Así es, seguimos el trazado del antiguo ferrocarril pero en el sentido inverso en que suele anunciarse, es decir, planeamos el final en Tortosa para garantizarnos el regreso en tren.
Lo que comentas de los molinos eólicos es una auténtica pena, imagináos cómo rompen el paisaje, y además como tú dices, es una energía generada allí pero que se consume a muchos, muchos kilómetros.
No es de extrañar que a menudo las gentes del campo nos vean a los de la ciudad como auténticos enemigos o cuando menos como intrusos.
En bastantes lugares del recorrido encuentras pintadas contra el tema, muchas de ellas sin firma política ya que es un asunto que nos afecta realmente a todos.
San Lorenzo fue el jueves 10, apenas unos días antes pero el habitual descuadre de la naturaleza, el santoral y el calendario nos regaló un impresionante espectáculo de estrellas fugaces la noche del 12 de agosto.