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Tema: Rusia

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  1. #1
    Avatar de Mexispano
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    Re: Rusia

    Arte sacro en Nizhni Nóvgorod

    Visitamos el taller de Iconos de Nizhni Nóvgorod,en la Catedral de Alejandro Nevski, donde desde hace más de 20 años un grupo de artistas retomaron el arte sacro, prácticamente abandonado durante los años de la Unión Soviética





    https://www.youtube.com/watch?v=qCht-Mj3pjE

  2. #2
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    Re: Rusia

    PUTIN EN LA ENCRUCIJADA

    JUAN MANUEL DE PRADA





    SOLZHENITSYN definió así a Putin: «Tiene un espíritu penetrante y comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado». No nos atreveremos a afirmar que Solzhenitsyn fuera infalible como Dios, pero desde luego su juicio profético nunca falló; y, tras padecer el infierno del gulag en sus propias carnes, nos descubrió que Occidente sólo podría salvarse del nihilismo materialista que la conducía al barranco mediante una restauración moral y religiosa. No diremos que Putin encarne tal restauración; pero es el único gobernante capaz de promoverla o auspiciarla, pues –como él mismo ha afirmado, en un célebre discurso– «las naciones euroatlánticas están rechazando actualmente sus raíces, incluyendo los valores cristianos que constituyen el fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e incluso sexual. Están desarrollando políticas que equiparan las familias numerosas con las parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en Satanás».
    El odio azufroso que el Nuevo Orden Mundial profesa a Putin nos revela, en fin, que, aunque tal vez no sea ningún santo, es al menos el katejon (y quienes entiendan este término paulino saben a lo que me refiero) que impide su hegemonía. Que el NOM y sus órganos de propaganda, siempre afanados en promover la demogresca con su guirigay de voces encontradas, se hagan voz unánime para execrar a Putin es la garantía más evidente de que el presidente ruso merece nuestro crédito. El NOM odia a Putin porque ha devuelto la dignidad a Rusia, entendiendo –citamos de nuevo sus palabras– que «sin los valores enraizados en el cristianismo, sin las normas de moralidad que han tomado forma a lo largo de dos milenios, los pueblos perderán su dignidad humana». Y, mediante la intoxicación, el NOM trata de inculcar ese odio en un Occidente apóstata y nauseabundo, convertido en lamedero de ojetes oferentes y en pasarela de úteros raspados.
    Sólo así se entiende que las masas cretinizadas se traguen las burdas intoxicaciones que se están lanzando estos días. Rusia no está bombardeado a la «oposición democrática» de Al Assad, por la sencilla razón de que en Siria jamás existió tal cosa; semejante fantasía es un trampantojo urdido por el NOM, que no tuvo empacho en armar, financiar y entrenar orcos mahometanos. Y, no contento con haber provocado en Siria una innumerable mortandad de inocentes (siempre con la coartada grotesca de «expandir la democracia»), el NOM trata ahora de desprestigiar con intoxicaciones burdas (lanzadas, ¡oh sorpresa!, lo mismo desde Sión que desde Riad, lo mismo desde Langley que desde las colonias de la Unión Europea) la campaña rusa en Siria, que al fin planta batalla a las alimañas terroristas que están decapitando cristianos y vaciando el país, para fomentar la expansión del islam en el pudridero europeo.
    Lanzando un ataque contra esos orcos mahometanos Putin nos vuelve a probar que Rusia es la única alternativa posible al Nuevo Orden Mundial; y el único dique contra la invasión mahometana que le resta a una Europa inane y apóstata, ahogada en su propio vómito terminal. Si Putin sale victorioso del envite, esa alternativa restauradora cobrará una envergadura esperanzadora y temible; por eso el NOM procurará con todas sus fuerzas el fracaso de la ofensiva rusa en Siria (hoy mediante burdas intoxicaciones, mañana quién sabe si dotando a las alimañas mahometanas de misiles antiaéreos). Es verdad que Putin se halla en una encrucijada; pero todas las encrucijadas tienen forma de cruz. Quiera Dios que algún día recordemos Siria como un nuevo Lepanto.

    Histórico Opinión - ABC.es - sábado 3 de octubre de 2015


    raolbo dio el Víctor.

  3. #3
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    Re: Rusia

    Vladimir Putin, un estadista singular.
    Padre Alfredo Sáenz (1-2)







    Hace algunos meses publicábamos, no sin algunas críticas de ciertos lectores, la posición de Putin en la actualidad y el papel que tiene en la politica contemporánea. Aquí y aquí
    Presentamos ahora la conferencia que pronunció nuestro maestro, el Padre Alfredo Sáenz, SJ, gran conocedor del mundo ruso, en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 7 de mayo de 2015.
    La misma ha sido transcrita en la prestigiosísima revista católica argentina, Gladius, cuya lectura recomiendo vivamente.Que no te la cuenten…
    P. Javier Olivera Ravasi
    Vladimir Putin, un estadista singular[1]P. ALFREDO SÁENZAntes de entrar en el tema, algunas palabras muy sintéticas sobre la historia de Rusia, ya que no suele ser demasiado conocida. Los orígenes del cristianismo en dicha nación se remontan al año 988 y coinciden con el bautismo del príncipe Vladímir, acontecido en Constantinopla, al que siguió la evangelización del principado de Rus’ con sede en Kiev. Todo ello aconteció antes de la separación de Roma. Dicho nuevo reino comprendería, con el tiempo, un amplio espacio geográfico, hoy ocupado por Rusia, Ucrania y Bielorusia, primera forma política organizada de las tribus eslavas orientales que adhirieron al cristianismo, constituyéndose así el pueblo ruso. La escritura rusa, que representa el quicio fundamental de una cultura, fue allí introducida por la difusión del cristianismo entre las tribus eslavas a través de la creación de los caracteres cirílicos. Ello, gracias a dos grandes santos, Cirilo y Metodio.

    Tiempo más adelante aconteció la invasión de los mogoles, que cubrieron el mapa de la vieja Rus’. El pueblo ruso, un pueblo entonces acosado, encontró su sostén en la Iglesia. En ese período, el centro religioso y político fue transferido de Kiev a Vladímir en 1299 y luego a Moscú en 1322. Durante esos años los príncipes se fueron capacitando para enfrentar a los mogoles, y bajo el mando del príncipe Dimitri Donskoi, vencieron definitivamente al ejército mogol en la batalla de Kulikovo.

    En 1453 Constantinopla, a la que adhería la Iglesia rusa, fue conquistada por el Imperio Otomano. El principado de Moscú, que no cayó en poder de los turcos, realzó la importancia de esta ciudad que fue llamada Tercera Roma y Constantinopla. Los zares consideraron a Rusia el heredero legítimo del Imperio Romano de Oriente.

    Bajo el gobierno de Pedro el Grande y de Catalina la Grande, la Iglesia ortodoxa se vio subordinada al ámbito político. Tras la caída del último zar, Nicolás II, el bolchevismo llevó adelante una gigantesca obra de laicización del pueblo ruso.

    1. LA FIGURA DE PUTIN

    Vladímir Putin nació en “Leningrado”, la antigua San Petersburgo, el 7 de octubre de 1952, en el seno de una familia muy modesta, su madre lo hizo bautizar en la catedral de la Transfiguración de aquella ciudad, y ello en el mayor secreto. El padre era militante del Partido Comunista. Sólo en 1996 Vladímir se enterará de que había sido bautizado. Toda su juventud se desarrolló en Leningrado. En esos años sintió deseos de servir a su país en el campo de la información, más concretamente, en la KGB. En Leningrado funcionaba una de las más prestigiosas universidades soviéticas, donde estudió Derecho. Ya miembro de la KGB fue enviado en 1985 a Dresde, en Alemania del Este.

    Tal destino sería providencial porque le dio ocasión de asistir, en 1989, a los graves acontecimientos que conmovieron a Alemania del Este. La KGB no sabía cómo enfrentar la situación, esperando de Moscú instrucciones que nunca llegaron. Pronto vendría la disolución del Pacto de Varsovia y el naufragio de la Unión Soviética. “Con este asunto de ‘Moscú no responde’, tuve la sensación de que el país no existía más. Había desaparecido. Era claro que la Unión Soviética había entrado en agonía, en su fase terminal”, dirá Putin en el 2000. En enero de 1990, sin esperar el hundimiento de un sistema que ya se mostraba inevitable, dejó el servicio activo de la KGB y volvió a Leningrado para acabar su tesis de doctorado.

    ¿Qué haría entonces en el campo político? Se le ocurrió ofrecerse a Boris Yeltsin, de quien fue colaborador directo, pero éste renunció el 31 de diciembre. Dicha circunstancia colocó a Vladímir Putin a la cabeza del Estado, antes de ser elegido triunfalmente, unos meses después, en marzo de 2000, presidente de la Federación de Rusia. Extraordinario asenso de alguien que nunca quiso “hacer carrera”, y del que Solzhenitsyn diría, después de haberlo encontrado en septiembre de 2000: “Tiene un espíritu penetrante, comprende pronto y no tiene ninguna sed personal de poder. El Presidente comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado”. Por lo que puede preverse, tomaría otros caminos que los preferidos por las democracias occidentales.

    Basta considerar el perfil de algunos miembros actuales de Gobierno, para apreciar la competencia, la experiencia y el desinterés que exige Putin de los que lo acompañan en su elevada gestión política. De los treinta y tres miembros con que cuenta, todos son titulares de diplomas universitarios, en Derecho, Economía, Ciencias, Ingeniería, etc., con amplia experiencia profesional. El principal de ellos es Dimitri Medvedev, que estudió Derecho. En 2005 Putin lo nombró Vicepresidente de su gobierno. En marzo de 2008, a los 42 años, fue elegido Presidente de la Federación de Rusia en reemplazo de Putin, a quien la Constitución le impedía tener un nuevo mandato, pero no el ejercer las funciones de Primer Ministro, cargo que le dio Medvedev. Los dos hombres se entienden perfectamente. Medvedev es una personalidad más conciliadora que la de Putin, pero se ha mostrado tan enérgico como él, tan determinado como él a hacer respetar la ley y restaurar la grandeza del país. En 2012, Medvedev terminó su mandato presidencial. Entonces fue reelecto Putin, retomando el poder, y nombró a Medvedev Primer Ministro, lo que da gran estabilidad a Rusia.

    2. EL DESPERTAR DE RUSIA FRENTE A UNA EUROPA VACILANTE

    Putin sostiene que Rusia ha pasado por un desierto espiritual, camino a un reencuentro con sus raíces. Así, dice, los rusos han vuelto a la fe cristiana sin ninguna presión por parte del Estado ni tampoco de la Iglesia. La gente se pregunta por qué. La gente de mi edad se acuerda del Código de los constructores del comunismo… Cuando ese Código dejó de existir, se hizo un vacío moral que no se podía colmar sino retornando a los valores auténticos”.

    Fue sobre todo con ocasión de los Congresos que se realizan en Valdai donde Putin nos ha dejado sus reflexiones más inteligentes. En dichos Congresos, que se efectúan todos los años, participan unos doscientos expertos y periodistas, líderes políticos y espirituales, filósofos y hombres de la cultura, de Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y China. Putin ve todo un símbolo en el hecho de que Valdai, el sitio elegido para esos Congresos, se encuentre geográficamente en un lugar “fundacional” de la antigua Rus’.

    Precisamente en uno de esos Congresos, el de 19 de septiembre de 2013, destacó Putin la conveniencia de haber elegido este lugar: “Estamos en el centro de Rusia, no en un centro geográfico, sino espiritual”. Es justamente, señala, en la región de Nóvgorod, a la que pertenece Valdai, la cuna donde nació la primera Rusia, la Rusia cristiana. Putin ha asistido a varios de esos Congresos, aprovechando la ocasión para pronunciar allí enjudiosos discursos. En el del 10 de noviembre de 2014 aprovechó para decir que en esos actos él se expresaba con total libertad: Voy a hablar clara y sinceramente. Algunas cosas pueden parecer duras. Pero si no hablamos directa y sinceramente de lo que realmente pensamos no tendría sentido reunirse en esta forma. Entonces habría que reunirse en alguna reunión diplomática, donde nadie dice nada claro y, recordando las palabras de un conocido diplomático, podemos indicar que la lengua e dio a los diplomáticos para no decir la verdad”.

    Pues bien, en el discurso del 19 de septiembre al que acabamos de aludir, habló de su propósito de restaurar la Rusia tradicional, que nació cristiana y patriótica. Frente a la prensa reunida dedicó Putin una buena parte de su discurso al tema de la identidad nacional rusa. Allí dijo: “Para nosotros, porque estoy hablando sobre los rusos y acerca de Rusia, las preguntas; ‘¿Quiénes somos? ¿Qué queremos ser?’ suenan en nuestra sociedad cada vez más fuerte. Hemos dejado atrás la ideología soviética y no hay retorno. Está claro que el progreso es imposible sin lo espiritual, cultural y la autodeterminación nacional. De otra manera no seremos capaces de soportar los desafíos internos y externos, y no podremos tener éxito en la competencia global”.

