De este modo, "todo español que no traicionara a los suyos, y no tomara activa parte a favor de la insurrección, debía ser eliminado; así de simple, la vida o la muerte dictada en función del lugar de nacimiento; ese día de febrero, se mandó a los civiles presos en Caracas, formar una gran pira, en ella debían consumirse sus propios cadáveres".

"Los condenados fueron obligados a encenderla; de inmediato, empezó la matanza; al toque de degüello los soldados cayeron sobre ellos, con bayoneta, hacha, sable, lanza, machete y puñal, para economizar pólvora; así perecieron ochocientos sesenta y seis españoles, entre ellos muchos que habían amparado a los republicanos" contó el autor.
¿Qué pasaría de triunfar la revolución "bolivariana"?