Dos hombres se besan en misa y luego apalean al sacristán por expulsarlos


Los jóvenes explicaron que llevaban toda la noche de copas y que decidieron entrar a la iglesia de San Pablo porque hacía mucho tiempo que no iban a misa.

Lui Costas .A Coruña

La Policía Nacional detuvo a primera hora del lunes a dos chicos de unos 21 años a los que acusa de un delito contra los sentimientos religiosos por irrumpir en la parroquia de San Pablo, en la calle Magistrado Manuel Artime, cuando se celebraba la primera misa de la mañana para besarse y acariciarse con ánimo de escandalizar a los feligreses. Los jóvenes, que luego confesaron que llevaban toda la noche de copas, apalearon al sacristán después de que éste consiguiera expulsarlos de la iglesia y le causaron lesiones de las que tuvo que ser asistido en el hospital Juan Canalejo.

Los hechos ocurrieron poco después de las nueve de la mañana cuando los jóvenes entraron en la iglesia y comenzaron a acariciarse y besarse con la intención de escandalizar a los asistentes y al sacerdote expresando su supuesta homosexualidad.

El sacristán, que en ese momento limpiaba las escaleras exteriores de la parroquia, fue alertado por un grupo de feligreses de que dos hombres habían interrumpido la misa en "actitud irreverente", según un comunicado hecho público ayer por la Jefatura Superior de Policía.

Cuando el sacristán intentó hacerlos salir de la iglesia, los jóvenes se resistieron, por lo que tuvieron que ser expulsados. Minutos después cuando ya estaban en la calle, el asistente del sacerdote oyó ruido de cristales rotos y comprobó, al salir al exterior, que los chicos habían roto una celosía con una botella, por lo que les llamó la atención. Los jóvenes se abalanzaron sobre él y le propinaron patadas y golpes que le ocasionaron sendos traumatismos en un codo y en el abdomen, según el informe médico elaborado en el servicio de Urgencias del complejo hospitalario.

Los feligreses salieron inmediatamente en defensa del sacristán, lo que dio lugar a un tumulto que hizo necesaria la intervención de la policía. La patrulla que se desplazó al lugar detuvo a los dos jóvenes y los trasladó a la comisaría que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en As Lonzas, donde declararon que los dos habían estado bebiendo toda la noche y que entraron en la iglesia porque uno de ellos hacía mucho tiempo que no iba a misa. Los detenidos confesaron además que lanzaron una botella contra la fachada del templo porque estaban enfadados por el trato que les habían dispensado. El párroco de San Pablo, el padre Amador, restó importancia a lo sucedido y disculpó a los "chavales" porque, dijo, "no estaban en sus cabales".

El titular de la parroquia admitió que es frecuente que los jóvenes hagan botellón en las escaleras del templo y que dejen botellas en las inmediaciones

y relató que no es la primera vez que chicos ebrios interrumpen las celebraciones, aunque nunca llegaron a los extremos del domingo.

La parroquia descarta presentar denuncia o exigir la reparación de los desperfectos.