    El acercamiento de la Iglesia y el Estado se intensificó por dos hechos: la elección en 2009 de Cirilo, obispo de Smolensk, como Patriarca de Moscú y de toda Rusia, y el retorno al poder de Putin en 2012. En el famoso discurso del 19 de septiembre de 2013, donde con su alocución ceró el Congreso dedicado al tema “La diversidad de Rusia ara el mundo moderno”, no temió afirmar su convicción de la necesidad de volver a la fe. Allí dijo: “Mucha gente de los países europeos están avergonzados y tienen miedo de hablar de estas convicciones religiosas. Las fiestas religiosas se están eliminando o se les está cambiando el nombre, escondiendo la esencia celebración”. En esa misma alocución hizo un llamado a la población rusa para fortalecer una nueva identidad nacional basada en los valores tradicionales, como los que posee la Iglesia Ortodoxa, advirtiendo que el lado oeste del país estaba enfrentando una crisis moral. Al hablar del “lado oeste del país” ¿no se estaría refiriendo a la zona rusa colindante con la Europa que va perdiendo la fe?

    Al parecer, lo que quería Putin era impulsar a su pueblo –ruski mir– a retornar a la fe de sus padres, sobre todo ante el espectáculo de una Europa que parecía querer olvidar sus raíces católicas. No deja de resultar sugerente que en el año 2012 Putin haya pedido ser bendecido con la imagen de la Virgen de Tiflin, costumbre que tenían los zares de Rusia a partir de Iván el Temible. En el mismo discurso en Valdai al que acabamos de aludir, se animó a decir:Rusia es uno de los últimos guardianes de la cultura europea, de los valores cristianos y de la verdadera civilización europea”. Fustigó a continuación a esa Europa que renuncia a sus raíces.

    De hecho, Rusia ha conocido un reflorecimiento religioso tras la caída del comunismo. Si en 1988, antes del derrumbe de la Unión Soviética, la Iglesia Ortodoxa contaba con 67 diócesis, 21 monasterios, 6893 parroquias, 2 academias y seminarios, en 2008 contaba con 133 diócesis, más de 23.000 parroquias, 620 monasterios, 32 seminarios, 1 instituto teológico, 2 universidades ortodoxas. Entre 1991 y 2008, la cuota de adultos rusos que se consideraban ortodoxos creció del 31% al 72%, mientras que la cuota de la población rusa que no se consideraba de ninguna religión bajó del 61% al 18%.

    La posición de Putin es clara, como lo deja traslucir con toda contundencia la misma alocución pronunciada en Valdai. Extractemos algunos párrafos. “Cada país tiene que tener fortaleza militar, tecnológica y económica, pero sin embargo lo principal que determinará el éxito, la calidad de los ciudadanos, de la sociedad, es su fortaleza espiritual y moral. Por eso, agregará, el país deberá considerarse como una nación con su propia identidad, con su propia historia, con sus propias tradiciones. Solo así sus miembros podrán unirse para un fin común. “En ese sentido, la cuestión del encuentro y el fortalecimiento de la identidad nacional es realmente fundamental para Rusia”. Las diversas catástrofes del siglo XX, agregó, tuvieron como consecuencia un golpe devastador a la cultura nacional rusa y sus códigos espirituales, así como la consiguiente desmoralización de la sociedad.

    Insistió Putin durante el mismo discurso en la gravedad de la apostasía de Europa: “Otro desafío serio para la identidad de Rusia está relacionado con algunos eventos que se produjeron en el mundo. Son dos temas: la política extranjera y el aspecto moral. Podemos apreciar cómo muchas de las naciones euro-atlánticas están rechazando actualmente sus raíces, incluyendo los valores cristianos que constituyen el fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e incluso sexual.Están implementando políticas que equiparan las familias numerosas con parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en Satanás”. Y prosigue: “La gente en muchas naciones europeas se siente avergonzada o temerosa de hablar de su filiación religiosa. Las fiestas religiosas son abolidas o bien toman un nombre distinto; su significado permanece oculto, tanto como su origen moral. Y se está tratando de exportar agresivamente este modelo a todo el mundo”.

    Hay, pues, en la vieja Europa, un profunda degradación moral. “Sin los valores enraizados en el cristianismo…, sin las normas de la moralidad que han tomado forma a lo largo de un milenio,los pueblos perderán su dignidad humana. Nosotros consideramos natural y recto defender esos valores. Uno debe respetar los derechos de las minorías, pero los derechos de la mayoría no deben ser puestos en cuestión”. Y concluye: “Yo creo profundamente que el desarrollo personal, moral, intelectual y físico deben permanecer en el corazón de nuestra filosofía. Antes de 1990 Solzhenistsyn afirmó que el objetivo principal de la nación debería ser preservar a la población después de un muy dificultoso siglo XX”.

    3. SIGNOS DE RESURRECCIÓN ESPIRITUAL

    Rusia vive un profundo renacer de la religión allí tradicional, la llamada Ortodoxia. Este renacimiento parece un verdadero milagro luego de las más de siete décadas de comunismo soviético en el curso del cual millones de cristianos, ortodoxos y católicos han sido asesinados o apartados de practicar su religión. Actualmente se asiste en Rusia a un admirable retorno, sobre todo a la liturgia La Pascua sigue siendo la más importante celebración de la Rusia moderna como lo prueban las iglesias llenas de gente de todas condiciones que van allí a rezar y a confesarse.

    El mismo Putin, así como el Primer Ministro Dimitri Medvedev, en comunión con su pueblo asisten cada año al oficio pascual celebrado por el Patriarca en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. Pero ello no es todo. Si bien es cierto que la Constitución rusa de 1993 parece mostrar cierto carácter laicista, semejante a las Constituciones de varios países de Europa, sin embargo Putin ha hecho lo posible por favorecer a la Iglesia Ortodoxa, apoyándose en su doctrina. El 19 de noviembre de 2010, hizo votar por la Duma, es decir, el Congreso Nacional, una ley por la que se autorizaba la devolución a la Iglesia de todos los bienes que le habían sido arrebatados por el Estado y las municipalidades, a partir del triunfo de la Revolución bolchevique. El 8 de febrero de 2012, prometió el otorgamiento de subvenciones por cerca de 80 millones de euros para financiar diversos proyectos de renovación de la Iglesia Ortodoxa. Incluso creemos haber leído que dispuso que hubiera capellanes en las Fuerzas Armadas. Agreguemos el coraje que exhibió al ordenar el traslado de los restos de la familia imperial, vilmente asesinada por orden de Lenin, a San Petersburgo, donde les hizo dar una digna sepultura, confesando y comulgando en dicho día.

    Una anécdota esclarecedora. Hace unos años el rey de Arabia Saudita visitó a Putin en Moscú. Antes de partir le dijo que quería comprar un terreno grande, y allí edificar, con dinero totalmente árabe, una gran mezquita en la capital rusa. “No hay problema -le respondió Putin- pero con una condición: que autorice que se construya también en su capital una gran iglesia ortodoxa”. “No puede ser”, repuso el rey. “¿Por qué?”, preguntó Putin. “Porque su religión no es la verdadera y no podemos dejar que se engañe al pueblo”. A lo que Putin replicó: “Yo pienso igual de su religión y sin embargo permitiría edificar su templo si hubiera correspondencia. Así que hemos terminado el tema”.

    De hecho la Iglesia es considerada por el Kremlin un aliado fundamental del Estado, destinada a custodiar la identidad espiritual y cultural de Rusia. Así como el Kremlin promueve a la Iglesia como sociedad que representa los valores de la nación, de manera semejante la Iglesia considera oportuno colaborar con las autoridades políticas para promover medidas que protejan la familia y salvaguarden la moralidad pública.

    Consideremos algunos casos de dicha colaboración. Uno de ellos es la ley anti-blasfemia que fue votada por la Duma como consecuencia de un episodio deleznable. Tres mujeres feministas se habían exhibido en el interior de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú, ubicándose en la parte más sagrada del presbiterio, con música rock de fondo, de carácter irreverente. Las autoridades políticas lo consideraron un gesto claramente vandálico, condenándolo categóricamente y castigándolo como correspondía, mientras que para las autoridades eclesiásticas fue una profanación blasfema. Los medios de comunicación occidentales mostraron el episodio como una violación de los derechos humanos por parte de las autoridades políticas y de persecución a artistas “creativos”. La Iglesia, por su parte, ha apoyado las nuevas normas del Gobierno que limitan el acceso al aborto y la ley introducida por Putin según la cual se prohíbe publicar cualquier material que fomente la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y la transexualidad, sobre todo si busca influir en los menores de edad. Los manifestantes que en cierta ocasión quisieron hacer pública en las calles su arrogancia “gay”, fueron hostigados al grito de “¡Moscú no es Sodoma!”.

    En su famoso discurso en Valdai en septiembre de 2013, Putin incluyó una altiva respuesta a los reiterados llamados de Occidente a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, debido a la ley rusa que prohíbe la promoción de la homosexualidad. Tras dicho discurso, los asistentes al Congreso pasaron al comedor, donde se encontraba el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi. Allí Putin bromeó aludiendo a la larga amistad que tenía con Prodi, y también con su enemigo, el ex presidente del Consejo de Ministros italiano Silvio Berlusconi, afirmando que “Berlusconi estaba siendo juzgado por vivir con mujeres, pero si fuera homosexual nadie le pondría un dedo encima”. Al mismo tiempo, el Estado promueve abiertamente el carácter sacramental del matrimonio tal como lo entiende la Iglesia. Se comprende la inquina del Occidente post-cristiano.

    Como puede verse, Putin ha asumido expresamente la defensa de la familia tradicional. El 11 de febrero de 2013, se realizó un encuentro entre el Gobierno y las autoridades religiosas. Allí el jefe de Estado señaló la necesidad de reconocer a la Iglesia Ortodoxa mayor espacio en las discusiones políticas tocantes a cuestiones como la familia, la instrucción de los jóvenes y el espíritu patriótico. Respecto a la defensa de tales valores, y en particular de la familia, en varias ocasiones Putin ha querido mostrar su voluntad de que en este campo Rusia retorne a los valores tradicionales de la sociedad. A tal fin ha señalado el alto aprecio que tiene de la familia, entendida como elemento fundante para el desarrollo del Estado y de la sociedad, y la actuación de una estrategia política y social que la favorezca, contribuyendo así de un modo decisivo a invertir la corriente demográfica fuertemente negativa que afligió a Rusia en los últimos decenios. Si se tiene en cuenta el hecho de que “el invierno demográfico” que ha golpeado a esa gran nación entre los años 1990 y 2005 manifiesta hoy una situación común a la de la mayor parte de los Estados europeos, no hay duda de que en esta materia el actual modelo ruso constituye un ejemplo a nivel internacional. Varias veces Putin se ha referido a los ataques que se llevan a cabo contra la institución familiar. Esto explica por qué Rusia está tan atenta a la cuestión demográfica. La protección de los derechos y los intereses de la familia, de la maternidad y de la infancia son una cuestión prioritaria para las autoridades públicas. Los actuales dirigentes parecen entender que el problema de la reducción de la natalidad no es atribuible sólo a motivos económicos, sino que tiene raíces más profundas, de carácter cultural, lo que explica la necesidad de intervenir también en el campo de la educación y de la información. El sistema de vida capitalista y globalizado crea una peligrosa tendencia que atenta contra la sociedad. Putin lo afirma sin vueltas: “La crisis de la sociedad humana se expresa principalmente en la pérdida de su capacidad reproductiva”. Gracias a las medidas del Gobierno, en Rusia se ha reducido drásticamente el número de abortos y se ayuda a la mujer embarazada del segundo hijo, por el equivalente de 10.000 dólares, y con terrenos para el tercer hijo.

    En un discurso en la Asamblea Federal el jefe de Estado, así se expresó: “Hoy, muchas naciones están revisando sus valores morales y normas éticas, erosionando tradiciones étnicas y diferencias entre pueblos y culturas. La sociedad es ahora requerida no solamente a reconocer el derecho de cada uno a la libertad de conciencia, sino también a aceptar sin condicionamiento la igualdad del bien y del mal, por extraño que ello parezca, conceptos que son totalmente contrarios… Nosotros sabemos que cada vez hay más pueblos en el mundo que sostienen nuestra posición de defender los valores tradicionales, que han hecho las bases espirituales y morales de la civilización de cada nación por miles de años: los valores de familia tradicionales, la realidad de la vida humana, incluyendo la vida religiosa, y no sólo de la existencia material sino también lo espiritual y los valores del humanismo y de la diversidad global. Por supuesto que esta es una posición conservadora. Pero en palabras de Nicolás Berdiaev, el punto de vista del conservadorismo no es el de prevenir movimientos de hacia y para, sino el de prevenir movimientos para atrás y para abajo, en una oscuridad caótica y un retorno al estado primitivo”.

    Gracias a Dios, Putin se siente acompañado en la defensa de los valores tradicionales por el Patriarca de Moscú, Monseñor Cirilo, hombre lúcido y valiente. De él hemos tratado largamente en un comentario que hicimos a su libro “Libertad y responsabilidad: en búsqueda de la armonía”, Moscú 2009. Ver nuestra reseña en la revista Gladius, n° 80, año 2010, pp. 138-144.

    continuará

    [1] Alfredo Sáenz, “Vladimir Putin, un estadista singular”, en Gladius 93 [2015], 33-50). Los resaltados son nuestros.

