vaticano II.

Pues bien, la Virgen en sus últimos mensajes dijo que muchos obispos y cardenales llevan a muchos cristianos a la perdición.

Muchos no es todos, y excuso decir que, por evidente prudencia, y por no crear un mal mayor (pérdida de fé generalizada) la Virgen no mencionó el Concilio.

Las cosas no son tan sencillas.

Iniciado por Rodericus

Pongo por ejemplo las apariciones de la Virgen en Garabandal.

Las fechas son muy significativas: comienzan en 1961 y terminan en 1965, exactamente coinciden con el Concilio Vaticano II.

Pues bien, la Virgen en sus últimos mensajes dijo que muchos obispos y cardenales llevan a muchos cristianos a la perdición.

Muchos no es todos, y excuso decir que, por evidente prudencia, y por no crear un mal mayor (pérdida de fé generalizada) la Virgen no mencionó el Concilio.

Las cosas no son tan sencillas.

Bueno, yo tambien estoy de acuerdo que la cosa no es tan sencilla, pero igualmente no es un argumento de autoridad citar lo que dice la Virgen en Garabandal cuando la Iglesia no ha aprobado que esa aparición sea de Dios ya que las únicas en donde la Iglesia afirma que las apariciones vienen de la Virgen son en Lourdes, Fátima y Guadalupe, no se si la del Pilar. Es como si ahora citara a Metjuvore para justificar la Iglesia de ahora, la Iglesia no ha dicho nada al respecto de esta aparicion, por tanto yo prefiero apoyarme en la Iglesia primero, antes que en la aparicion puesto que no se juega nuestra fe alli.