Vendrán de los cuatro puntos cardinales, no utilizarán ni las autopistas ni las autovías, vendrán seguro que por "vía rectal".
Perderán tanto aceite por las calles de la villa y corte de Madrid, que: ¿para qué esperar a coger la cosecha de aceituna en Jaén? Mejor nos vamos allí con un cazo, y recogemos el aceite que vayan derramando.
Si a la lujuria desordenada se le añade el orgullo... Ya son dos pecados capitales.
Me apunto al día del Orgullo del Macho Ibérico que propone Valmadian.
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