Excelente análisis el que nos regala de Prada, aprovechando la subida del recibo de la luz, y enlazándolo magistralmente con los pensamientos del gran padre Castellani.
Habría que añadir, además, que a ese hombre encumbrado a lo más alto, y dispuesto a llegar hasta al martirio... si fuera necesario, por defender a todos sus vasallos... habría que recordarle que todo el poder que se le ha dado proviene solo y exclusivamente de Dios, y que el gobierno habría de ejercerlo siempre y en todo momento en Su Santo y Bendito Nombre. Así, y solo así, tendremos la mejor y más justa forma de gobierno que pueda existir jamás sobre la tierra. Estoy de acuerdo con esta idea (al final... voy a terminar haciéndome monárquico).
Pero, para que hoy en día, tal y como está el patio, me crea posible esta idea y esta buena forma de gobierno, primero habría que regresar a la vieja Cristiandad perdida. Porque, sin Cristo a la cabeza, el supuesto monarca, tarde o temprano, correría el peligro de terminar siendo un pelele, o en el peor de los casos, si me apuran... solamente un vulgar tiranuelo. Un vulgar tirano, quizás no sometido, si se quiere, al poder del dinero (o de las hidroeléctricas, siguiendo con el ejemplo..), pero sí poseso de sus particulares vicios y locuras. Tal y como ya les sucedió a algunos césares romanos que jamás se sometieron al poder de Cristo.
Sin Cristo a la cabeza, la monarquía tampoco garantiza nada. De ahí el grito: "¡Dios, Patria, Rey!" (tienen razón los carlistas).
Un saludo
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