    Vladimir Putin, un estadista singular. Padre Alfredo Sáenz (1-2) | Que no te la cuenten

    Última edición por Hyeronimus; 03/10/2015 a las 12:29

  4. #4
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    Re: Rusia

    Vladimir Putin, un estadista singular.
    Padre Alfredo Sáenz (2-2)





    1. 4. LA POSICIÓN POLÍTICA DE PUTIN EN EL ÁMBITO DE EURASIA


    En su discurso de Valdai, tantas veces citado, de septiembre de 2013, Putin se refirió a lo acontecido en el Tratado de Versalles, el cual, como recuerda en su ponencia, se firmó sin la participación de Rusia. “Muchos expertos, y estoy totalmente de acuerdo con ellos, creen que Versalles sentó las bases de la Segunda Guerra Mundial, debido a que fue injusto con el pueblo alemán; le impuso restricciones que ellos no podían cumplir, y el curso del siglo siguiente lo puso en evidencia”. En el discurso de Valdai en noviembre de 2014, Putin volvió sobre el tema. La Segunda Guerra Mundial, dijo allí, trajo consecuencias deplorables. Y tras ella, la larga Guerra Fría. Putin se detiene en este estadio. “La guerra fría terminó. Pero no lo hizo con una declaración de ‘paz’ mediante acuerdos comprensibles y transparentes de observación de las normas y estándares existentes o de creación de unos nuevos. Parecía que los así llamados vencedores de la guerra fría decidieron explotar la situación, tomar todo el mundo exclusivamente para ellos, para sus intereses… El propio concepto de ‘soberanía nacional’ para la mayoría de los países se ha convertido en algo relativo. En esencia se propuso la fórmula: cuanto mayor sea la lealtad a un solo centro de influencia en el mundo, mayor es la legitimidad de éste o aquel régimen de gobierno”.

    Putin se refiere, como es obvio, a los Estados Unidos. Nos parece que para ser ecuánime, hubiera debido aludir también al otro polo imperial, el soviético, que durante la guerra fría tomó las riendas en tantos países e infiltró a otros. Pero, por cierto, esa guerra fría favoreció especialmente a los Estados Unidos, que en ella, a la larga, resultaron vencedores. Y a eso se refiere, creemos, a la persistente injerencia de aquella nación en asuntos internos de otros países, o al chantaje abierto con algunos de sus líderes. “¿Puede ser que no tengamos motivos para preocuparnos, discutir, formular preguntas incómodas? ¿Puede ser que la exclusividad de los Estados Unidos, tal y como ellos ejercen su liderazgo, sea realmente beneficiosa para todos, y la continua injerencia en los asuntos del mundo lleve tranquilidad, beneficio, progreso, florecimiento, democracia, y simplemente haya que relajarse y gozar? Me permito responder que no. No es así”.

    Juan Manuel de Prada, en su excelente serie de artículos que publicó a lo largo del año 2014 en el diario madrileño ABC, dedica a nuestro tema uno de ellos, donde para comprender mejor lo que hoy ofrece Occidente a los jóvenes, recomienda una relectura inteligente de Los hermanos Karamazov, la espléndida obra de Dostoievski: “Nosotros les enseñaremos, dice el Gran Inquisidor, que la felicidad infantil es la más deliciosa… Desde luego, los haremos trabajar, pero organizaremos su vida de modo que en las horas de recreo jueguen como niños entre cantos y danzas inocentes. Incluso les permitiremos pecar, ya que son débiles, y por esta concesión nos profesarán un amor infantil. Les diremos que todos los pecados se redimen si se cometen con nuestro permiso”. Tal es la felicidad de hormiguero que Occidente promete.

    Pero ese mundo aparentemente triunfador, prosigue de Prada, tiene patas cortas. Dostoievski, agrega, escribió en Diario de un escritor: La caída de vuestra Europa es inminente. Todas esas doctrinas parlamentarias, todas las teorías cívicas profesadas hoy en día, toda la riqueza acumulada, todo eso será destruido en un instante y desaparecerá sin dejar rastro”. Advierte de Prada que a los bobalicones les parecerán lucubraciones misticoides. “Pero por defender tales lucubraciones muchos rusos entregaron su sangre en el Gulag; y alguno que sobrevivió al Gulag la siguió defendiendo después, como por ejemplo Solzhenitsyn, quien en El roble y el terneroescribió: ‘En cuanto a Occidente, no hay esperanza. Es más, nunca debemos contar con él. Si conseguimos la libertad sólo nos las deberemos a nosotros mismos. Si el siglo XX comporta una lección para con la humanidad, seremos nosotros quienes la habremos dado a Occidente, y no Occidente a nosotros: el exceso de bienestar y una atmósfera contaminante de sinvergüenzería le han atrofiado la voluntad y el juicio…’” Por eso, concluye de Prada, “quienes leemos a Dostoievski y a Solzhenitsyn y no nos dejamos cloroformizar por la alfalfa tertulianesa estamos con Rusia”.

    En la revista católica francesa Il est ressucité se incluyó recientemente un interesante análisis de actualidad en lo que a nuestro tema respecta. Hoy los cañones de Occidente, allí se dice, apuntan contra Rusia. No apuntaron antaño, por cierto, contra la Revolución Soviética -fue su aliada en la guerra- pero apuntan ahora contra la Rusia postcomunista, particularmente la de Putin. Luego del derrumbe de la Unión Soviética, la región volvió a concitar la atención de los grandes “estrategas” occidentales, en particular de Zbniew Brezinski, el mentor ideológico de la Trilateral Commission, quien en su obra The Grand Chesboard, publicada en 1997, ha sostenido que la clave del poder global es el control de las Repúblicas del Asia Central.“Para obtener tal control -explica- es importante empujar a Rusia (debilitada), dejando, así, campo libre a Washington de hacerse garante de la estabilidad y del libre acceso al área. La finalidad de dicha estrategia es obstaculizar, y sucesivamente, después de que Rusia ha perdido vigor, impedir que una Rusia potente y soberana, como es la actual…”.

    En el año 2004, y luego en el 2009, los Estados Unidos y sus aliados han incentivado el avance de la OTAN hacia el Este, con la cooperación de la casi totalidad de los antiguos satélites delPacto de Varsovia e incluso de los tres países bálticos, antiguas repúblicas soviéticas, hoy particularmente hostiles a Rusia. Esta ampliación, que implica la instalación de nuevas bases de la OTAN cada vez más cerca de las fronteras rusas, no puede sino inquietar a Rusia. En fin, Rusia cree advertir que los Estados Unidos buscan el dominio del mundo. En su famoso discurso del 19 de septiembre de 2013 en Valdai, Putin dijo: “Estados Unidos fracasará como la Unión Soviética al imponer su modelo al resto del mundo”. Y también: “Notamos intentos por hacer revivir de alguna manera un modelo estandarizado de mundo unipolar y de ofuscar las instituciones de derecho internacional y la soberanía nacional. Un tal mundo, unipolar y estandarizado, no requiere Estados soberanos; requiere vasallos. Esto equivale al reniego de la propia identidad, de la diversidad del mundo donada por Dios”.


    1. LA POLÍTICA DE PUTIN FRENTE AL ISLAM


    Hablando en general, Rusia no sigue a pie juntillas la política de los Estados Unidos. En su famoso discurso, al que hemos vuelto tantas veces, de septiembre de 2013, Putin ha dicho: “La soberanía, la independencia y la integridad de Rusia son líneas que nadie tiene permitido cruzar”. Un año después, en su conferencia de noviembre de 2014 en el mismo lugar, es decir, Valdai, refiriéndose a la guerrilla musulmana en Irak, Libia, etc., habla de un “polígono de entrenamiento de terroristas”. Y tras alabar a los militares egipcios que hicieron salir del caos a ese país, tan afectado por el terrorismo musulmán, recuerda lo acontecido en Irak. A Sadam Hussein se lo acusó de tener armas letales y por eso se invadió a Irak. Después se vio que no había tales armas. Lo que hubiera correspondido era pedir disculpas al gobierno iraquí. Pero ¿qué se hizo? Lo fusilaron a Sadam Hussein y a varios más. Dicho dirigente político era protector de las minorías religiosas que había en Irak, particularmente de los católicos. Él iba a veces a la misa que celebraba el obispo de Bagdad, sin entrar en el templo, por cierto, y después lo esperaba en la puerta para saludarlo. Pues bien, tras derrocar a Sadam Hussein, los vencedores destruyeron las instituciones estatales, incluido el ejército. “Decenas de miles de soldados y oficiales, antiguos activistas del partido Baaz, arrojados a la calle, integran ahora las filas de los guerrilleros. ¿Puede ser que allí esté la clave de la capacidad del ISIS? Actúan de una manera muy efectiva desde el punto de vista militar, es gente muí; profesional”.

    Con cierta ironía Putin enrostra así a los políticos norteamericanos: “A veces tenemos la impresión de que nuestros colegas y amigos luchan constantemente con los resultados de su propia política, dedican sus esfuerzos a luchar contra los riesgos que ellos mismos han creado”.Denuncia el dirigente ruso lo que él llama “el mundo unipolar”, dirigido por los Estados Unidos, verdadera “dictadura sobre la gente y sobre los países”. Ellos señalan quién es el enemigo, como se hizo durante la guerra fría, y así practican el derecho al liderazgo, o, si se prefiere, “el derecho al diktat”. Y agrega: “A los aliados de los Estados Unidos se les decía siempre: «Tenemos un enemigo común, es terrible, es el centro del mal. Nosotros os defenderemos a vosotros mismos, nuestros aliados, de ellos, y, por tanto, tenemos derecho a dirigiros, haceros víctimas de nuestros intereses políticos y económicos…»”.

    Pues bien, Rusia quiere salvar su idiosincrasia política, sin someterse a los dictados de los Estados Unidos y sus aliados europeos. Putin sabe perfectamente que las proyecciones demográficas de Europa señalan que, de seguir así, en 25 años Europa será islámica. Los musulmanes tienen numerosos hijos, mientras que los europeos tienen uno o dos. De ahí que en un enérgico discurso suyo ante la Asamblea de la Federación Rusa en agosto del 2013 dijo:“¡En Rusia vivid como rusos! Cualquier minoría de cualquier parte, que quiera vivir en Rusia, trabajar y comer en Rusia, debe hablar ruso y debe respetar las leyes rusas. Si ellos prefieren la Ley Sharia y vivir una vida de musulmanes les aconsejamos que se vayan a aquellos lugares donde esa sea la ley del Estado… Rusia no necesita minorías musulmanas, esas minorías necesitan a Rusia y no les garantizamos privilegios especiales ni tratamos de cambiar nuestras leyes adaptándonos a sus deseos. No importa lo alto que exclamen ‘discriminación’. No toleraremos faltas de respeto hacia nuestra cultura rusa. Debemos aprender mucho de los suicidios de América, Inglaterra, Holanda, Francia, etc., si queremos sobrevivir como nación. Los musulmanes están venciendo en esos países y no lo lograrán en Rusia. Las tradiciones y costumbres rusas no son compatibles con la falta de cultura y formas primitivas de la Ley Sharia y de los musulmanes. Cuando este honorable cuerpo legislativo piense crear nuevas leyes, deberá tener en mente primero el interés nacional ruso, observando que las minorías musulmanas no son rusas”. Los miembros del Parlamento, puestos de pie, ovacionaron a Putin durante cinco minutos.

    Recordemos también el caso de Kosovo, del que Serbia, país cristiano, se vio despojada por influjo de los Estados Unidos y los países de la OTAN, tras 78 días de bombardeos intensivos. Putin entendió que alevosamente ellos arrancaron a ese país eslavo hermano aquella provincia que era históricamente suya, logrando finalmente establecer un nuevo Estado musulmán, independiente desde 2008, hoy en gran parte dominado por mafias kosovares albanesas. Rusia quiso salir al paso de esa prepotencia y despropósito, interviniendo, en 1999, con una unidad de paracaidistas, en las barbas de la OTAN.

    En su discurso del 24 de octubre del 2014 ante el Club Valdai dijo el Presidente ruso: “En el curso de nuestras conversaciones con los dirigentes de Estados Unidos y europeos, yo hablaba siempre de la necesidad de luchar juntos contra el terrorismo, de considerarlo como un desafío a escala mundial… Nuestros compañeros expresaban su acuerdo con nosotros pero después de un tiempo nos encontrábamos en el punto de partida. Fue primero la operación militar en Irak, luego en Libia, que ha sido puesta al borde del abismo. ¿Por qué Libia fue reducida a esta situación? Hoy es un oasis en peligro de desmantelamiento y se ha vuelto un terreno de entrenamiento para los terroristas”. Recordemos que Kadafi había sido uno de los dirigentes políticos musulmanes más cercanos al Occidente. A nosotros, los argentinos, nos ayudó dándonos misiles para nuestra guerra de Malvinas. Y mantenía buenas relaciones con Italia y con Francia. A él le mataron un hijo durante un bombardeo y luego él mismo fue vilmente asesinado. Pareciera que eligiesen los más cercanos a nosotros para ser eliminados. En cambio Arabia Saudita, enemiga frontal de los cristianos, no es tocada. Como dice Putin: “Allí no hay democracia, pero nadie les tira bombas”.

