¡Es una gran noticia!
Esto permitirá estrechar aún más los lazos con nuestros hermanos filipinos y además les servirá para puedan investigar y aprender más sobre su historia, muchísima de la cual ha sido escrita en la lengua de Cervantes.
El castellano revive en Manila
- El Gobierno español y el Instituto Cervantes impulsan 72 centros con 8.000 estudiantes
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El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, rodeado por estudiantes filipinos. R. M.
ROSA MENESES Enviada especial Manila
Actualizado: 03/04/2014 03:09 horas
Una adolescente filipina pregunta a otra cómo llegar desde Pureza a la Avenida Ayala. "Sin problemas", responde su amiga en español. "Coge la línea morada del metro. Haz transbordo en Cubao a la línea azul y baja en Ayala", le indica. Estamos en Manila, en clase de español con los alumnos del Instituto de Secundaria Bangkal. Tras años de olvido, el Gobierno filipino ha iniciado un plan educativo para reintroducir el español en los centros de enseñanza, un programa que se realiza con la colaboración del Instituto Cervantes. Hoy, 72 escuelas tienen un programa de español, con 150 profesores formados en el Cervantes y 8.000 estudiantes hispanohablantes. "Es un cambio de tendencia y de percepción", señala Rafael Rodríguez-Ponga, secretario general del Instituto.
"La novedad es que después de haber sido eliminado casi por completo, el español vuelve al sistema educativo porque el Gobierno filipino se ha dado cuenta que necesita, además del inglés, otra lengua internacional", afirma. "Así que el español, el idioma colonial, es hoy una lengua útil, una lengua de oportunidades para el mundo laboral, para el turismo. Es un cambio histórico", añade este estudioso del español en Filipinas, Marianas y Carolinas.
Seguir las huellas de la que un día fuera la lengua de la administración, de la Justicia o de los intelectuales en Filipinas sigue siendo posible hoy. Está en los nombres de las calles de Manila, en los carteles de negocios y comercios por toda la ciudad, en la memoria colectiva de sus gentes. Las referencias en español a lugares emblemáticos de la capital o a personajes y figuras históricas son constantes.
Da la sensación de que la lengua castellana sigue viva en las islas, que nunca desapareció. Un paseo por Intramuros -la ciudad original de Manila fundada por Legazpi en 1571- es sumergirse en un universo que desprende esencia española.
Viaje de vuelta
En cierta manera, el español nunca ha desaparecido de Filipinas, y es mencionado en la Constitución de 1987, pero hace más de un siglo que sus gentes olvidaron el idioma que les legaron los colonizadores de la Península. Sin embargo, la lengua de Cervantes -con más de 450 millones de hablantes en el mundo- ha realizado un viaje de ida y vuelta al archipiélago a través de la enseñanza, siendo una de las lenguas internacionales con más proyección: "El español en Filipinas se hablaba a dos niveles a finales del siglo XIX. Por un lado, el español culto, la lengua de la Administración. Por otro, el español chabacano, un idioma criollo hablado por las clases populares. En 1898, con la guerra hispano-estadounidense y la invasión de EEUU de Filipinas, el español oficial se sustituyó por el inglés", explica el número dos del Cervantes.
El chabacano tiene varios dialectos en Cavite (con una variedad en Ermita ya desaparecida), Ternate (el más antiguo) y Zamboanga (con ramificaciones en Cotabato y Davao). Es el español criollo más hablado y el único situado fuera del continente americano.
"En todo momento [de la administración española] los filipinos hablaban sus lenguas locales, pero, el español como lengua de la administración, de la universidad, de los medios de comunicación, se sustituyó poco a poco por el inglés", incide. Aunque la república insular se independizó de EEUU en 1946, la ex metrópoli aún mantiene una fuerte influencia. El inglés, junto con el tagalog, es la lengua oficial.
Pero quizá no esté todo perdido. Se calcula que en Filipinas habría hoy unos dos millones de personas que hablan español. "En un país de casi 100 millones de habitantes, se trata de un 2% de la población. Una cifra pequeña, pero eso no es lo que importa", admite Rodríguez-Ponga. Sólo unas 3.000 personas mantienen el español como lengua materna, mientras que el chabacano como lengua popular ha aumentado, de forma que estamos hablando de un millón de hablantes. Otro millón largo habla o sabe algo de español.
Entre 1945 y 2010, el español no ha hecho más que sumergirse en el olvido cada vez más. Una de las razones de ello es la propia historia de las islas, que sufrieron la devastación durante la II Guerra Mundial. Japón invadió el país y estableció un Gobierno títere. Se cometieron numerosos crímenes de guerra y se sucedieron masacres contra la población de origen español y asaltos a las sedes oficiales españolas, un ensañamiento que provocó incluso que España rompiera relaciones diplomáticas con Japón el 12 de abril de 1945.
Cuando las tropas aliadas derrotaron a los japoneses en 1945, más de un millón de filipinos habían muerto. La guerra provocó un enorme cambio social. El país quedó destrozado, también en su identidad cultural y lingüística. Luego llegaría la dictadura de Ferdinand Marcos.
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
¡Es una gran noticia!
Esto permitirá estrechar aún más los lazos con nuestros hermanos filipinos y además les servirá para puedan investigar y aprender más sobre su historia, muchísima de la cual ha sido escrita en la lengua de Cervantes.
