Re: El Tribunal Constitucional dice sí al matrimonio homosexual
Ya con la más absoluta seriedad, esto es un ataque a lo más íntimo de la familia, es una ofensa que se lava con sangre. El matrimonio sólo es posible entre un hombre y una mujer con la finalidad de engendrar hijos. De hecho el mismo término viene del latín "mater", o "la madre", es decir, el núcleo central de la familia, ¿y ese papel lo va a desempeñar un tiorro asqueroso en bragas? Es una burla, una ofensa, un insulto.
Pedir la disolución de ese tribunalito es un absurdo, lo que hay que disolver completamente es este Estado degenerado y putrefacto junto con todo lo que contiene. Hay que sustituirlo por otro totalmente opuesto, y es algo urgente.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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