    En lo que toca a Siria, dicho país está gobernado por un dirigente musulmán que pasó a ser considerado como un gran enemigo de Europa y Estados Unidos. Sus adversarios en Siria son los que adiestran a los terroristas, apoyándolos contra el presunto “tirano”. Pero he aquí que dicho “tirano” es el que protege a los cristianos de rito occidental y oriental, el que exime de impuestos a sus templos, sin por ello abandonar sus propias convicciones religiosas. Putin no vaciló en apoyar a El Assad, empleando misiles contra buques de guerra enviados por Estados Unidos. Las ciudades sirias están hoy reducidas a escombros, los cristianos son pasados a degüello, y grandes muchedumbres hambrientas se ven obligadas a huir al extranjero. En cierta ocasión, Putin ha aludido expresamente al tema de Siria: “Los Estados Unidos y sus aliados han comenzado a financiar y a armar directamente a los rebeldes, permitiendo completar sus filas con mercenarios de distintos países. Permítanme preguntar cómo esos rebeldes obtienen su dinero, sus armas y sus especialistas militares ¿De dónde viene eso? ¿Cómo el Estado Islámico ha llegado a convertirse en un grupo tan poderoso, en los hechos una verdadera fuerza armada?”. Y se demanda si ellos no tendrán que ver con la venta de petróleo y su extracción en territorio, controlados por los terroristas.

    En la práctica, las diferentes acciones unilaterales impuestas por los norteamericanos y sus satélites, sea en Irak, en Libia y luego en Siria, fueron un desastre. Hay que destacar que las poblaciones civiles pasa ron a ser las primeras víctimas, en particular las poblaciones cristianas, desde que las instituciones gubernamentales que las protegían hasta entonces contra el fanatismo han sido depuestas por los norteamericanos como en Irak y en Libia, o jaqueadas por los rebeldes, como en Siria.

    Así la situación. Contrariamente a las expectativas de algunos teóricos, según los cuales la caída del imperio soviético significó “el fin de la historia” (Fukuyama dixit) y la implantación del unipolarismo perfecto, con la guía y el icono modélico de los Estados Unidos, hoy se va delineando un cuadro diferente. La Federación Rusa, nacida de las cenizas la Unión Soviética, después de un decenio de lógica inestabilidad, va logrando eficazmente confirmar su papel de gigante internacional. Y su jefe de Estado se convirtió en el autócrata enemigo, antítesis de un Occidente progresista y liberal.

    COLOFÓN

    Putin fue bien claro en su discurso en Valdai de septiembre de 2013: “Hemos dejado atrás la ideología soviética, y en eso no habrá retorno. Los que sostienen e idealizan el conservadorismo fundamental del pre- 1917 de Rusia, parecen estar igualmente lejos de la realidad, como parecen también estarlo los sostenedores de un liberalismo extremo, estilo occidental”. Afirma B. Alvarez en un artículo que titula: Rusia versus la decadencia occidental: “En esta nueva lucha Rusia parece haberse hecho con la bandera del tradicionalismo cristiano y blandir los valores más conservadores frente a la «decadencia» occidental”. Patrick Buchanan, columnista y político republicano que ha sido consejero de tres presidentes norteamericanos, Nixon, Ford y Reagan, habla de las verdaderas intenciones de Putin y de su intento de adoptar la Ortodoxia como base fundamental de la cultura, la civilización y los valores humanos que une a la gente no sólo de Rusia, sino también de Ucrania y de Bielorusia. Rusia, sigue diciendo, como “la alternativa” a la decadencia de Occidente, este es el mensaje que Putin está mandando al mundo.

    En la misma línea escribe Patrick Buchanan: “Con la muerte del marxismo-leninismo como creencia firme en los países que solían ser repúblicas soviéticas, el mandatario ruso está construyendo una nueva cadena que sirva para agrupar a todas estas naciones frente (y contra) la decadencia de Occidente (tanto Europa como Estados Unidos) a la que antepone un mundo tradicional cargado de valores cristianos que Rusia estaría orgulloso de liderar”. Acorde con esta nueva visión del mundo “Rusia estaría de parte de Dios, mientras que el Occidente sería Gomorra”, concluye. También el excomunista Whittaker Chambers, ya en 1964 comenzó a hablar de una “tercera Roma” refiriéndose a Moscú, como la nueva ciudad sagrada del cristianismo. Y no iba descaminado, agrega, pues Vladímir Putin ha comenzado a hacer de Moscú algo así como un centro de resistencia al hedonismo secular y a la revolución social que viene de Occidente. “Putin está plantando su bandera (la rusa) claramente en el lado del cristianismo más tradicional”, frente a la revolución occidental que enarbola las banderas del sexo, el divorcio fácil, la promiscuidad, la pornografía, la homosexualidad, el feminismo, el aborto, los matrimonios homosexuales, la eutanasia y el suicidio asistido…

    La autora y periodista Masha Sessen, una activista de los presuntos derechos de los homosexuales y las minorías en Moscú, destaca que Putin se está situando frente a Occidente en una nueva Guerra Fría en la que no hay carrera espacial sino cultural, social y moral, una guerra donde Rusia, según el propio Putin, debe prevenir al mundo de caer en el “caos más oscuro”.

    Mientras el resto de las potencias avanzan en el mundo con una cultura cada vez más alejada del tradicionalismo, escribe Alian C. Carrison, Secretario Internacional del Congreso Mundial de la Familia, Rusia defiende los valores cristianos. Tanto es así que, si durante la Guerra Fría eran los comunistas de todo el mundo quienes viajaban a Rusia, ahora la VIII reunión del Congreso Mundial de la Familia se celebrará en Moscú.

    Hace poco, el 22 de septiembre de 2014, nuestro amigo Juan Manuel de Prada escribía en el diario español ABC: “Quien piense que Rusia se va a achantar porque le aprieten las clavijas con sanciones económicas, probablemente piense en una Rusia desnaturalizada y sin dignidad, la Rusia del dimisionario Gorbachov o del beodo Yeltsin… La Rusia renacida de aquellos escombros, con las convalecencias de una nación que a punto estuvo de sucumbir, vuelve a ser la Rusia sufriente que se contempla en el rostro de Natasya Filipovna, la heroína de El Idiota de Dostoievski, que arroja al fuego con gesto desdeñoso los cien mil rublos que la habrían sacado de la pobreza. En Guerra y Paz, Tolstoi observa que la riqueza y el poder y todo cuanto los hombres se afanan por conseguir sólo tienen para el ruso el valor de poder desprenderse de ellos. Y no hay sino que recordar, para entender este desasimiento de las cosas materiales que caracteriza al alma rusa, el recibimiento que los moscovitas dispensaron a Napoleón, entregando a las llamas su ciudad santa, desencadenando sobre sí y sobre su enemigo todos los horrores imaginables. Entonces Napoleón exclamó: ‘¡Estos hombres son escitas!’. Y muchos años después, en su retiro de Santa Elena, todavía espeluznado por la capacidad infinita de sufrimiento de aquel pueblo que acabaría infligiéndole una derrota aniquiladora, profetizaría que Rusia llegaría a dominar el mundo. Algunos piensan que esa profecía se hizo realidad proterva con Stalin; otros anhelamos que se haga realidad luminosa en la Tercera Roma que avistó Filoteo y que Solovief definió como una «tercera fuerza» superadora de las dos fuerzas sombrías que la han precedido: la unidad sin libertad del Islam y la libertad sin unidad de la Europa neopagana”.

    Sobre este telón de fondo emerge la figura de Putin. Él está en el poder desde el año 2001 y quizás lo esté hasta el 2024. La Constitución rusa se lo permite. Dios así lo quiera.

    ¿No podríamos agregar a estas ideas, para concluir, el recuerdo de las promesas de Nuestra Señora de Fátima según las cuales cuando Rusia fuera consagrada por el Papa y los obispos del mundo, se convertiría, y así como antes había propagado el mal por el mundo sería una fuente de bien universal? ¡Ex Oriente lux!
    P. Alfredo Sáenz, SJ
    7 de Mayo de 2015


    Para ver el texto completo, haga clic aquí


    Vladimir Putin, un estadista singular. Padre Alfredo Sáenz (2-2) | Que no te la cuenten
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  5. #5
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    Re: Rusia

    Noticia alarmante: Putin inaugura la mezquita más grande de Europa.


    El Presidente ruso, Vladimir Putin -acompañado del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, y el palestino, Mahmoud Abbas- presidió ayer la inauguración en Moscú de la mayor mezquita de Europa, que tendrá cabida para más de 10.000 fieles.

    Los tres mandatarios llegaron a la mezquita, situada en un céntrico barrio de Moscú, cerca de las 11.30 hora local y se sentaron junto al presidente del Consejo de Muftíes de Rusia, Ravol Gainutdin. Al comenzar la ceremonia, el Gran Mufti dijo que este "histórico" acontecimiento servirá para fortalecer la paz y la fraternidad "entre los países, pueblos y culturas del mundo".

    Los tres mandatarios se refirieron durante el acto a los conflictos en Medio Oriente y a la amenaza del terrorismo yihadista. "Los terroristas del llamado Estado Islámico comprometen el islam, una gran religión mundial, siembran el odio, matan a la gente, destruyen monumentos del patrimonio mundial", dijo Putin, que acusó a los yihadistas de basar su ideología "en la mentira, en una abierta perversión del islam".
    El jefe del Kremlin, por contra, alabó las enseñanzas que predican los líderes religiosos musulmanes rusos, que "con su autoridad moral, hacen frente a la propagada extremista". La Gran Mezquita de Moscú, que tendrá más de 18.000 metros cuadrados de superficie y una altura comparable a la de un edificio de seis pisos, abrirá sus puertas a los fieles mañana, con ocasión de la Fiesta del Sacrificio (Eid-al Adha o Kurban Bayram). El templo ha sido levantado sobre los restos de una antigua mezquita construida en 1904, que nunca cerró sus puertas, ni siquiera en tiempos de Stalin, y que ya se encontraba en ruinas. Moscú es después de París la segunda ciudad de Europa con más musulmanes con un millón y medio, entre residentes e inmigrantes del Cáucaso y Asia Central. Además, en todo el territorio nacional viven unos 23 millones de musulmanes, según dijo el Consejo de Mutfíes de Rusia, en su mayoría en Moscú, el Cáucaso Norte y las repúblicas de Tatarstán y Bashkiria.


    Esto en la práctica es comprensible, puesto que el 15% de la población de Rusa es musulmana. Sin embargo, la renuncia de Putin a realizar una Evangelización implica que no realiza toda la oposición al Orden Mundial que debería.

  6. #6
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    Re: Rusia

    No es más que un movimiento táctico, en realidad la gran mezquita ya existía desde hace más de un siglo. Lo que está haciendo Putin contra el Yihadismo es bombardear en Siria y ayudar a Bashar al Assad para desesperación de Francia y EEUU.

  7. #7
    Avatar de Mexispano
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    Re: Rusia

    3 de octubre de 2015

    RUSIA EN SIRIA





    Definitivamente estamos presenciando el fin de EUA como potencia hegemónica a nivel mundial: ha sido un largo proceso iniciado en el 2001 tras los ataques a las torres gemelas de Nueva York, pero que finalmente ha acabado con la era en que Washington fungió como capital del mundo: fue un breve periodo: 1989-2015, sólo veintiséis años de ser el único punto de decisión global, aunque ya desde el 2008 podría decirse que EUA vio cada vez más contestada tal posición ante el creciente poderío económico y político de Moscú y Pekín, así como la recuperación de posiciones en el aspecto militar por parte del gigante eslavo, y la obtención de ese rubro por parte del imperio de los dragones, tras siglos de encierro en sí mismo y ser superado por las potencias occidentales.

    Rusia se encuentra interviniendo en Siria en apoyo a su aliado regional: el gobierno de Bashar el-Assad, en contra del Estado Islámico, este naciente Imperio Musulmán encabezado por el autoproclamado Califa Abú Bakr II Al Baghdadí, mismo que surgió como resultado de las intervenciones norteamericanas y occidentales en Irak y Medio Oriente, y las Primaveras Arabes de 2011, que no trajeron la Democracia al estilo occidental, sino prepararon el camino para que los intereses de los regímenes absolutistas e islamistas radicales de Arabia, Kuwait, Emiratos Arabes y Qatar planteasen la creación de un nuevo imperio o al menos, de un cinturón de regímenes fundamentalistas sunnitas con la finalidad de contener a un Irán que, desde la década de los 90 y pese a las sanciones, se perfilaba por un camino de desarrollo y empoderamiento destinado a regresar a los Persas a la cumbre como potencia dominante en la región, capaz de desestabilizar al mundo con sus decisiones como ha sido desde el siglo VII a.C., objetivo que fue claramente mostrado bajo la presidencia de Mahmoud Ahmadinejhad y su activa y casi temeraria política exterior por un lado y mantenida bajo un perfil más prudente, pero constante, por su sucesor: Hassan Rohani, que se saldó con la capitulación de EUA aceptando su programa nuclear, y la readmisión plena de Teherán en el panorama internacional con el levantamiento de las sanciones económicas que pesaban sobre el régimen chiíta persa desde 1979.

