Respuesta: Mis preguntas a los ases de la informática
¡Jó! no sabía que te parecieras tanto a mi, informáticamente hablando. Hay muchas cosas que las he ido resolviendo a veces a base de soltar dinero como, por ejemplo, el mismo caso que has contado de tu impresora, que me ha sucedido algo igualito. Lo solucioné comprando otra, claro que volví a meter la pata pues me hice con una de chorro de tinta que consume lo que le da la gana, en vez de una laser, que teniendo los cartuchos de tinta más caros en cambio se pueden hacer muchas más copias.
Pero a estas alturas de la "peli", por ejemplo, todavía no sé como se pueden hacer varias citas en el mismo mensaje y, bueno, me callo por "vergüenza torera"
Pero es que esto de la Informática no está hecho para mi, pues cuando me dicen que "esto es intutitivo" y veo cuál es mi forma lógica de elaborar mis ideas me digo: "yo debo de ser de otro planeta", o siendo del mismo "la mía debe de ser otra especie".
Y es que donde estén las plumas fuente, los libros, los cuadernos... y el olor a tinta, lápiz, goma y papel...
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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