“Mi concepto de la educación –dice Béatrice- es dar a mis hijos el mayor número de claves, lo más fuerte posibles, para que se desarrollen en la vida. Para mí, los caminos del éxito pasan por el sector privado. Hoy ya no basta con el bac, hace falta obtenerlo a la primera y con buena nota. Yo hubiese preferido dejarlos en la pública, pero, francamente, es mejor aquí”.

Como los hijos de Béatrice, 2.014.252 alumnos, o sea, uno de cada seis alumnos franceses, han tomado a comienzo de 2007 el camino de los centros católicos. Éstos forman el 97% del sector privado
Aquí está el quiz de la cuestión. El $istema ha introducido a tantos invasores tercermundistas en el país que ahora las aulas de los centros públicos franceses son como una jungla en la que resulta tarea imposible aprender nada.

los “tala”, “los que van a misa”, como los llamaba en los años 90 Marguerite Gentzbittel, la entonces tan mediática directora del instituto público Fénelon, formaron siempre un pelotón importante. Pero hoy son ahogados en la masa infantil perfectamente atea, incluso musulmanes y judíos, que acude a los centros católicos
Que se den casos así es buena prueba de ello.