    A mi parecer, esta es la primera guerra de la nueva era que está iniciando: es el primer enfrentamiento entre dos poderes imperiales de nuevo cuño: la Rusia resurgente de la mano de Vladimir Vladimirovich Putin, hoy por hoy el estadista más poderoso del mundo y el Estado Islámico, ante el cual, un EUA, pasmado, permanece como espectador, al lado de una espantada Europa a la que se ha venido encima la avalancha de refugiados (¿o colonizadores?) musulmanes provenientes de Siria, Irak y Norte de Africa, sin saber qué hacer.

    ¿Qué sucederá? ¿Putin destruirá a la amenaza del ISIS? ¿O entrará junto a éste y a sus patrocinadores: las monarquías árabes y Turquía, a un juego geopolítico en que acepten cambiar de ruta de expansión hacia Europa (sacrificando y destruyendo en el camino al nefasto Erdogan) a fin de que los débiles y emproblemados países del Viejo Continente acudan ante Moscú por su maternal auxilio? ¿O simplemente para que se distraigan con el Islam mientras recupera tranquilamente toda Ucrania o al menos el este, los Países Bálticos y Moldavia? Putin ha hecho gestos para ganarse al Islam ruso y hasta más allá de sus fronteras, como poner fin al separatismo checheno con una estrategia de palos y zanahorias, quedando reducida la insurgencia a un movimiento casi residual, sin capacidad para llevar ataques a gran escala, y finalmente, inaugurando una gigantesca mezquita en el corazón de Moscú.

    Entre tanto, EUA no puede hacer otra cosa más que presenciar pasivamente lo que pasa: ya no existe ningún Curtis LeMay que con toda hombría y valor declarara que la entonces Unión Soviética podía ser derrotada vía la Guerra Nuclear, a la que temería el pueblo estadounidense, pero no él. Por el contrario, la administración Obama ha actuado con abundantes dosis de cobardía y de subordinación a los intereses de Riyadh, Doha o Abu Dhabi sin pudor alguno, además de una increíble ignorancia e incomprensión sobre la realidad del Medio Oriente y el mundo islámico, plantaron una bomba que les estalló en la cara. Este fracaso, por sí mismo, debería llevar a la derrota absoluta de las pretensiones presidenciales de Hillary Clinton y al nuevo Gobierno, que llegue a la Casa Blanca en 2017, a una auditoría profunda de lo ocurrido durante los ocho años de administración demócrata y a fincar responsabilidades a un gobierno que prefirió distraer al mundo entero con frivolidades como el matrimonio homosexual, un demagógico y falaz debate sobre migración y también sobre el calentamiento global, mientras el frágil orden internacional construido por sus antecesores se le desmoronaba entre las manos, la debilidad del Gobierno Obama se ha parecido, sólo en eso, al de Carlos II en la crepuscular España de los Austrias y su incapacidad de tomar decisiones firmes, ocultada bajo oropeles barrocos, ahora bajo pantallas mediáticas.

    La próxima administración norteamericana la tendrá difícil, probablemente hará intentos para recuperar la capacidad de influencia que ahora Putin le ha arrebatado: no podrá; el Kremlin se ha garantizado quedar como la potencia que reordenará al Medio Oriente, incluso la visita de Benjamín Netanyahu a Putin en los días previos al inicio de las operaciones del Ejército Rojo en Siria puede explicarse a que Israel, tras ser prácticamente abandonado por EUA, y ante un futuro sombrío rodeado de enemigos: Irán por un lado, Assad, también, pues apoya a Hezbollá y mantiene su compromiso con la causa palestina, su influencia sobre el Líbano y sus reclamos por los Altos del Golán, y el radicalismo Sunnita representado por el ISIS por el otro, también motivado por la situación de Palestina, ha buscado garantías de parte del líder ruso: la preservación de la existencia del Estado Judío en el rediseño que el Kremlin plantee para la región.

    Falta por ver las consecuencias que venga después de esto: el monopolio de las intervenciones armadas que ostentaban Washington y sus aliados de la OTAN ha quedado roto por la primera intervención en el exterior (lo de Georgia hay que ser sinceros: fue un asunto interior, el país caucásico es una provincia separada del imperio) de Moscú desde la malhadada guerra de Afganistán, claro, a EUA le quedará el tratar de aplicar la misma táctica que en aquel conflicto financiando y entrenando a las fuerzas antirrusas en Siria, lo que ha estado haciendo hasta ahora, sin embargo, Putin no es un senil como Brezhnev, ni un enfermo terminal como Andropov o un ingenuo como Gorbachov, si intervino en Siria es porque sabe que EUA no tiene con qué enfrentársele, más que los arsenales nucleares, algo que nadie se atreve a hacer.

    ¿Inspirará el actuar de Moscú a China a intervenir también en contra de Taiwán o para arreglar el contencioso que tiene con Japón, Vietnam y Filipinas por sus fronteras marítimas.

    No cabe duda, estamos al inicio de una nueva época, confiemos y esperemos.


    _______________________________________


    Fuente:

    EL MUNDO SEGUN YORCH: RUSIA EN SIRIA
    DOBLE AGUILA y raolbo dieron el Víctor.

  8. #8
    Avatar de Hyeronimus
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    Re: Rusia

    Comentario del P. Ravasi a un artículo que pretendía contradecir el del P. Sáenz reproducido en los dos mensajes que puse más arriba:


    Que en Moscú se inauguró recientemente la mezquita más grande de Europa. Lo cual es cierto. Lo que no dice es que ésta se construyó sobre otra que existía previamente, desde tiempo de los zares, y nadie se atrevería a calificar a éstos de “pro islámicos”. Luego, no es un dato menor: viven en Rusia 25 millones de musulmanes. ¿Qué va a hacer? Expulsarlos no puede. Habrá que considerar también que Rusia es tal vez el país europeo con mayor cantidad de habitantes de esta fe, de modo que contar con la mezquita más grande de Europa no convierte a Rusia necesariamente en más “pro islámico” que otros países; éste hecho no tiene más significancia que la materialización visible de una realidad.



    Y ahora reproduzco el artículo completo del P. Ravasi en réplica al contradictor del P. Sáenz, por si alguien está interesado.



    ¿Un nuevo demonio llamado Putin? Nicolás Kasanzew y el P. Alfredo Sáenz




    ¿Un nuevo demonio llamado Putin?

    (A propósito de las posturas de Nicolás Kasanzew y el P. Alfredo Sáenz)[1]
    Por Cristián Rodrigo Iturralde

