Cita Iniciado por juan vergara Ver mensaje
Estimado Michael, he andado con poco tiempo, y la cuestión de los Jesuitas y la Política merece que se trate con detenimiento.
Por el momento solo unas pocas palabras.
Con respecto a los Jesuitas y los Obispos en muchos casos hubo resistencias notorias, en otras no las hubo, porque había intereses comunes, como el caso del converso obispo de Tucumán, el portugues Julio Francisco de Victoria, quien tenia un nutrido intercambio comercial mediante los jesuitas del Brasil, incluido la trata de esclavos negros.
Esta trata de esclavos son reconocida por autores insospechados como ser el Padre Jesuita Guillermo Furlong y el Historiador Mörner, entre otros.
Por otra parte lo que interesaba geopolíticamente a España en sus territorios Hispanoamericanos, es la Relación de la Compañía con el poder Político y no la de esta con el Episcopado.
Aquí la cosa es dar al Cesar lo que es del Cesar, y no crear una inmensa comunidad política gobernada por los jesuitas -con sus propias peculiaridades- sustrayendola en definitiva al "imperium" de la Corona.
Claro esta que esto no se hacía abiertamente, y que en las declaraciones se hablaba de la sumisión y la obediencia al poder político, etc, pero...subterraneamente era otra cosa.
En lo que respecta a las Misiones -sin perjuicio de las intenciones que tuviera la Compañía, de los esfuerzo que llevaron a cabo, del sacrificio de los misioneros e incluso de la santidad de mucho de ellos que no cuestiono- a mi modesto entender terminaron formando un Estado dentro del Estado, culturalmente no fueron provechosas para España y políticamente o geopolíticamente terminaron siendo perjudiciales.
Claro esta que lo expuesto da lugar a polémicas, por lo pronto -como dije en otra oportunidad- en general mis amigos nacionalistas, católicos e hispanistas, no están de acuerdo con mi postura.
Aclaro que en todo esto estoy abierto para escuchar, aprender, investigar, estudiar, conversar, e incluso cambiar de parecer, si me demuestran que ando errado.
A su vez pido que maticen mis dichos y que no crean que tengo algo personal contra la Compañía, desde ya adelanto que en mí no hay nada que se vincule con ese tipo de cosas, como enseñaba el insigne Tácito: SINE IRA ET STUDIO.
Un abrazo.


Es cierto lo que dices estimado Juan pero la cuestión es que César debe dar a Dios, y desde la época de Carlos III había calado la idea luterana de que la Iglesia solamente podía ejercer jurisdicción sobre lo interior de las conciencias, cosa que es falsa y va contra la Escritura y la Tradición. La Iglesia fue fundada por nuestro Señor y no por el estado, esta tiene derecho a gobernar sus posesiones en lo interno y externo ( todo lo que atéis en la tierra, quedará atado en el Cielo y todo lo que desatéis en la Tierra, quedará desatado en el Cielo.)




Por ende, aunque como súbditos del Estado Civil, debemos dar tributo y sujeción, como súbditos de la Patria Celestial tenemos independencia en lo Eclesiástico.




Cierto es que fue nefasto dar a las Misiones "un gobierno secular", pues no hacía falta de ninguno ya que la Iglesia ejerce la Jurisdicción Externa sobre su Patrimonio.




Es, pues, el Estado Cristiano, el que debe sujetarse a las Autoridades de Dios, las cuales gobiernan su Iglesia, pues todos como cristianos somos parte de la Iglesia y no a la Inversa.




Al principio esto se iba desarrollando de esta manera pero luego que los Cesares querían andar en dos aguas, ser del rebaño de Dios y ser del mundo, la Iglesia desarrolló teorías y medidas preventivas para frenar el Cesaropapismo, entre ellas la Teoría de los Dos Poderes.




Pero con la Reforma, la idea errónea de una iglesia con jurisdicción sobre lo interior del ser humano y más nada había calado demasiado y era una idea muy tentadora, empezando por que el propio Enrique VIII se proclama Cabeza de la Iglesia de Inglaterra.




Quitarle a la Iglesia la jurisdicción externa era algo muy tentador ya que la Iglesia siempre era la Amparadora y Defensora del Pueblo, buena parte de las desmembraciones eclesiásticas se hicieron con la intención de frenar el poder del Episcopado Indiano.




Es algo muy fuerte pero lamentablemente cierto.




Estoy totalmente de acuerdo con tus ideas y me estoy enriqueciendo con el debate.






Me pudieras hablar un poco más sobre el plan que tenían Carlos III, Bernardo de Gálvez y Pedro de Ceballos que nos mencionaste más arriba, me encantaría saber más.




Un abrazo.