O a lo mejor simplemente hacía falta una traducción más actualizada. O, por falta de imprenta, se habrían perdido algunas obras. No digo que no faltara por traducir nada; lo que pasa con la Edad Media es que, aunque los monjes copiaban muchas obras, después de tantos siglos se ha perdido muchísimo, pero a veces aparece algo más tarde, y así se van llenando huecos del rompecabezas. Otra cosa es que, aunque se prefiriera a San Agustín y se promoviera más, no por eso iba a ser necesariamente desconocido Aristóteles. En todo caso, la obra de Santo Tomás aclaró las cosas y evitó los errores en que cayeron los escolásticos árabes.
Marcadores