    Introducción: Hace pocos días, Nicolas Kasanzew publicó y difundió un artículo de su autoría titulado “Eclipse de la razón. Los escritos del Padre Sáenz sobre Putin”. Me anoticié de su existencia a través de un amigo, que me remitió para su lectura al sitio virtual La Botella al Mar; que publicaba y celebraba a toda pompa la mentada nota[2].5
    ————-
    A fuer de verdad, lo cierto es que la figura de Vladimir Putin me es casi indiferente. No por insensible a la suerte del sufrido pueblo ruso ni por diferencias que podrían separarme de éste, sino por el simple hecho de que además de separarnos casi 14.000km., nuestros países no tienen mayor contacto (cultural o político) y nada indica que estemos en camino de tenerlo[3]. De modo que la simpatía o antipatía que podamos tener para con el país euroasiático y su líder no debería trascender lo meramente anecdótico ni durar más que lo que terminamos en tomar un cortado (si hay algo en que no andamos cortos aquí es de problemas); sus derroteros, pues, no afectan nuestro destino (al menos en forma determinante). Ergo, una cruzada en favor o en contra de éste, carece de sentido. El tema suscitó mi atención por tres motivos principales: 1) por lo que entiendo un odio desmedido hacia la figura del moscovita; 2) por el impropio trato de naive que se le dispensa a todo aquel que osara atribuirle el más mínimo acierto; 3) porque tal crítica proviene de un hombre del sector nacional como el Sr. Kasanzew, y tiene como destinatario principal al Padre Alfredo Sáenz; un prolífico teólogo, divulgador histórico e intelectual que ha dedicado grandes libros y esfuerzos sobre la materia. Debo decir también que me resultó llamativo el título elegido para nombrar la nota (“Eclipse de la razón…”); que de algún modo evidenciaba desde el vamos una notoria inmodestia, vaticinando el tono y las forma de lo que se venía. Respeto profundamente al Padre Sáenz y también al Sr. Kasanzew; a quien tengo como persona seria y recta, comprometido con justas causas patrióticas. Me limito, pues, a disentir momentáneamente con él en este punto concreto y a cuestionar las formas en que aborda y plantea el asunto.
    ——-
    La cuestión: Resumiendo el cuento, en el artículo de marras Nicolás Kasanzew le critica al Padre A. Sáenz[4] el público reconocimiento –supuestamente desmedido e injustificado- que éste tributa a algunas medidas implementadas por Vladimir Putin (las negritas son deliberadas). Postura imperdonable, según el crítico, ya que el actual primer mandatario ruso sería comunista e islamista. Para el autor, reconocer aciertos a Putin es lo mismo que elogiar a Santucho y Firmenich (sic)[5]. (Nota al margen: resulta curioso que no sea de interés ni preocupe demasiado a Kasanzew la buena relación que, según algunos, guarda Putin con el sionismo[6]). Al no ser conocedor profundo del asunto en cuestión, me adentré enseguida en el mentado escrito buscando las argumentaciones y documentación que ofrecía Kasanzew para afirmar aquello de modo tan categórico. Lo cierto es que lo que presenta como evidencia incontestable, no pareciera serlo; la pericia que dice tener sobre el asunto que aborda –que no niego pueda tener-, no queda allí demostrada. Al menos esta es mi opinión. Cada cual formará la suya luego de leer a continuación algunas consideraciones que creo atendibles. Según Kasanzew, el carácter comunista, anticristiano y pro islamista de Putin estaría probado mayormente por los siguientes hechos:
    • Por haber pertenecido a la KGB en el pasado, Putin continuaría siendo comunista, ya que, afirma el autor: “sus miembros no cambian, declamen lo que declamen”. Llama la atención que no crea Nicolás en la sincera conversión de las personas; primero, por ser cristiano; segundo, porque él conoce bien la figura de Solyenitzin (a quien conoció incluso personalmente); un prominente comunista devenido en furibundo anticomunista que incluso ¡ha elogiado a Putin![7] Luego, cabría agregar que difícilmente alguien podría haber sido otra cosa que comunista en tiempos de las ex URSS. El propio Putin confiesa que fue bautizado en secreto por su madre… Sin dudas que esto no convierte a Putin en cristiano (o cristiano convencido), pero creo que a lo menos habría que concederle el beneficio de la duda.
    • Que en Moscú se inauguró recientemente la mezquita más grande de Europa. Lo cual es cierto. Lo que no dice es que ésta se construyó sobre otra que existía previamente, desde tiempo de los zares, y nadie se atrevería a calificar a éstos de “pro islámicos”. Luego, no es un dato menor: viven en Rusia 25 millones de musulmanes. ¿Qué va a hacer? Expulsarlos no puede. Habrá que considerar también que Rusia es tal vez el país europeo con mayor cantidad de habitantes de esta fe, de modo que contar con la mezquita más grande de Europa no convierte a Rusia necesariamente en más “pro islámico” que otros países; éste hecho no tiene más significancia que la materialización visible de una realidad.
    • Dice Kasanzew que Putin adula públicamente a los musulmanes, lo cual no me consta (no ofrece el autor evidencia al respecto). Pero concedamos que así sea efectivamente. Existen también hechos y declaraciones públicas en sentido contrario. Incluso se han permitido manifestaciones públicas contra la inmigración musulmana[8]. En el 2014, refiriéndose a ellos y otras minorías religiosas, dirigiéndose al Parlamento, dijo lo siguiente: “(…) las minorías religiosas, diciendo: si quieren vivir, trabajar y comer en Rusia, deben hablar ruso y respetar las leyes rusas. Si los musulmanes prefieren seguir sus costumbres y obedecer la “Shar’ia” (la ley civil islámica, derivada totalmente de preceptos religiosos), que se vayan a los Estados donde esas sean las costumbres y la ley. Rusia no necesita a tales minorías, sino que esas minorías necesitan de Rusia; y no les garantizamos privilegios especiales ni cambiar nuestra ley para adaptarlas a sus deseos. No importa lo alto que puedan gritar “discriminación”, no toleraremos faltas de respeto hacia nuestra cultura (…)[9]”. Lo mismo que antes: este tipo de gestos no convierten a Putin necesariamente en anti musulmán (no tiene porque serlo tampoco), pero a lo menos habrá que convenir en que merecen alguna consideración.
    • Que Putin no es cristiano, ya que en una entrevista con Larry King, en la CNN, cuando éste le preguntó si creía en Dios, Putin le contestó que creía en el hombre. No obstante, Kasanzew omite los discursos y gestos de Putin hacia el cristianismo. Tal vez su locución más conocida en este sentido haya sido la del Forum Valdai de 2013[10], donde entre otras cosas dirá: “Hemos dejado atrás la ideología soviética, y en eso no habrá retorno”. En julio del 2015, criticando la degradación espiritual y moral de Europa y los EEUU, dirá: “la dirección política general de Occidente lleva sin dudas un carácter anticristiano y antirreligioso. Hemos pasado por una época de ateismo, y sabemos lo que es vivir sin Dios. Queremos gritarle al mundo: ¡Paren!”[11]. En otra recordada alocución pública, dirá: “las naciones euroatlánticas están rechazando actualmente sus raíces, incluyendo los valores cristianos que constituyen el fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e incluso sexual. Están desarrollando políticas que equiparan las familias numerosas con las parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en Satanás”[12]. Al respecto, el artículo citado del Padre Sáenz abunda en citas y documentación sobre la defensa asumida y ejercida por Putin en pos de la familia tradicional y contra el “dogma” y lobby homosexualista. Tampoco esto convierte a Putin en un cruzado, es cierto; pero habrá que convenir también en que tales declaraciones públicas –y hechos concretos- constituyen un acto valiente; máxime en tiempos donde la defección de los líderes mundiales en este sentido es completa.
    • Luego afirma el Sr. Kasanzew que Putin está resovietizando a Rusia: “aumentando el culto al tirano Stalin y manteniendo el culto de Lenin, cuya momia sigue profanando la principal plaza del país. Estamos hablando de los dos más grandes exterminadores de cristianos de la Historia. Putin ha devuelto la bandera roja al ejército ruso, y ha puesto la estrella roja en las gorras de sus militares, amén de volver a adoptar el himno stalinista como himno nacional, aunque con la letra cambiada”. Todo esto es cierto, en parte. Pues si bien Putin ha dicho de Stalin que era un “tirano despiadado”, le reconoce la industrialización realizada por éste y, sobre todo, su victoria sobre la Alemania de Adolf Hitler. A nosotros, argentinos, puede no resultarnos simpático este reconocimiento (yo odio a Stalin sin matices), pero hay que considerar que quien lo dice es un ruso y su posición no está necesaria y completamente reñida con lo que un nacionalista ruso podría o debería pensar. Agreguemos en este sentido que gran parte del pueblo ruso desciende directamente de los muertos por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que quiero decir con esto, sin justificar en absoluto la idolatría al sanguinario Stalin, es que habría que analizar detenidamente si tales hechos son suficientemente entitativos como para abonar la tesis de Kasanzew de que, en 2015, Putin estuviera planeando reedificar el genocida edificio comunista. Convengamos en que la exaltación pública de la espiritualidad y del cristianismo que hace Putin, y el reflorecimiento del cristianismo Rusia, colisiona frontalmente contra el eje central del comunismo que es el ateismo materialista (tampoco se percibe “lucha de clases” en este país; corríjame alguien si me equivoco). Putin podrá estar haciendo cualquier cosa; bien o mal, con buenas o malas intenciones, pero no podrán llamarlo comunista tan ligeramente… En Francia, por ejemplo, gran parte de los nacionalistas son anti nazis, por considerar la invasión de Hitler como una ofensa imperdonable a la soberanía de aquel país. Es decir, cada nacionalismo tiene sus propias características, marcadas muchas veces por acontecimientos muy concretos, a veces complejos, que sólo un nativo podrá comprender. Para un nacionalista el factor sentimental, muchas veces, es más fuerte que la propia razón. Vladimir Putin quiere una Rusia influyente y poderosa que vuelva a ser Superpotencia; algo que sin dudas todo patriota quisiera para su país[13].
    • Un dato importante que no menciona N.K. y podrá ofrecernos algún servicio en la tarea de dilucidar parte de esta cuestión, es la rehabilitación del zar Nicolás II en el 2008; asesinado por los revolucionarios bolcheviques en 1918. Es decir, hace tiempo que en Rusia se viene realizando un proceso de “justicia histórica”, condenando el genocidio comunista. Ya la Iglesia Ortodoxa Rusa lo había canonizado como “martir del comunismo” en el año 2000[14].
    • NK estima gravemente negativa la estrecha vinculación que la Iglesia Ortodoxa Rusa guarda con Putin y su régimen. En palabras textuales del autor, ésta “se ha convertido en un apéndice del gobierno”. No conozco profundamente el tema, pero pregunto: ¿es esto necesariamente malo? Si –por lo que he visto- los contenidos, doctrina y enseñanza de la Iglesia son verdaderamente cristianos, y el gobierno no sólo no la presiona para que gire en sentido contrario sino que la apoya en su labor pastoral y de evangelización… ¿Cuál sería el problema? Según NK, el Patriarca Cirilo es un agente de la KGB… Pero no lo demuestra, y tampoco sugieren los hechos que sea así.
    • Afirma en forma taxativa que Putin y su séquito son inmensamente corruptos y ricos (sic). En cuanto a la fortuna que podría tener, digamos que ello no lo diferenciaría en sustancia de casi ningún otro estadista mundial. Tampoco la riqueza monetaria es algo en sí mismo condenable (pues habría que determinar como reunió el dinero; es decir, si lo hizo honesta o deshonestamente). Ignoro cuál será el monto acumulado por Putin, pues no lo menciona el autor. En cuanto a la acusación de corrupción, ya es más grave. Pues Kasanzew no ofrece ningún elemento probatorio al respecto. Remata el párrafo con la siguiente sentencia: “en eso también se parecen a la sátrapa de estos lares, hoy en día aliada estratégica del Kremlin, de China Comunista y de Cuba”. Resulta llamativo que mencione como ejemplos negativos sólo a los líderes izquierdistas, sin acordarse de los demócratas o de aquellos regimenes que podríamos denominar “liberal-capitalistas”; liderados por el bloque EEUU-Israel. Por último, digamos que en caso que efectivamente existieran mafias y funcionarios corruptos en el gobierno ruso (lacras de las que ningún país está exento), habría que definir certeramente si éstos existen por Putin o a pesar de él (no podrá soslayarse tampoco la realidad comprobada de la corrupción institucionalizada en 70 años de comunismo; mal que difícilmente pueda corregirse de un día para el otro).
    • Por último, pareciera no entender N.K. que la amenaza y/o factor principal que afecta Occidente no es el resurgimiento de un comunismo expansionista y militarista sino el marxismo cultural; el combate es fundamentalmente espiritual y no –tanto- político.

    Recapitulando y conclusión: Prima facie, y considerando los argumentos ofrecidos por Kasanzew, no pareciera éste un asunto tan claro como cree. Aún si aportase en algún momento tales elementos, creo que tampoco ameritaría el ninguneo y descalificación de aquellos que pudieran tener distintas lecturas del asunto (máxime si éstos fueran personas leídas e inteligentes). Tampoco creo atinada su observación, afirmación, en cuanto a que su opinión debería ser tenida en mayor consideración que la de todo el resto, por el hecho de que sabe hablar ruso; lo que le permite, dice, acceder a las fuentes en éste idioma. Convengamos a este respecto en que tal cosa no supone necesariamente una ventaja sobre los demás, puesto que en pleno auge de la revolución tecnológica –aplicada también, desde luego, al área de comunicación-, hoy se tiene acceso a todo tipo de fuentes, oficiales y alternativas, en decenas de idiomas y dialectos distintos, en cuestión de minutos. A menos, claro, que NK sepa de algún archivo fundamental que todos desconozcan (improbable, por cierto, ya que de ello se hubieran ocupado los numerosos e in crescendo enemigos que tiene Putin en el mundo). Por último, y reiterando mi posición, digo por enésima vez: no creo que Putin sea San Luis IX de Francia (tampoco lo ha dicho el Padre Sáenz, como da a entender Kasanzew), pero tampoco creo que sea el demonio. Al menos, hasta el momento, tal cosa no fue demostrada. En esto coincido plenamente con lo expresado recientemente por Juan Manuel de Prada en un artículo acerca del presidente ruso: “El odio azufroso que el Nuevo Orden Mundial profesa a Putin nos revela, en fin, que, aunque tal vez no sea ningún santo, es al menos el katejon (y quienes entiendan este término paulino saben a lo que me refiero) que impide su hegemonía”.
    Cristián Rodrigo Iturralde
    —————-
    ANEXO I
    NOTA ORIGINAL DE NICOLÁS KASANZEW
    (Septiembre de 2015)
    Eclipse de la razón. Los escritos del Padre Saenz sobre Putin Un eclipse de la razón. Leer, en la revista “Gladius”, elogios del Padre Alfredo Saenz, a miembros de la KGB, como el dictador Putin y el patriarca de la iglesia oficial rusa Kirill (Cirilo) Gundiaev me deja totalmente anonadado. Es como si el Padre Saenz elogiara a Santucho y Firmenich. Lamentablemente muchos nacionalistas católicos argentinos, impermeables al relato de la Kirchner, se han dejado influenciar por el relato de Putin, tan mentiroso como el de estas latitudes.
    Putin es un teniente coronel de la KGB, hoy llamada FSB, la más grande y sanguinaria organización de policía política que haya existido jamás. Y sus miembros no cambian, declamen lo que declamen. Además, la supuesta religiosidad de Putin es “pour la gallerie”, para consumo interno.
    En una entrevista con Larry King, en la CNN, cuando éste le preguntó si creía en Dios, Putin le contestó que creía en el hombre. El Padre Saenz menciona una supuesta resistencia de Putin a los musulmanes, cuando en realidad estos han invadido a Rusia y manejan muchos de sus resortes, sobre todo los comerciales, ante la total pasividad de Putin. Y hasta Putin los adula públicamente. Por ejemplo ha dicho la barbaridad de que la religión cristiana ortodoxa está más cerca del Islam que del catolicismo. (N: Confirmando este comentario, me acuerdo que hace tres o cuatro días salió en “La Nación” la noticia de que la mezquita más grande de Europa está ubicada en Moscú).
    Todo esto muchos nacionalistas católicos argentinos lo pasan por alto, como pasan por alto que Putin está resovietizando a Rusia, aumentando el culto al tirano Stalin y manteniendo el culto de Lenin, cuya momia sigue profanando la principal plaza del país. Estamos hablando de los dos más grandes exterminadores de cristianos de la Historia.
    Putin ha devuelto la bandera roja al ejército ruso, y ha puesto la estrella roja en las gorras de sus militares, amén de volver a adoptar el himno stalinista como himno nacional, aunque con la letra cambiada.
    El Padre Saenz y otros nacionalistas católicos, además de no tener acceso a las fuentes en idioma ruso, hacen oídos sordos a todo esto. El año pasado le mandé a Rafael Breide Obeide mi escrito sobre la crisis en Ucrania y no lo publicó en su revista “Gladius”, presumo que por estas mismas razones. Es muy agradable engañarse, pensando que en algún lado existe un paladín cristiano, pero si es que lo hay, seguro que no es Putin, que ha convertido a la iglesia oficial del Patriarcado de Moscu en un apéndice de su gobierno. Y el Patriarca Cirilo, igual que los anteriores Patriarcas desde los tiempos de Stalin, es también un agente de la KGB, cosa que en Rusia nadie ignora. El nombre en código en la KGB del Patriarca Kirill Gundyaev es Mijailov.
    Agreguemos que tanto Gundyaev, como sobre todo Putin son inmensamente corruptos y ricos, – en eso tambien se parecen a la sátrapa de estos lares, hoy en día aliada estratégica del Kremlin, de China Comunista y de Cuba.
    Es absolutamente incomprensible que tantos nacionalistas católicos argentinos no quieran ver estas verdades, tan obvias.
    Nicolas Kasanzew
    (Periodista famoso por haber informado los sucesos de la guerra desde las Islas Malvinas)
    ——–
    ANEXO II
    NOTA DE COSME BECCAR VARELA, PRESENTANDO EL ARTÍCULO DE N.K.
    (01 de octubre del año 2015 – 1357)
    UN CASO DE “FALSA DERECHA” He recibido de mi amigo Jorge Ortiz (que no es el abogado del mismo nombre sino un periodista de Internet) un informe enviado por Nicolás Kasanzew en el cual critica con justa razón el incomprensible apoyo del Padre Alfredo Saenz al tirano ateo y comunista Putin, ex-coronel de la KGB, que se mantiene en el poder en Rusia con la colaboración de otros ex-oficiales de la KGB y mediante el asesinato de sus oponentes.
    Hace unos meses hubo una reunión de nacionalistas en la que el Padre Saenz era uno de los conferencistas. El título de su conferencia era un elogio a Putin, el tirano comunista de Rusia, ex-coronel de la KGB. Me pareció demasiado, inclusive para un político pragmático nacionalista, porque es moralmente imposible elogiar a ese criminal.
    Sin embargo, hay muchos católicos “derechistas” que lo elogian porque dicen que se opone al homonomio en Rusia y porque supuestamente quiere restaurar la dinastía de los Romanov. Las innumerables evidencias de que sigue siendo el mismo comunista criminal de siempre, no impiden que esos ingenuos -para decir lo menos- sigan considerando que Putin es el paladín de la civilización cristiana, al contrario de Obama que es pro-marxista, musulmán, prohomosexualista y abortista. Sin perjuicio de que yo también acuso a Obama de lo mismo y creo que está causando un enorme daño a los EEUU y al mundo, de ninguna manera acepto esa reivindicación de Putin en que está empeñada la “falsa derecha”. Hasta dicen que es uno de los principales financistas del movimiento “derechista” de Le Pen en Francia, por ejemplo y no hace mucho estuvo en Buenos Aires un intelectual español, también considerado una eminencia de la derecha, que durante una conversación que tuvimos en mi Estudio, elogió enfáticamente a Putin.
    La inverosímil pirueta del Padre Saenz para apoyar a Putin, era para mí un dato reducido a un título de una conferencia, cosa que ya era suficientemente grave, pero ahora me llega esta nota del periodista Kasanzew que, al parecer, sabe ruso y puede informarse directamente en las fuentes de ese desdichado país y confirma lo que ya era de sospechar: el Padre Saenz efectivamente hace propaganda de Putin.
    Esto es inadmisible y espero que el Padre, al que apreciaba como un buen sacerdote católico, se dé cuenta del error que comete y se retracte. Entretanto, los nacionalistas, que se dicen “de derecha” harían bien en interrumpir toda invitación al Padre Saenz a dar conferencias en sus encuentros.
    [1] Esta nota la hice en pocas horas; mi intención no es probar equivocado al Sr. Nicolás Kasanzew, sino reflejar y advertir que cuanto afirma no puede ser considerado sin más como verdad inconcusa, como proclama en su artículo. [2] Como todos saben, su director, Cosme Beccar Varela se encuentra siempre más que bien dispuesto esparcir cuanto veneno pueda afectar al nacionalismo y sus hombres; sacerdotes o laicos, lo mismo da. Pero la presente notícula no es sobre el ex TFP sino sobre las últimas consideraciones que el ex corresponsal de guerra volcó sobre algunas apreciaciones del Padre Alfredo Sáenz respecto al actual presidente ruso. El artículo de Kasanzew puede encontrarse en: La botella al mar (buscar allí artículo del de Octubre del año 2015 –núm. 1357- bajo el título ¨Un caso de Falsa Derecha¨, donde se incluye íntegra la nota de NK). El escrito del Padre Sáenz que pretende refutar NK puede consultarse, publicado en dos entregas, en el siguiente sitio: http://quenotelacuenten.com/2015/09/29/vladimir-putin-un-estadista-singular-padre-alfredo-Sáenz-1-2/#more-2269. El artículo, aparecido en Gladius (“Vladimir Putin, un estadista singular”, en Gladius 93 [2015], 33-50) es la transcripción de una conferencia que pronunció el Padre Alfredo Sáenz en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 7 de mayo de 2015. El artículo completo está también disponible en: https://historicamenteincorrecto.fil...a-singular.pdf [3] Hay quienes dicen que es posible que integremos en algún momento el grupo económico BRIC (que agrupa Brasil, Rusia, India, China), que es la alternativa al hegemónico grupo liderado por los EEUU y las principales potencias europeas. El kirchnerismo intentó sumar a la Argentina al BRIC, pero fue rechazado cada vez que lo solicitó, ya que no se están aceptando nuevos miembros. Cfr. Putín y Rousseff descartan que Argentina se sume a los BRICS: No está en discusión | BRICS, Vladimir Putin, Dilma Rousseff, Cristina Kirchner - América. Cfr. La Argentina sueña con los Brics, pero la puerta sigue cerrada - 13.07.2014 - LA NACION Â*. [4] Kasanzew hace extensiva esta crítica también a ¨muchos¨ nacionalistas católicos; aunque no da nombres. [5] Esta son las palabras exactas de N.K.: ¨Leer, en la revista “Gladius”, elogios del Padre Alfredo Sáenz, a miembros de la KGB, como el dictador Putin y el patriarca de la iglesia oficial rusa Kirill (Cirilo) Gundiaev me deja totalmente anonadado. Es como si el Padre Sáenz elogiara a Santucho y Firmenich¨ [6] No obstante, recientemente, en las redes sociales, en respuesta a algunos de mis cuestionamientos, publicaba Nicolás Kasanzew una foto de Putin con un kipá, agregando a modo de provocación la siguiente leyenda: ¨éste es el ídolo de los nacionalistas católicos¨. Poco serio para una persona de su estatura. He buscado algún artículo de N.K. donde se refiera al sionismo, pero no he encontrado nada. Tal vez haga alguna mención en sus libros; lo desconozco. Pareciera quedar claro que para N.K. es más grave el problema musulmán que el sionista. [7] Como recuerda el Padre Sáenz, en el año 2000, Solzhenitsyn dirá de Putin: “Tiene un espíritu penetrante, comprende pronto y no tiene ninguna sed personal de poder. El Presidente comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado”. En artículo citado. También hace referencia a esta declaración, Juan Manuel de Prada en un reciente artículo: https://historicamenteincorrecto.fil...a-singular.pdf [8] Cfr. https://yahel.wordpress.com/2013/11/...ulman-orgullo/ [9] Defendamos el Cristianismo a lo Putin [10] Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=wp6apqbTy28. En el siguiente video, se citan otras declaraciones de Putin a favor del cristianismo distintos medios de comunicación: https://www.youtube.com/watch?v=MWqohz113XM. La fuente de la declaración que cito de Putin pueden buscarla en el escrito mencionado del Padre Sáenz. [11] La cita de la declaración está en inglés; la traduje. Cfr. Putin: America Is Godless, 'Morally Bankrupt' And On The 'Path Of Degradation' [Video] [12] En artículo de Juan Manuel de Prada, ¨Putin en la encrucijada¨, ABC, 3 de octubre del 2015. Cfr. Histórico Opinión - ABC.es - sábado 3 de octubre de 2015 [13] La cuestión de las guerras, enfrentamientos bélicos, invasiones, etc. Que involucró e involucra a Rusia con sus vecinos no es un tema que yo conozca. Por tanto, me abstengo de opinar sobre el asunto; desconozco si las razones de Putin son o fueron justas, injustas o cuestionables. [14] Cfr. Rusia rehabilita al zar Nicolás II | Internacional | EL PAÃS. Si bien no fue Vladimir Putin el responsable directo de esta medida (data del 10 del 2008), al asumir su tercera presidencia respetó esta normativa, condenando en varias oportunidades al comunismo.


