Pizarro, fundador de Lima
Publicado: 18 Enero 2016
Escribe: Antonio Moreno.- En cada aniversario de la fundación de Lima se desatan una suerte de estrambóticos "juicios histórico-morales" sobre la figura de Francisco Pizarro, el conquistador del Tahuantinsuyo y el fundador de Lima. Pseudohistoriadores negrolegendarios que pululan por este mundo ancho y ajeno aprovechan cada 18 de enero para despotricar contra Pizarro en particular y contra España en general. Empero, ante estos desquiciamientos, yo pienso en mi pueblo, radicado en el suroeste de España, a dieciséis kilómetros de la ciudad de Sevilla: Bollullos de la Mitación; donde los almohades, en el siglo XII, construyeron la torre de Cuatrovitas, a siete kilómetros y medio del casco urbano actual. Los almohades (de Al-Muwahhidum, esto es, "los que reconocen la unidad de Allah") eran tribus bereberes que invadieron la Península Ibérica para cortar el avance de los reinos cristianos del norte y para socorrer y castigar a los musulmanes ibéricos, a los que juzgaron malos islámicos por, entre otras cosas, no dejar de beber vino. De hecho, llegaron a destruir las viñas allá por donde pasaron.
Yo podré tener determinada "opinión" sobre los almohades, pero lo que no puedo negar es que a ellos se debe la Giralda, la torre más famosa de Sevilla, a la sazón, corona de la catedral gótica más grande del mundo. Y la Giralda fue construida con materiales de Itálica, villa aristocrática romana donde nacieron los emperadores Trajano y Adriano. Asimismo, a los almohades se deben las murallas de la Macarena en Sevilla, a su vez construidas sobre un fortín romano; y también la nombrada torre de Cuatrovitas, que es el símbolo máximo de mi pueblo; con sus arcos polilobulados (herencia del arte bizantino) y de herradura (herencia del arte visigótico). En el pueblo nos sentimos orgullosos de este emblema y en todas las cosas bollulleras está presente. Guste más o guste menos, las "opiniones" en determinados casos poco importan, y la realidad objetiva es que, al igual que los almohades construyeron la torre de Cuatrovitas, mezclando innovaciones y legado anterior; Pizarro, militar expeditivo que había pasado por las guerras de Italia, tras un buen tiempo en el Nuevo Mundo, ganó un imperio con constancia, bravura y astucia, integrándolo en las Españas bajo la institución del virreinato.
Francisco Pizarro fundó Lima, esta ciudad en la que vivimos diez millones de personas; esta ciudad pionera –con Santo Domingo- de la universidad en América; esta ciudad que habla la lengua de Cervantes; esta ciudad que tiene un centro histórico que se parece muchísimo al de Sevilla, pues no en vano el primer alcalde de la ciudad, Nicolás de Ribera “el Viejo”, era hijo del reino de Sevilla, y el primer mapa que se hizo fue imitando el mapa de la gran urbe andaluza; esta ciudad que todavía es conocida como Ciudad de los Reyes y en cuyo blasón reluce el águila bicéfala de Carlos I de España y V de Alemania. Así son las cosas, gracias a que Pizarro se asentó con apenas un centenar de españoles, cañaris, chachapoyas, chancas, etc. que, siendo tan conquistadores como el extremeño, contribuyeron a crear una nueva realidad; recreando una técnica que ya fue utilizada por los romanos en suelo ibérico. Y sin Roma no habría España, al igual que sin Pizarro no habría Lima. Así es la historia, así es la vida; así es la cultura y el espíritu que forja tradición.
¡Felicitaciones, limeños! ¡Y que vengan muchos cumpleaños más sin odios ni demagogias!
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Fuente:
Pizarro, fundador de Lima - La Abeja
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