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El Rey se declaró a favor de negociar con ETA ya en 1999

Muchos españoles, desde la europarlamentaria socialista Rosa Díez a la AVT, han lamentado que el Rey no se haya pronunciado de igual manera ante acontecimientos como la puesta en libertad del asesino Iñaki de Juana



Minuto Digital: 14.05.07

Las intervenciones del Rey en esta legislatura están siendo sonadas y polémicas. Empezó con el “hablando se entiende la gente”; la última se ha tomado como un apoyo a las negociaciones de Rodríguez con ETA. Sin embargo, esta postura no es novedosa en Juan Carlos I. En 1999, cuado gobernaba Aznar, hizo otro tanto.

El pasado 9 de mayo, el Rey ‘largó’ con unos periodistas después de un acto oficial. Sus palabras versaron sobre los últimos avances políticos en Irlanda del Norte. Los procesos de negociación con bandas terroristas, dijo el Rey, “a veces salen y otras no, pero si se consiguen, se consiguen”.

Inmediatamente, sus declaraciones se tomaron como un respaldo a las negociaciones de Rodríguez Zapatero con ETA y las cesiones de aquél al terrorismo. Diversos creadores de opinión y políticos trataron de disculpar las palabras reales: sacadas de contexto, manipuladas, etcétera. Excusas falsas, pues el Jefe del Estado pronunció otras frases con el mismo contenido nada menos que en 1999, mientras el Gobierno de Aznar lidiaba con otra tregua-trampa.

En la Pascua Militar de 1999, mientras Aznar advertía a los etarras que si seguían cometiendo atentados no podría haber diálogo, el Rey, en otro corrillo con periodistas insistió en que no importaban las bombas ni la kale borroka, que el Gobierno tenía que mantener los contactos.

Según publicó el diario El Mundo el 7 de enero de 1999 (www.elmundo.es/1999/01/07/espana/07N0021.html), así se desarrolló la intervención real:

Ayer [6 de enero de 1999], Don Juan Carlos, en una nada habitual manifestación de sus opiniones políticas que sorprendió a los informadores, pareció contradecir la firme advertencia expresada unos minutos antes por Aznar. En presencia del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y también en tono informal, el Rey afirmó: «A pesar de lo de anoche en Bilbao [en alusión al atentado de Getxo], hay que seguir con los contactos». Aunque matizó: «Lo que no digo es cómo».

Y, entre el asombro y perplejidad de quienes le rodeaban, añadió: «En estos momentos hay que tener tranquilidad, generosidad y sosiego».

Uno de los periodistas preguntó al Monarca si se podían reproducir sus palabras, ante lo que éste respondió que sí.


Muchos españoles, desde la europarlamentaria socialista Rosa Díez a la AVT, han lamentado que el Rey no se haya pronunciado de igual manera ante acontecimientos como la puesta en libertad del asesino Iñaki de Juana, la legalización de cientos de candidaturas de ANV-Batasuna-ETA, los últimos casos de corrupción del PSOE, el terrorismo de Estado cometido por los GAL, la decantación del Gobierno por los planes marroquíes de anexión del Sáhara Occidental, el descontrol de la inmigración, la llamada ‘memoria histórica’...

Este comportamiento del Rey de inmiscuirse en la política partidista, ¿se puede calificar de violación de la Constitución?