    ¿Un nuevo demonio llamado Putin? Nicolás Kasanzew y el P. Alfredo Sáenz | Que no te la cuenten

  9. #9
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    Re: Rusia

    Cita Iniciado por Hyeronimus Ver mensaje
    Comentario del P. Ravasi a un artículo que pretendía contradecir el del P. Sáenz reproducido en los dos mensajes que puse más arriba:


    Que en Moscú se inauguró recientemente la mezquita más grande de Europa. Lo cual es cierto. Lo que no dice es que ésta se construyó sobre otra que existía previamente, desde tiempo de los zares, y nadie se atrevería a calificar a éstos de “pro islámicos”. Luego, no es un dato menor: viven en Rusia 25 millones de musulmanes. ¿Qué va a hacer? Expulsarlos no puede. Habrá que considerar también que Rusia es tal vez el país europeo con mayor cantidad de habitantes de esta fe, de modo que contar con la mezquita más grande de Europa no convierte a Rusia necesariamente en más “pro islámico” que otros países; éste hecho no tiene más significancia que la materialización visible de una realidad.


    Hay que tener en cuenta que esos musulmanes no son inmigrantes como sucede en Europa occidental, sino autóctonos de allí (tártaros), y sucede más o menos lo mismo que cuando Franco y el Sáhara (salvando las distancias claro).Los saharauis eran autóctonos de allí, no podía expulsarlos a ningún sitio, y Franco les construyó mezquitas sin ser por ello pro-islámico tampoco (sí pro-árabe, que son cosas distintas).Otras ya estaban de antes, como la de Smara.Lo que me gustaría saber es qué pintaba Erdogan en la inauguración de la mezquita...
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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  10. #10
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    Re: Rusia

    Cita Iniciado por ReynoDeGranada Ver mensaje
    Hay que tener en cuenta que esos musulmanes no son inmigrantes como sucede en Europa occidental, sino autóctonos de allí (tártaros), y sucede más o menos lo mismo que cuando Franco y el Sáhara (salvando las distancias claro).Los saharauis eran autóctonos de allí, no podía expulsarlos a ningún sitio, y Franco les construyó mezquitas sin ser por ello pro-islámico tampoco (sí pro-árabe, que son cosas distintas).Otras ya estaban de antes, como la de Smara.Lo que me gustaría saber es qué pintaba Erdogan en la inauguración de la mezquita...
    Bueno, los tártaros no son autóctonos de Moscú; la mayoría no, al menos. Además, gran parte de la antigua Tartaria (Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán y otros países acabados en "stan") ya no forma parte de Rusia; sin embargo, millones de inmigrantes de esos países viven en Moscú y otras grandes ciudades rusas. La comparación correcta sería decir que es como si Franco hubiese llenado Madrid de moros del Sáhara y del Rif y hubiese puesto una mezquita gigantesca (que algo puso para su guardia mora, si no me equivoco, pero a tanto no llegó).
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  11. #11
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    Re: Rusia

    Con autóctonos quería decir que son autóctonos de Rusia, no de Moscú, jaja.Luego decir que el Turkestán ya no forma parte de Rusia por culpa de la maniobra del anglosionismo que aprovechó el colapso del gigante con pies de barro (URSS) a través de sus agentes Gorbachov y Yeltsin y desintegró la zona sería como decir que por ejemplo Argentina o Venezuela no son España porque en el siglo XIX el anglosionismo financió a un tal San Martín o a un tal Bolívar para balcanizar América , ósea que estaríamos legitimando las fronteras actuales.Esas tierras ya eran rusas antes de la URSS, fueron anexionadas al imperio de los Zares.El anglosionismo aprovechó la caída de la Unión Soviética para dividir Rusia.Cierto es que la comparación no me ha salido muy acertada :P , pero con todo y con eso, no es lo mismo que vengan hispanos aunque musulmanes (saharauis o rifeños) a que vengan moros argelinos, turcos, marroquíes o sirios.
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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  12. #12
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    Re: Rusia

    Leí una comparación muy acertada de que Rusia es como Occidente a principios de los 70 con un pie ya en la posmodernidad. Pero con un Estado con fuerte consciencia "democristiana" aun. Tan mal están las cosas aquí que eso ya lo vemos como una salvación...que triste. Bueno de la misma manera que no hay tantas diferencias entre el franquismo y los gobiernos mas moderados de Isabel II, pero con lo último tras un siglo de más "dialéctica revolucionaria" muchos carlistas acabaron conformándose.
    Libra zagun, mutillak, España lepratik,
    harturik hontarako fusillak bertatik;
    ekarriko dizkigu pakiak gerratik,
    poztutzen dala oso mundua gugatik.

    Españan española da Don Karlosena,
    ekarri zagun hura ahal degun lehenena;
    konfiantza jar zagun oso harentxena,
    berak emango digu gustorik onena

    POR DIOS Y POR ESPAÑA VICTORIOSOS DE TODOS SUS ENEMIGOS, SIN PACTOS NI MEDIACIONES.

    .“Miguel, Miguel, Miguel guria,
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  13. #13
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    Re: Rusia

    Ya sabéis que prefiero no entrar en ciertos temas por la sensibilidad que despiertan, pero sí procuro rebatir los bulos que van saliendo periódicamente. En lo que respecta a este discurso que se le atribuye a Putin sobre los musulmanes:

    Cita Iniciado por Hyeronimus Ver mensaje
    • Dice Kasanzew que Putin adula públicamente a los musulmanes, lo cual no me consta (no ofrece el autor evidencia al respecto). Pero concedamos que así sea efectivamente. Existen también hechos y declaraciones públicas en sentido contrario. Incluso se han permitido manifestaciones públicas contra la inmigración musulmana[8]. En el 2014, refiriéndose a ellos y otras minorías religiosas, dirigiéndose al Parlamento, dijo lo siguiente: “(…) las minorías religiosas, diciendo: si quieren vivir, trabajar y comer en Rusia, deben hablar ruso y respetar las leyes rusas. Si los musulmanes prefieren seguir sus costumbres y obedecer la “Shar’ia” (la ley civil islámica, derivada totalmente de preceptos religiosos), que se vayan a los Estados donde esas sean las costumbres y la ley. Rusia no necesita a tales minorías, sino que esas minorías necesitan de Rusia; y no les garantizamos privilegios especiales ni cambiar nuestra ley para adaptarlas a sus deseos. No importa lo alto que puedan gritar “discriminación”, no toleraremos faltas de respeto hacia nuestra cultura (…)[9]”. Lo mismo que antes: este tipo de gestos no convierten a Putin necesariamente en anti musulmán (no tiene porque serlo tampoco), pero a lo menos habrá que convenir en que merecen alguna consideración.
    Ese discurso a la Duma es falso y jamás lo pronunció Putin. No figura en la página oficial del Kremlin y se sabe que es un bulo originado por un lunático yanqui. Por otra parte, la lógica indica que Putin no se expresaría nunca en tales términos de los musulmanes, que constituyen la segunda religión del país.