En busca del castellano perdido en Filipinas
Félix Lill y Javier Sauras (Manila)
Cuando la entonces presidenta de Filipinas Corazón Aquino promulgó la Constitución de 1987, el idioma español desapareció de los documentos oficiales de este archipiélago del sureste asiático. Por aquel entonces, apenas quedaban medio centenar de familias que lo hablaban habitualmente en casa, tal y como lo manejaban los gobernantes y los revolucionarios ilustrados del país a finales del siglo XIX.
Sin embargo, hoy en día el español es algo más que una nota a pie de página en los libros filipinos: los cien millones de habitantes del país utilizan a diario, casi sin saberlo, miles de palabras que tienen su origen en la lengua de Castilla.
La lengua española permeó gran parte de los 170 idiomas del archipiélago. "Los españoles estuvieron aquí durante tres siglos... Todas las lenguas importantes de Filipinas tienen, al menos, 2.000 términos españoles".Lenguas: Almario, o Rio Alma, como firma sus libros, encabeza la Comisión Nacional del Idioma Filipino. El poeta lleva dos décadas luchando para que el país cambie su nombre actual, Pilipinas, por el que originalmente le dieron los colonizadores españoles: Filipinas, en honor del rey Felipe II.
Pese a la influencia masiva del inglés, el Instituto Cervantes de Manila estima que alrededor de dos millones de personas todavía hablan español como lengua materna o secundaria en el país. Esto se debe principalmente al Chabacano, un idioma criollo muy extendido al sur de Filipinas, y a sus dialectos.
En los museos de historia del país aún se puede ver las banderas revolucionarias que enarbolaban los ilustrados hace un siglo, que llevan grabadas el lema "Viva la República Filipina", en español. No hace falta viajar hasta las zonas más meridionales de Filipinas para escuchar el castellano, en sus variaciones filipinas.
No obstante, hoy en día, es el inglés el que avanza a pasos acelerados en el país. Desde 1987, tan sólo el inglés y el filipino se utilizan como lenguas oficiales. El filipino es un idioma construido artificialmente a través del tagalo, la lengua que se habla en la capital. En teoría, debería servir no sólo como vehículo de comunicación, sino también como instrumento de cohesión nacional, evolucionando para incluir palabras y expresiones de otros idiomas del archipiélago, pero en la práctica se está mezclando más con el inglés que con ninguna otra lengua.En la ciudad más grande del país, Manila, la gente le saludará con un amable "kumustá", fonéticamente similar al '¿cómo está?'. Si después de darse una "dutsa" (ducha) en su "otel" (hotel), quiere ir a cenar, basta con que pregunte por una "bodega" (bodega) en el "baryo" (barrio). Una vez sepa el nombre de la "kalye" (calle), móntese en su "kotse" (coche) o su "bisikleta" (bicicleta) y prepárese para una buena noche. Quizá quiera vestir "amerikana" (chaqueta americana), "panyolito" (pañuelo) o "sapatos" (zapatos) de "takong" (tacón) si el restaurante es de "luho" (lujo), aunque si viaja con un presupuesto más ajustado no le será difícil encontrar sitios "barat" (baratos).
Una vez sentado a "lamesa" (la mesa), descubrirá que en "Pilipinas" (Filipinas) no utilizan palillos para comer, sino "kutsilyo" (cuchillo), "tinidor" (tenedor) y "kutsara" (cuchara). Escoger comida resultará muy sencillo, ya que muchos de los platos le sonarán familiares: "carne", "kaldereta", "adobo", "guisado", "ajillo", "cabra"... Si la humedad tropical le ha dejado acalorado, pida "yelo" (hielo) con su bebida. Vigile los "gastos" (gastos), pero antes de marcharse no se olvide de pedir la "kwentahin" (cuenta).
Y si durante la cena conoce a alguien especial con el que tenga cierta complicidad, dígale "gwapo" (guapo), invítele a una "pista" (fiesta) y que tenga mucha "suwerte" (suerte).
En los medios de comunicación es habitual que los periodistas salten de un idioma a otro, utilizando lo que en las calles de Manila se conoce como "taglish", un cruce entre tagalo e inglés. De hecho, para algunos académicos, como Schedar Jocson, profesor de la Universidad de Filipinas, el idioma nacional está en riesgo de desaparecer.
"Creo que si el gobierno no hace nada, en dos generaciones el filipino dejará de existir. Los niños de las familias más adineradas ahora prácticamente sólo hablan en inglés en casa", dijo a la BBC. "Si la primera República de las Islas Filipinas, liderada por Emilio Aguinaldo, hubiese derrotado a los estadounidenses en 1900, el español sería ahora la lengua oficial de Filipinas". El caso del inglés es muy especial en Filipinas, explica Gonzalo Campoamor, profesor del Departamento de Filipino de la Universidad de Filipinas.
"Estados Unidos sólo gobernó durante 37 años, pero en 1935 un extraordinario 30% de la población ya había aprendido inglés. Una fuerte educación en el idioma y un servicio público anglicanizado fueron los factores determinantes para ello".
Aunque advierte Campoamor que "el inglés no es popular por sus rasgos intrínsecos como idioma, sino porque la gente lo ve como un camino para salir de la pobreza. Hay que tener en cuenta que uno de los mayores impulsos a la economía en el país consiste en el outsourcing, la subcontratación de procesos de negocios a través de los centros de llamadas (call centres), empleos basados en el conocimiento del idioma".
En busca del castellano perdido en Filipinas - BBC Mundo - Noticias
Última edición por jasarhez; 04/04/2014 a las 18:23
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