Si, Dios no lo permita, España terminase como Yugoslavia, en poco tiempo, el amigo Navas de Tolosa verá ese mismo odio en vascos, catalanes, gallegos, neo-andalusíes y canarios que le pasaran facturas a lo que quede de España y a los pocos españoles que queden.
Coincido con lo que dice Mefistófeles, si juntamos a los grasientos que van de las Américas con los ignorantes peninsulares no va a salir precisamente una "Comunión Tradicionalista Iberoamericana"
Marcadores