Casi 300 policías toman un barrio de Ceuta y detienen a 11 miembros de una red islamista
Los arrestados, sin haber marcado aún objetivos, «iban a pasar a la acción», según Interior ? Las Fuerzas de Seguridad creen que pensaban actuar a largo plazo ? Fueron investigados por su posible relación con varios incidentes de origen yihadista
Gonzalo Testa
ceuta- Efectivos de la Comisaría General de Información y del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía desplazados expresamente desde Madrid por orden del juez Baltasar Garzón detuvieron ayer de madrugada, desde las cuatro y media, a un total de once varones -todos ellos de nacionalidad española, excepto uno- y vecinos de la barriada ceutí del Príncipe Alfonso, por su presunta vinculación con una célula terrorista ligada al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), al que se atribuyen los atentados del 11 de marzo en Madrid y contra la Casa de España en Casablanca.
Según explicaron fuentes cercanas a la investigación y el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los presuntos integrantes de la célula salafista no implicaban un riesgo «inmediato» para la seguridad pública, pues el grupo estaba en fase de formación, aunque sí se sospecha que, pese a carecer de medios para ello, ya tenían planes para cometer atentados en el futuro. «Se les ha cogido a tiempo. No tenían objetivos marcados, pero estaban planteándose pasar a la acción», afirmó Rubalcaba. De hecho, fuentes cercanas a la Audiencia Nacional relataron que uno de los imputados ya habría hecho testamento vital, teóricamente como paso previo al suicidio.
En cualquier caso, la Policía considera que esta posibilidad sólo se hubiera podido concretar «a largo plazo», ya que en sus casas no se localizaron armas de fuego ni explosivos, aunque sí abundante documentación y propaganda.
La «operación Duna», cuyas investigaciones comenzaron en marzo de 2005, arrancó a última hora de la noche del lunes, cuando, según testigos presenciales, más de medio centenar de furgonetas de la Policía con 300 agentes embarcaron en Algeciras a bordo del ferry «Ciudad de Málaga» con destino a Ceuta.
Los agentes llegaron al filo de las dos de la madrugada al puerto de la ciudad, donde se perfilaron los últimos detalles de una operación que, de acuerdo con los testimonios de las familias de los detenidos, se inició a las cuatro con el cierre de los accesos a las barriadas más cercanas al puesto fronterizo del Tarajal.
La Policía se introdujo y registró una docena de domicilios «marcados» previamente, según testigos presenciales, por un sujeto esposado y encapuchado -que podría ser uno de los detenidos u otro confidente-, en las barriadas locales del Príncipe Felipe, Los Rosales, Juan Carlos I y Príncipe Alfonso, donde se desarrolló el grueso de la operación, la segunda más importante del año después de la practicada el pasado 10 de enero en Barcelona, Madrid y Guipúzcoa, que se saldó con 20 detenciones.
Preso en Marruecos
Los registros concluyeron pasadas las diez de la mañana con un total de once detenidos, todos ellos vecinos de la barriada periférica. Entre los arrestados se encuentra Hlasin Mustafa, uno de los dos ceutíes que permaneció encarcelado en Marruecos durante la primera quincena de noviembre por su presunta vinculación con el radicalismo islámico y que fue absuelto por un tribunal de Tetuán.
También figuran en el listado de detenidos un auxiliar de la Policía Local y un vigilante de seguridad, los hermanos (Rachid y Ahmed Mustafa Mohamed). Todos ellos, excepto Mohamed Fuad Mohamed, que fue arrestado en el Hospital Militar de Ceuta, donde estaba cuidando a su padre, gravemente enfermo, fueron sorprendidos mientras dormían en sus domicilios particulares.
Según ha podido saber LA RAZÓN a través de fuentes policiales, varios de los arrestados habían sido investigados de cerca por varios de los últimos sucesos acontecidos en Ceuta vinculados al terrorismo de matriz islamista, como la quema de dos morabitos locales (pequeñas ermitas que albergan la tumba de una persona considerada santa por los musulmanes y cuya veneración es una práctica habitual en Marruecos pero deplorada por los salafistas) en enero y abril de este mismo año.
Asimismo, muchos de ellos solían asistir a un pequeño oratorio del Príncipe Alfonso conocido como «Atawba» («arrepentimiento», en árabe), que las pesquisas policiales y otros informes independientes han situado recientemente bajo la influencia de «un predicador radical» proveniente o formado en Arabia Saudí. La Policía también registró ayer este oratorio de madrugada.
Registros
En las viviendas de los arrestados, los agentes se incautaron de abundante documentación en todo tipo de formatos, una pistola de aire comprimido, un machete de grandes dimensiones, documentación falsa, teléfonos móviles y diverso material informático, un chaleco antibalas y pasamontañas, dinero en efectivo en moneda europea y marroquí, una balanza de precisión, un bote de gas lacrimógeno y un cartucho sin percutir.
Las investigaciones relacionadas con esta trama comenzaron en marzo del año pasado, cuando la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía comenzó a indagar en torno a presuntas actividades de proselitismo y reclutamiento entre jóvenes musulmanes para hacer la yihad, descubriéndose conexiones con el Reino Unido y Marruecos.
http://www.larazon.es/noticias/noti_nac34850.htm
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