A las 9 horas de la mañana del viernes día 7 de julio de 2016, una vecina llamó a Pedro Varela (se encontraba de acampada en la montaña con su hija), anunciándole que un gran dispositivo policial estaba registrando su casa desde las 7 horas de la mañana (dónde en ese momento se encontraban francesas que alquilan habitaciones).
La vecina se negó a hacer de testigo y tomaron a un inquilino como al efecto.
Reventaron las puertas (y así las dejaron hasta el día de hoy, a disposición de cualquier caco que quiera acabar la faena), se llevaron los equipos informáticos, todos los libros de Ediciones Ojeda y cualquier temática que decidieron, la documentación existente y todos los fondos económicos que la familia tenía en el domicilio.
Simultáneamente eran detenidas en sus domicilios privados o cercanos a ellos sus secretarias, Erika y Nicoleta, que siguen en los calabozos, así como dos amigos de la casa, Antonio Z. y Carlos S., que también están privados de su libertad en los calabozos.
Por la tarde del viernes, los agentes especiales de la Fiscalía del Odio entraron en Librería Europa, que ha sido precintada, y se llevaron absolutamente todo tras una operación de entrada y registro que duró siete horas: los recientemente adquiridos equipos Apple para el Estudio de Europa TV, y para los trabajos de edición, todos los ejemplares de todos los títulos publicados por Ediciones Ojeda o de temática similar, y toda la documentación existente, mientras los cuatro detenidos asistían impotentes y esposados, cual vulgares delincuentes comunes.
Siguiendo los consejos de su abogado, Pedro Varela se presentará ante el Juzgado a principios de esta semana, donde se decidirá sobre su prisión provisional, en la seguridad de que la Fiscalía del Odio va a exigir su ingreso en prisión, como forma de intentar acabar con la Librería Europa, Ediciones Ojeda y el propio señor Varela.
Como ven el Estado de Derecho se desmorona y se va imponiendo una dictadura neo-marxista con ideas de comisario soviético, importadas curiosamente de los “think-tank” sionistas norteamericanos (inventores de los llamados “delitos de odio”) y su fiscalía de odio, cual franquicia del sionismo, que no admite opiniones discrepantes de lo “políticamente correcto”.
Nos vemos pues imposibilitados de atender de momento a nuestros clientes, amigos e interesados, de realizar cualquier trabajo de edición ni de afrontar pago alguno.
Cualquier reconstrucción o continuidad resulta en este momento imposible, al carecer de los medios económicos para ello.
Seguiremos informando, mientras sea posible.
EL EQUIPO DE LIBRERÍA EUROPA.










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