Salamanca: esencia de España

Revista ¿QUÉ PASA? núm 158, 7-Ene-1967

DE RONDA POR ESPAÑA

SALAMANCA

Decíamos ayer que eres hermosa,
y lo diremos hoy, mañana y siempre.

A tus pies, el Tormes,
juglar que se detiene
para asir tu cintura con los brazos
desnudos y dorados de los puentes.
El agua no es tu espejo : es la pupila
de un novio elemental que se enloquece
por llenarse de ti, y de ti repleto
fugarse hacia el misterio y poseerte.
Los chopos son los dedos que se elevan
Disparando a tu faz besos que hierven
mientras el agua, por mirar tus ojos,
se hace un ojo infinito, azul y verde.

Catedral románica :
redondez de vientre,
silencio y estupor de labio en éxtasis,
precisión de soneto y de estilete.
A su lado, la gótica,
como un incendio que en las nubes crece:
catedral para el peso y para el paso
del dogma, del amor y de los reyes.

¿Un tapiz suspendido de la luz,
la luz hecha volutas y paredes,
las paredes con brillo de epidermis,
epidermis en flor que no envejece?
¡Oh! La Universidad,
y en su sombra, las sombras refulgentes
de Vitoria, de Cano, de Unamuno,
fray Luis de León y sus congéneres

¿Y la Plaza Mayor? Lumbre hecha sílice,
milagro de arcangélicos cinceles,
lección de geometría a las estrellas,
cuadrado corazón para la muerte.
Cada piedra, un poema;
cada hierro, un piropo; cada pliegue,
meditación y esfuerzo de una raza
que labrando milagros se entretiene.

Sombra de Churriguera,
la luna se divierte
trocándote en la paz de los sillares
mirada vigilante, paso tenue

Monterrey : rey y monte
de piedras que se gozan en hacerse
jarrones, azucenas, mascarones,
carcajadas de roca adolescente.
A unos pasos, la dulce Inmaculada
de Ribera: la luz, la flor, la nieve,
la síntesis del mundo, el fino vuelo
con que todas las cosas a Dios vuelven.

San Esteban... Los pasos de Colón,
sus preces,
su bogar por las naves solitarias,
con mares infinitos en la mente.
San Esteban... Campanas doctorales
que dictan teología a niebla y mieses,
fachada en que gentil jardinería
la luna y los crepúsculos aprenden.
San Esteban... Alcázar, lecho, trono,
arco, flecha, tridente
de la verdad de España y de la Iglesia,
que juntas nacen y que juntas mueren.

La Casa de las Conchas;
la Castilla de Dios, la trascendente,
que camina detrás de un tiempo inédito
con báculo de piedra y pétrea veste.

Al fondo, los callados Arapiles,
los dos senos de España, las dos trébedes
para cocer la sangre de la raza
y hacerla voluntad, bajel y flete.
Arapiles... Los cárdenos tomillos
son incensarios; las abejas, leves
ángeles disfrazados; salmo, el viento ;
las retamas, sepulcros y laureles.
Arapiles... Wellington y Marmont
cada aurora en tu cúspide se yerguen
para ver cómo el sol en Salamanca
nace en las piedras y en las piedras crece.

Dios te besa, dorada Salamanca;
su beso es la corona de tus sienes.

MAXIMO GONZALEZ DEL VALLE, C. M. F.