Supongo que habeis seguido la Via Verda del antiguo tren que unía Tortosa con la Matarranya. Es una vía preciosa, de una belleza casi salvaje, de increible intensidad. Para quienes no dispongan de tanto tiempo o noches, puede hacerse perfectamente en bicicleta, sin perder encanto.
La principal amenaza de estos parajes es, curiosamente, la energía eólica. En las comarcas que cruza la vía está previsto desplegar una masificación eólica sin precedentes, siempre al servicio de la gran ciudad y sin atender a las necesidades reales de las comarcas y la importancia de un desarrollo equilibrado y la conservación de paisajes únicos que pueden apoyar su desarrollo precisamente en la singularidad de su aislamiento atávico, de su virginidad. Una auténtica pena.
Si no me equivoco, además, alguna de vuestras noches a la intemperie coincidió con la lluvia de estrellas de "les llàgrimes de Sant Llorenç", un espectáculo natural sin igual.
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