Y para colmo esto:
El MRTA en el Congreso
Mayorga dijo pecar de buena fe.
A las desafortunadas declaraciones de Ollanta Humala en Madrid se sumó el incidente del martes 21 en el Congreso, cuando una conferencia de prensa convocada por el nacionalista Víctor Mayorga terminó en arengas emerretistas. Luis Villar y Luis Otivo, dirigentes de Patria Libre, calificaron a Néstor Cerpa Cartolini, el fallecido líder del MRTA que dirigió la toma de la embajada de Japón, como “dirigente histórico” y “compañero”. Villar pasó 16 años en prisión y tendría actualmente una requisitoria policial. Mayorga detuvo la rueda de prensa ante los excesos de los dirigentes, pero el daño había sido hecho. En comunicado posterior, método al que el humalismo ha debido recurrir varias veces en estos días, Mayorga aclaró que el único fin de la conferencia fue “denunciar la supuesta persecución política a algunos dirigentes sociales que se presentaron como integrantes de las Casas de Amistad Perú-Cuba”. Mayorga sostuvo que el pedido fue del ex congresista Gustavo Espinoza. “Por ello Mayorga se ve en la obligación de hacer una aclaración categórica y un deslinde frontal con las versiones expresadas por dichos dirigentes y reitera su firme compromiso con la democracia, los ideales de su partido y con las justas reivindicaciones sociales, y a la vez ratifica su enérgico rechazo a lógicas violentistas y de cualquier otra índole que afecten la soberanía y el Estado de derecho”. Ese incidente y los conceptos que Humala virtió sobre los grupos terroristas en la capital española confirman, en el mejor de los casos, que al Partido Nacionalista le cuesta todavía salir del sancochado ideológico.
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