Manuel Villegas Ruiz:

Lo apuntado en la exposición precedente tiene sus bemoles.
Es cierto que el Historiador debe aportar los conocimientos que adquiere atravez de los "documentos" existentes en la cuestión que esta examinando.
Pero no es menos cierto que hay otros elementos de vital significación que no pueden ser ignorados, como son los antecedentes históricos, las circunstancias Políticas, Psicológicas, Sociológicas, Filosóficas, Teológicas, las Fuentes de Cultura, la Poesía Fundante, las características étnicas,lo comparación y el cotejo con otros documentos, el auxilio de las demás ciencias, ( filología, paleontología,epigrafía, simbología, etc, etc.).
Con lo cual no basta ni es suficiente con reducirlo todo a uno o a varios "documentos".
Por otra parte más allá de lo que puedan traslucir determinados documentos, y hechos empíricos, no se puede desconocer el "Sentido de la Historia".
Aquí entran a jugar la "Filosofía de la Historia" y la "Teología de la Historia".
A ello, se ha de agregar un hecho capital y esencial como es para los Católicos, la Encarnación del Verbo, hoy día casi olvidado o sustituido por el Historicismo Profético Veterotestamentario, consecuencia del posconcilio.
Así por ejemplo nadie niega la erudición de un Toynbee, pero su investigación es meramente fenomenológica, fungible a los "Amos del Mundo".
De modo que él pretende una pseudo Pax Romana que esta en las antípodas de aquella de Virgilio y Augusto.
En todo caso es la "Pax" Cartaginesa... Y su "Augusto" es Mr. Kissinger...
No se si me explico.