¿A qué vota el jefe del Estado?
Siempre he sentido curiosidad por saber a quien favorece con su voto este señor y familia. Algunos indicios lo han hecho sospechoso como, por ejemplo, afirmar que ZP es un "gran presidente"
, o el mismo silencio que ha guardado durante toda la campaña contra quien lo colocó, ilegalmente, en el Trono de España, es decir, sobre el que debería exigir al menos el respeto del silencio.
Pero ahora se me aclaran las dudas: la hermanísima de su nuera acaba de fichar por el PSOE con un cargo del "Departamento de Relaciones Internacionales (sic) del Ayuntamiento de Barcelona, 



Y es que no lo pueden disimular, pero al menos podrían guardar las formas debidas al más mínimo decoro. Éstos no han aprendido nada de la Historia.
Obedezco, por causa de fuerza irresistible, pero no acato, ¿cuándo vendrá el Legítimo Rey de España?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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