Madrid, 16 junio 2013, IV Domingo después de Pentecostés. Mientras la democracia sigue derrochando y endeudándonos, España se queda indefensa. El PP deja a las Fuerzas Armadas sin presupuesto suficiente. Así lo cuenta El País (clic sobre el título para acceder a la noticia):




A pesar de proceder del tristemente célebre diario madrileño, tanto la información como el enfoque son sustancialmente correctos. Cabe apostillar, acerca de la industria militar española, que ninguno de los programas de armamento que ahora están siendo cancelados, abandonados o reducidos, era excesivo. Ni desde el punto de vista de las necesidades de las Fuerzas Armadas españolas, ni desde el de los beneficios que aportaban a la sociedad: empleo, investigación, defensa eficaz de los intereses y de los súbditos españoles (si acompaña la voluntad política, pero ésta precisa de los medios materiales). En cambio, el Gobierno de Mariano Rajoy y del ministro Morenés acelera la política suicida, con ejemplos tan llamativos como el cierre de las emblemáticas fábricas de armas de Oviedo (primero fue la de La Vega, ahora la de Trubia), que habían sido traicioneramente privatizadas y vendidas al extranjero por el Gobierno de José María Aznar. Es el remate de la política de castración de la defensa nacional que hunde sus raíces en los acuerdos bilaterales con los Estados Unidos en la década de 1950 y se precipitó con la vinculación de España a la OTAN y a la UEO y con la supresión del Servicio Militar.


Agencia FARO