    Además, al P. Olivera le consta que ese discurso es falso, pese a lo cual lo sigue empleando en sus argumentaciones.

    Recojo dos informaciones que podrían ilustrar la postura de Putin sobre el islam. Esta primera la recoge Laicismo.org a partir de las informaciones publicadas en la prensa rusa:

    Putin destaca virtudes “humanistas” del islam al inaugurar la Gran Mezquita de Moscú

    23 septiembre, 2015


    El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó este miércoles las virtudes “humanistas” del islam durante la inauguración de la Gran Mezquita de Moscú, una de las mayores de Europa, en presencia de sus homólogos palestino y turco, Mahmud Abas y Recep Tayyip Erdogan.

    “Es un gran acontecimiento para los musulmanes de Rusia. Una de las mezquitas más antiguas de Moscú ha sido reconstruida en su emplazamiento histórico”, declaró el presidente ruso en su discurso inaugural.

    “Rusia es un país multiconfesional en el que, insisto, el islam es una de las religiones tradicionales”, prosiguió Putin.

    “Esta mezquita será una fuente para propagar las ideas humanistas y los verdaderos valores del islam”, añadió, tras denunciar al grupo Estado Islámico (EI) que, según él, “tergiversa el islam”.
    Esta otra es menos conocida y la recoge Reuters, aunque también alguna página rusa. Es la transcripción de una intervención de Putin en TV en la que responde a preguntas de los ciudadanos (16/12/2010), al parecer en el contexto de unos disturbios xenófobos contra ciudadanos musulmanes:

    ON RELIGION


    "Russia from the very beginning was formed as a multi-faith country. ... Eastern Christianity, some say, is closer to Islam than to Catholicism. I don't want to judge the correctness of that assertion, but religion is formed through centuries. Not decades but centuries. We need to remember its roots."
    Ennego Ximenis dio el Víctor.
    «Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
    José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.

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    Re: Rusia

    La reinvención de Rusia en la posmodernidad – Por Laureano Brantiz Gómez

    September 19, 2017 agustin Artículos, Laureano Brantiz Gómez, Slider 1





    Mucho se habla de la Rusia post-guerra fría: cómo tuvo que reorganizarse, adaptar su política exterior, desarrollar internamente un modelo democrático y cómo tuvo que volver a encontrar su lugar de hegemón en este mundo globalizado. En una palabra, cómo tuvo que reinventarse tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

    Pero para poder entender este proceso, primero es necesario conocer cuáles son las fuerzas profundas que operan en la Federación Rusa.

    “Las condiciones geográficas, los movimientos demográficos, los intereses económicos y financieros, las características mentales colectivas, las grandes corrientes sentimentales, nos muestran las fuerzas profundas que han formado el marco de las relaciones entre grupos humanos y que, en gran medida han determinado su naturaleza” (Renouvin y Duroselle, 2000: 9, 10).

    Como vemos en la afirmación de Renouvin y Duroselle, estas fuerzas representan una amplia gama de rasgos persistentes en el tiempo que contribuyen a moldear la identidad (en este caso) rusa. Siguiendo con el lineamiento planteado por Zubelzú (2007), se complementan a las fuerzas profundas, las fuerzas organizadas: considerando entre éstas a actores estatales, burocracia, agencias, etc. La necesidad de este complemento se debe a que, en varios casos, las fuerzas organizadas operan suavizando o realzando esas fuerzas profundas. Destacándose en Rusia el papel de un poderoso y centralizado gobierno, el de la Iglesia Ortodoxa, entre otros.

    Entre el conjunto de fuerzas profundas presentes en la sociedad rusa, Zubelzú (2007) destaca las siguientes: el externalismo, el mesianismo, el nacionalismo. Estas son las fuerzas que van a permitir explicar la reinvención de Rusia en la posmodernidad, y su proyecto inscripto en “La Cuarta Teoría Política” de Aleksander Dugin, el “Rasputín de Putin”.


    Las fuerzas profundas

    Estos rasgos identitarios, son los que permiten a Rusia definir lo que los une como comunidad, y lo que los diferencia del “otro”.

    Al hablar de externalismo en Rusia, nos remitimos a la tendencia existente a ubicar la causa de los problemas del país en el exterior, en otros países, otros actores. Esto se debe, en gran medida, al mesianismo ruso:

    “contar con un acervo o patrimonio cualitativamente distinto y superior al de otros pueblos y países (…) la creencia y el orgullo de Rusia como un gran poder con una misión especial en el mundo” (Zubelzú, 2007: 104). “Los rusos son el pueblo elegido y tienen el monopolio de la verdad, de la fe religiosa o de la superioridad moral, en momentos de dificultades, guerras, decadencia, ‘otros’ deben ser la causa de sus desgracias” (Zubelzú, 2007: 106).

    Por otra parte, además de las fuerzas destacadas por Zubelzú, creo menester destacar el eurasianismo, propio de un país que se encuentra en dos continentes, lo que ha llevado a Rusia históricamente a respaldar una autoridad concentrada y fuerte, que resguarde las fronteras del país más extenso del planeta. Además, este concepto va a llevar a que en parte del colectivo ruso, su pretensión de unión como comunidad traspase las fronteras, y se piense en la “Gran Madre Rusia”, basándose en su pasado como imperio que unía a múltiples naciones, hoy desligadas del mismo bajo la forma del Estado moderno. Pretensiones que podemos ver en los casos de la anexión de Crimea, Novorossia y las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur. En esta misma clave, es que podemos entender también al otro gran factor o fuerza profunda, que es el nacionalismo. Un nacionalismo caracterizado no por una una segmentación identitaria, sino por una coexistencia y heterogeneidad histórica.


    La reinvención rusa: Occidente y la Cuarta Teoría Política

    Conociendo las fuerzas profundas que denotan la identidad y el imaginario colectivo ruso, es que ahora toca la labor de entender el papel ruso en la llamada posmodernidad, partiendo para esto de las interpretaciones de Aleksander Dugin.

    En el Occidente posmoderno nos encontramos con la consolidación del liberalismo como ideología de vocación universal, tras derrotar en una especie de batalla ideológica al marxismo y al fascismo-nazismo. En la posmodernidad ha prevalecido lo global por sobre lo particular, lo universal por sobre lo regional, tensión que tiene su antítesis en el ideal de trascendencia propio de la premodernidad. En este mundo posmoderno, el hombre es indiferente a la tradición, al igual que a la religión, ya no en el sentido moderno de laicización y secularización, aflorando el sincretismo y retornando (en diversas maneras) distintas percepciones de la existencia de una trascendencia; retorno en el que Dugin ve la oportunidad para recuperar la tradición.

    “Tradición no es lo viejo, sino lo Eterno” (Dugin, 2014).

    Dugin, preocupado por la situación de Occidente ante los movimientos que han llevado a la deconstrucción de las formas de vida tradicionales y la destrucción, en parte, de las mismas, cree en la necesidad de esbozar una Cuarta Teoría Política, distinta de las tres grandes ideologías que disputaron el dominio de las ideas en la Modernidad. Antiliberal en su matriz, esta teoría política tendrá a Rusia como protagonista, presentando una fuerte resistencia frente a este embate posmoderno.

    La propuesta teórica de Alexander Dugin es un diálogo permanente entre el rigor geopolítico y cuestiones inmateriales de tinte existencial y teológico. En el plano de las identidades y las ideas, el bagaje teórico liberal secular que arraigó en las naciones occidentales encontró una base territorial en el atlantismo, bagaje que según el autor permitió el desarrollo de ideas que se basan en el progreso por el progreso en sí mismo (no sólo en sentido material y económico, sino más bien en el plano cultural), en donde lo nuevo automáticamente elimina o desprestigia a lo tradicional, es decir, ideas progresistas. Rusia se mantuvo ajena a los procesos de pensamiento occidental favorecida por su condición geográfica (Eurasia). Esta “fortaleza” continental mantuvo a salvaguarda la tradición eslava y cristiana-ortodoxa. Esta consustancialidad entre territorio y trascendencia es la que ha extendido el accionar de Rusia hacia Ucrania o hacia la intervención en Siria imprimiendo un sentido mesiánico que el patriarca Kirill (2015) no dudó en denominar “guerra santa”. Este despertar existencial que desde la Cuarta Teoría Política puede apreciarse en Rusia, se manifiesta en su totalidad en las consignas eurasianistas y cristianas que exhiben en su accionar los independentistas prorrusos de Donetsk y Lugansk. La tradición secular-laicista del atlantismo liberal está en guerra contra las tradiciones milenarias cristianas de Rusia, una Rusia profundamente cristiana y totalmente desligada del ateísmo de la URSS.

    La Cuarta Teoría Política comparte con la posmodernidad la idea de tensión entre lo particular y lo universal, pero, a su vez, rescata el concepto premoderno del fenómeno teológico como parte intrínseca de la política: la batalla permanente entre el “Anticristo”, que busca reinar sobre la Tierra, y la resistencia de quienes demoran su manifestación, es la esencia de la dinámica mundial. Resistir al orden mundial, es “Katechon”, entendido como las fuerzas que demoran la manifestación del anticristo y su triunfo sobre las naciones. Esas fuerzas están constituidas por la tradición rusa que se mantiene viva y a salvo en Eurasia, y desde allí obstaculiza la hegemonía del anticristo.

    La Cuarta Teoría Política, más que un enunciado de supuestos es una invitación, principalmente a la nación rusa: “Si Rusia decide “ser”, significa automáticamente crear una Cuarta Teoría Política. De lo contrario solo queda el “no ser” y salir lentamente de la arena histórica para disolverse en un mundo que no es creado y gestionado por nosotros” (Dugin, Alexander, 2013: 26). Resistir al embate liberal es el papel histórico que Rusia debe tener para sobrevivir como tal. El rescate de lo viejo, la “metafísica de los escombros”, que recupera el afán combativo de quienes perdieron la batalla del siglo XX contra el liberalismo debe sintetizarse con las críticas a la Modernidad del tiempo posmoderno.

    Durante la “era” Putin, Rusia pasó a ser lo que el neorrealista Kenneth Waltz denominó un “Estado revisionista” en el sistema internacional (1959). Esto significa que pone en cuestión la estructura de poder vigente en el concierto de Estados. Vladimir Putin ha abogado permanentemente por la defensa del sistema multipolar de poder en contraposición al unipolar que se heredó de la década de los 90s y la post-Guerra Fría. Este revisionismo al unipolarismo geopolítico va en línea con la propuesta multipolar de Alexander Dugin como mecanismo de resistencia a la hegemonía liberal atlantista. La creación de “grandes espacios” que trasciendan al Estado-Nacional tradicional va en concordancia con el ideal eurasianista que Vladimir Putin ha demostrado al girar su política exterior al Asia Central y a la Europa Oriental como áreas de interés nacional para la Federación Rusa. En definitiva, la postura geopolítica revisionista de Putin es totalmente compatible para iniciar en el campo de las ideas una revolución identitaria y existencial que permita el florecimiento de la Cuarta Teoría Política. Las disputas por las bases territoriales del fenómeno están en marcha, queda esperar el despertar existencial de Rusia como ente consciente del rol que su condición geográfica y moral le reservan de cara al siglo XXI.


    Conclusión

    Podemos entender, a partir de las consignas eurasianistas, mesiánicas y externalistas, y el papel de las principales fuerzas organizadas, como lo es la Iglesia Ortodoxa, la reinvención de Rusia, plasmada teóricamente en la propuesta de Dugin y fácticamente en los conflictos de Ucrania, Georgia y Siria. La reinvención de Rusia cumpliendo el papel principal de resistir a este “Anticristo” de la posmodernidad occidental, al que remite Dugin, de desarrollar una postura revisionista geopolítica y volver a ser de los principales actores en el proceso de toma de decisiones a nivel mundial, planteando y defendiendo ahora un multipolarismo, no en el sentido de naciones sino de comunidades de naciones, ubicándose así como líder del espectro euroasiático.



    Bibliografía

    DUGIN, Alexander. (2013). “La Cuarta Teoría Política”. Ediciones Nueva República. Barcelona.

    KATEHON. (16/06/2016). “Frentes de Donbass y Siria: dos escenarios de una misma guerra”. Katehon, sitio oficial. Disponible en: http://katehon.com/es/article/frente...a-misma-guerra

    WALTZ, Kenneth. (1959). “El hombre, el Estado y la guerra”. Editorial Nova. Buenos Aires.

    ZUBELZÚ, Graciela. (2007). “Entender a Rusia a través de sus fuerzas profundas: dificultades y desafíos de una reflexión recurrente”. Revista Brasileira de Política Internacional.



    _______________________________________

    Fuente:

    La reinvención de Rusia en la posmodernidad – Por Laureano Brantiz Gómez
    ReynoDeGranada y DOBLE AGUILA dieron el Víctor.

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