Disparos españoles en Sundance
El documental ´Iraq in fragments´ recoge el asalto a la base Al Andalus de Najaf

ANDY ROBINSON - 28/01/2006
Park City. Corresponsal

Los soldados españoles no se estuvieron sentados sobre sus tanques en Najaf. Las polémicas afirmaciones del ex gobernador estadounidense de Iraq, Paul Bremer, parecen quedar rotundamente desmentidas por una película que acaba de ser estrenada en la meca del cine independiente de Estados Unidos, el Festival de Sundance. En el documental Iraq in fragments (Iraq en fragmentos), James Longley, estadounidense de 34 años, ha retratado mediante tres episodios la compleja sociedad iraquí: Bagdad, Najaf y los territorios kurdos.

El filme es una crítica demoledora a la ocupación estadounidense e, implícitamente, también a la nueva ola de documentales agit prop - agitación y propaganda- y a "cineastas que van corriendo a Iraq a hacer sus documentales y luego vienen corriendo de vuelta". Por el contrario, el rodaje de Iraq en fragments duró mas de dos años, y Longley grabó 300 horas de material para una película de 94 minutos.

No tiene voz en off, ni cabezas parlantes, ni adopta una línea política. Los protagonistas - un niño de once años que trabaja en un taller de coches en Bagdad, los seguidores de Moqtada Al Sadr en Najaf, y la población de una aldea kurda- hablan por sí mismos.

"Creo que la guerra era una idea extraordinariamente mala; los estadounidenses deberían retirarse ya. Pero ¿para qué sirve mi opinión?", dijo Longley, cuya primera película sobre los palestinos en la franja de Gaza, Gaza strip, fue elogiada por la crítica en el 2002. "Los medios no han dado los detalles, así que yo trato de hacerlo", dijo en una entrevista concedida a La Vanguardia mantenida en Park City.

Este compromiso con la verdad compleja, convierte Iraq in fragments en una herramienta importante para reconstruir lo ocurrido en Najaf y Kufa en abril del 2004, al inicio de la insurrección del Ejército Mahdi del clérigo chií nacionalista Moqtada Al Sadr. Longley filmó los acontecimientos del 4 de abril del 2004 en las proximidades de la base española Al Andalus entre Kufa y Najaf ¸ uno de los momentos críticos de la guerra que ha vuelto a ser noticia este mes tras la publicación del libro del ex gobernador estadounidense en Iraq, Paul Bremer, Mi año en Iraq (Simon & Schuster).

El documental comprueba la escasa credibilidad de las críticas de Bremer, a tenor de las cuales las tropas españolas estaban "sentadas en sus tanques sin hacer nada (…) Los españoles todavía no están en combate y no muestran señales de que vayan a estarlo", según escribió Bremer en su diario a las 17.25 horas del 4 de abril. En el documental de Longley se comprueba, quizás lamentablemente, que Bremer no podía estar más equivocado.

El 4 de abril del 2004 se produjo una manifestación de seguidores de Al Sadr, que marcharon a la base española situada entre Najaf y Kufa en busca de un líder suyo detenido por los estadounidenses. A mediodía, las tropas españolas y salvadoreñas o bien iniciaron un tiroteo o bien, según comunicó entonces el ministro de Defensa, respondieron a tiros en defensa propia. En cualquier caso, se produjo un largo tiroteo. Longley dice que llegó una hora después del inicio de la batalla. "Estaba solo con la cámara y un traductor", dice.

En las imágenes del documental se ven jóvenes seguidores de Al Sadr corriendo presos del pánico y, entre los estallidos de tiros, se oye a manifestantes decir que "los españoles están disparando".

Sin embargo, ni tan siquiera durante el tiroteo corean eslóganes contra los españoles, sino contra los estadounidenses: "¡Abajo los americanos!", se oye. Un iraquí herido en la pierna al que Longley entrevista en el hospital, en la misma plaza, arremete contra los estadounidenses. "Todos sabían que esto era una ocupación americana pese a la presencia de españoles", dice Longley.

Murieron veinte seguidores de Al Sadr, que se ve en una escena de la película instando a su gente a seguir el ejemplo de los vietnamitas: "¡Si Vietnam puede ganar a Estados Unidos, es sólo cuestión de coraje!", dice, aunque otras imágenes en el documental, de autoflagelación colectiva y de la detención violenta de vendedores de alcohol en el mercado de Najaf, resaltan la ideología islamista del Ejército Mahdi.

Longley se resiste a criticar a los militares españoles. "Creo que dispararon contra las piernas; hubo muchas lesiones de pie". En la película se oye el ruido de aviones. Son cazas estadounidenses que se preparaban para bombardear el hospital desde donde disparaban francotiradores de Al Sadr. Afortunadamente, los españoles se opusieron", dice Longley.

Pero lamenta que no sea verdad la increpación de Bremer a los españoles por estar "sentados sobre sus culos con los brazos cruzados": "Esto es exactamente lo que deberían haber hecho. Si no hubieran abierto fuego, la manifestación habría terminado, las cámaras de televisión habrían grabado y todo habría acabado así", dijo.

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